Arrancó el hexagonal final del Suramericano Sub-20 que se cumple en Bogotá y la Selección Colombia, de Héctor Cárdenas, tuvo su primer traspié, al caer (1-0) en las postrimerías del juego ante Uruguay, el martes, uno de los equipos más sólidos del torneo junto con Brasil y aspirante al título.

El certamen surcontinental entrega cuatro cupos al Mundial de Indonesia y tres para los Juegos Panamericanos 2023.

Como ha sido desde el inicio del campeonato, Colombia ha sufrido los partidos para sacar los resultados, a pesar de haberse clasificado como segunda en la fase de grupos.

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Futbolísticamente se he quedado corta, especialmente en la definición. La tricolor sin ser demasiado colectiva, genera fútbol y opciones sobre el pórtico de los rivales y contra Uruguay no fue la excepción, pero no fue certero en la última jugada.

Los charrúas pudieron haber liquidado el partido en los primeros 45 minutos, pero los palos se interpusieron en el camino y en otras fue el arquero Luis Marquinez, o los defensores que evitaron que Colombia se fuera perdiendo en la primera mitad.

Tras el desgaste, en gran parte de la primera etapa de Uruguay, Colombia tomó un respiro y llegó sobre la portería de la celeste y también generó peligro con Alexis ‘Manyoma’ Castillo, Édier Ocampo y Juan Castilla.

El jugador más discreto en el ataque sigue siendo Ricardo Caraballo, que no ha podido ser ese goleador que el técnico Héctor Cárdenas espera, pero sigue insistiendo con él.

Sacando el ‘paraguas’

Sin embargo, Cárdenas defendió su estilo de juego y reiteró que “tienen que ser más eficaces. Hay que tener la tranquilidad también para finalizar, las veces que se generaron situaciones, debimos ser más eficaces porque ante este tipo de partidos, al mínimo error le convierten a uno y eso nos pasó”.

En el segundo tiempo, Colombia mejoró y elaboró por momentos visos de buen fútbol y con la salida por derecha de Édier Ocampo y la de 'Maniema' Castillo, se pudo haber abierto el marcador, pero uno de los errores frecuentes de la selección fue levantar el balón donde en el juego aéreo, los uruguayos son eficientes, defendiendo y atacando.

“Son fuertes en la pelota quieta, contra Paraguay (refiriéndose a la primera fase), contrarrestamos eso, en el juego aéreo, pero en un rebote no llegamos a tiempo (y les marcaron)”, admitió el técnico de Colombia.

Cada partido que pasa se hace más notoria la falta de Jhon Jader Durán en el frente de ataque, posición difícil de suplir.

Falta colectividad

De igual forma, Colombia no genera sociedades y el equipo se parte en la mitad y debe recurrir al pelotazo, como aconteció después del gol de Uruguay y el equipo más por desespero que con fútbol, se arrimó al arco de los charrúas con disparos de media distancia, pero no ganó un solo rebote cuando el cancerbero de la celeste soltó el balón.

Situación que si fue aprovechada por los uruguayos, en una equivocación de Marqinez, que le costó la derrota a Colombia.

“Marquinez está bien, no vamos a responsabilizar a ninguno de nuestros deportistas, en el rebote debe existir un respaldo de la línea defensiva”, afirmó Cárdenas.

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Pensar en el título, pasa a un segundo plano, Colombia debe concentrar sus fuerzas en cómo solucionar el déficit de gol y buscar la manera de enderezar el rumbo.

Mañana Colombia jugará contra Paraguay, con el que ya empató en la fase de grupos, e igualó  ante Venezuela (1-1).

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