La final de la Copa Libertadores-2021, el torneo de clubes más emblemático de América, será de nuevo brasileña y tendrá una impronta muy europea, puesto que Flamengo y Palmeiras acudieron esta temporada al mercado del Viejo Continente para reforzarse.
Nombrada así en homenaje a los próceres de la independencia de los países sudamericanos, pocas veces el torneo continental tuvo tanta influencia de Europa.
En las plantillas de los equipos finalistas hay 26 jugadores que en algún momento defendieron la casaca de un club europeo. De ese total, once llegaron a Brasil este año para contribuir a que su elenco se bañe en gloria en la final que se disputará en Montevideo el 27 de noviembre.
En la final - también brasileña - de la Libertadores-2020, en la que Palmeiras venció al Santos en el Maracaná, entre ambas plantillas sumaron apenas tres jugadores llegados del otro lado del Atlántico para esa temporada y ninguno mediático: Luan Peres, del Peixe, y Vitor Hugo y Alan Empereur, del 'Verdão'.
Ahora, el campeón defensor fichó a cinco futbolistas que actuaban en Europa: Jorge (Basel, Suiza), Danilo Barbosa (Nice, Francia), Matheus Fernandes (Barcelona, España), Deyverson (Alavés, España) y el panameño Newton Williams (Spartaks, Letonia).
Palmeiras, dirigido por el luso Abel Ferreira, eliminó en semifinales al Atlético Mineiro, que esta temporada repatrió a un hombre de peso, el mundialista hispano-brasileño Diego Costa, libre tras rescindir su contrato con el Atlético de Madrid en diciembre pasado.
"Tenemos una Libertadores impecable, limpiecita, con mérito de mis jugadores, trabajo arduo y disciplina, cosas que a veces faltan en Brasil", dijo el técnico portugués, de 42 años, quien en diez meses en el cargo le ha dado dos títulos a los paulistas (Libertadores-2020 y Copa do Brasil-2020).
Ferreira ha impregnado un estilo muy europeo a su Palmeiras, una ideología de amores y odios inspirada en su compatriota José Mourinho. Su predilección por la defensa le ha convertido en blanco de críticas de la afición y prensa en el país del 'jogo bonito'.
"Abel, con sus errores, virtudes, equipo técnico, está logrando elevar el nivel del club. Podemos no ganar nada este año, pero merecemos respeto", afirmó el propio DT tras clasificar a los esmeraldas a su sexta final de Libertadores.
Un 'Fla' internacional
Las repatriaciones se logran por el poderío económico y estructural de los clubes de Brasil, más notable en medio de la crisis financiera en Argentina, su enconado rival futbolístico, coinciden expertos.
La estela del Viejo continente del Palmeiras es rastreada de cerca por el Flamengo, que conquistó su segunda corona sudamericana en 2019 bajo el mando del luso Jorge Jesus, hoy en el Benfica de Lisboa y que acaba de dar el golpe ante el FC Barcelona por 3-0 en la Champions.
Jesus, Ferreira y el croata Mirko Jozić (chileno Colo Colo, 1991) han sido los únicos europeos en ganar el título del principal torneo de clubes de América, que empezó a disputarse en 1960.
El 'Fla', bicampeón del campeonato brasileño, contrató a seis futbolistas que vivían en Europa: Kenedy (Granada, España), Andreas Pereira (Manchester United, Inglaterra), Robert Piris (Gençlerbirliği, Turquía), Vitor Gabriel y Bruno Viana del Sporting Braga de Portugal.
Además de fichar al mundialista David Luiz, quien debutó con el popular club carioca en la victoria 2-0 contra Barcelona de Ecuador en el juego de ida de las semifinales. El melenudo zaguero llegó libre, tras rescindir con el Arsenal de Inglaterra.
"Todo gran jugador tiene espacio en nuestro grupo. Cuanto más fuerte tengamos nuestro grupo, más posibilidades tendremos de conquistar títulos", dice el técnico rojinegro, Renato Portaluppi.
David Luiz, de 34 años, es la última adquisición europea de un 'Fla' que consolidó su resurgir con canteranos e internacionales con experiencia europea, como el portero Diego Alves, los laterales Filipe Luis y Mauricio Isla, y el capitán Diego Ribas.
Pase lo que pase, el 27 de noviembre en el Centenario de Montevideo los clubes de Brasil ratificarán su dominio en la Libertadores en el siglo XXI. Aunque, en esta ocasión, bajo la sombra de Europa.
