Viajar a tierras extranjeras, a probarse en un equipo profesional, es el sueño de todo niño que crece jugando al fútbol con sus amigos en la cancha del barrio o en la calle frente a su casa.
Una meta, que por azares del destino, muchas veces ajenos al fútbol, no logra cumplirse.
Sin embargo, hoy cada vez hay más deportistas nortesantandereanos que a punta de esfuerzo y de talento se labran su camino en el balompié internacional, y llegan al profesionalismo encontrando en el deporte un sustento para vivir.
Víctor Andrés Parra Castro tiene 18 años, y es otro de los cucuteños que pisa tierra argentina con la ilusión de ser observado por los responsables de las divisiones menores del River Plate, uno de los clubes más importantes del continente.
Aún lejos de llegar al profesionalismo, Víctor hoy está más cerca de su sueño que cientos de jóvenes talentosos que nunca tendrán la oportunidad de amarrarse los guayos y presentar un examen en Argentina.
Pero llegar al país que es mundialmente reconocido como una de las canteras de jugadores más grandes del planeta, no fue una tarea sencilla.
El mejor de los preseleccionados
La ilusión de Víctor Andrés Parra de convertirse en jugador profesional comenzó cuando su papá, destacado futbolista local, lo inscribió en la escuela de formación deportiva de Fomanort, en donde además de aprender aspectos técnicos y tácticos, empezó a competir con otros niños de su edad.
Su formación continuó en las escuelas de Coveadse y el barrio Aniversario, en donde fue puliendo su destreza en campeonatos locales y regionales, destacándose por su técnica depurada para transportar el balón y habilitar a sus compañeros.
Sus condiciones técnicas y la inteligencia para ubicarse en el campo de juego fueron rápidamente observadas por el Cúcuta Deportivo, que hoy lo tiene haciendo parte de la categoría Sub-20 y vistiendo una de las camisetas que de niño quiso usar, la rojinegra.
En diciembre del año pasado, Víctor Andrés, que cursa tercer semestre de Tecnología en Procesos Industriales de la Universidad Francisco de Paula Santander, acudió a una convocatoria de la Corporación Deportiva River Plate Medellín, la única filial autorizada por el club argentino en el país, a la que acudieron 50 jóvenes entre los 14 y 19 años.
El objetivo del llamado hecho por la filial de Medellín, era escoger al mejor futbolista para enviarlo a Buenos Aires en enero de este año, con todos los gastos pagos, a presentar una prueba con los entrenadores de las fuerzas básicas del conjunto ‘millonario’.
Fueron nueve los preseleccionados pero Víctor fue el que más convenció a los técnicos que vinieron desde la capital antioqueña a observar los futbolistas.
“Fueron tres días de entrenamientos físicos, técnicos y tácticos donde los profesores veían quienes tenían más habilidades. Afortunadamente, pudo convertir dos goles en el último entrenamiento y creo que eso les gustó”, afirmó el joven futbolista, profundo admirador de los regates y la habilidad de Lionel Messi.
Por razones de logística y organización, el viaje a tierras argentinas sufrió un cambio de fecha y fue aplazado para mitad de año.
En Argentina, Víctor estará hasta el próximo fin de semana, tiempo en el que convivirá y entrenará con otros jóvenes de su edad, y de otras partes del continente, que al igual que él buscan enamorar la retina de los ojeadores argentinos.
Los gastos del viaje son asumidos por River Plate filial Medellín, por haber sido el ganador de la convocatoria que se realizó en diciembre del año pasado.