La molestia entre los tachirenses crece, debido a las constantes fallas en los servicios públicos, especialmente respecto a electricidad, agua potable, conectividad y telefonía, cuyas deficiencias de servicio constituyen una verdadera agonía.
Y es que en la semana que culmina, la situación se ha agudizado aún más, al punto que los usuarios solo reciben unas cuantas horas diarias de estos servicios, sin que las empresas públicas encargadas de ofrecerlos brinden alguna explicación.
En algunos sectores, el servicio de energía eléctrica falla de seis a ocho veces al día y en otros, los cortes se extienden por más de 10 horas continuas. El agua se ausenta hasta por dos días seguidos y en ocasiones, si no hay luz, las viviendas que se abastecen mediante el uso de motobombas, también se quedan sin agua.
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Las constantes roturas en las tuberías del Acueducto Regional del Táchira es la causa más frecuente de suspensión de este servicio.
Las redes sociales se han convertido en espacios para desahogar la frustración generada por la falta de respuestas gubernamentales ante las deficiencias. Desde Caracas, las autoridades aluden al sabotaje, para explicar el apagón que afectó a más de la mitad del país el jueves y que aún mantenía este viernes altibajos e interrupciones.
Algunos de los sectores de San Cristóbal que reclaman por los constantes y largos cortes de electricidad son Cuesta del Trapiche, Unidad Vecinal, Genaro Méndez, Los Ángeles, Marco Tulio, La Alianza, Barrio Sucre, Santa Teresa, 23 de Enero, Pueblo Nuevo, Avenida 19 de Abril y Paramillo, por sólo mencionar unos cuantos.
Los municipios del interior del Estado, y en especial la zona de frontera, vive agobiada por la falta de servicios públicos. Cárdenas, Andrés Bello, Torbes, Córdoba, Bolívar, Ureña, los dos Capachos, Seboruco, Jáuregui, Guásimos, son algunos de los municipios desde donde se reportaron suspensiones del servicio por varias horas y repetidas veces.
Uno de los servicios con más inerrupciones es el de la energía eléctrica. /Foto Eilyn Cardozo
Llueven las quejas en las redes sociales
“Sin energía eléctrica, sin gas, y sin agua en la urbanización Los Teques. Una belleza”, reprochó Yolanda Gómez. “En casa cuando llega la luz se va el internet y viceversa”, lamentó Karelys Palma, estudiante universitaria que intentaba sin éxito cumplir con las asignaciones de su cátedra virtual de historia.
“La virtualidad ha constituido un verdadero reto para los estudiantes en Venezuela, y Táchira no es la excepción, pues las constantes fallas en el servicio impiden un adecuado proceso de enseñanza y aprendizaje, dificulta cumplir con los deberes escolares y obliga a los alumnos a permanecer más tiempo del necesario realizando sus actividades académicas, lo que produce cansancio, y falta de motivación”, explicó Gladys Chacón, coordinadora del Observatorio de Educación de FundaRedes.
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La molestia entre los usuarios aumenta, por el hecho de que, desde hace algunos meses, el incremento en el costo de estos servicios se ha dolarizado, elevando más de diez veces su valor, en especial para los sectores comerciales e industriales, que se ven seriamente afectados en su productividad por las fallas en el servicio.
Explican que, al no disponer de energía eléctrica, colapsa la telefonía y los sistemas de conectividad para puntos de pago, resulta casi imposible hacer transferencias y pagos bancarios.
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