Dos fincas, valuadas en dos mil millones de pesos, que, al parecer, eran manejadas por integrantes del grupo delincuencial Los  Rastrojos fueron sometidas a proceso de extinción de dominio por ser utilizadas para la fabricación, almacenamiento y distribución de estupefacientes. Dos fincas, valuadas en dos mil millones de pesos, que, al parecer, eran manejadas por integrantes del grupo delincuencial Los  Rastrojos fueron sometidas a proceso de extinción de dominio por ser utilizadas para la fabricación, almacenamiento y distribución de estupefacientes.

El coronel Eliécer Camacho Jiménez, comandante del  Departamento de Policía Norte de Santander, señaló que unidades adscritas a la Seccional de Investigación Criminal, en asocio con la Fiscalía y delegados de la Dirección Nacional de Estupefacientes y el Ministerio Público, ocuparon las fincas El Recreo y Casa Blanca de la vereda La Mutis, zona rural del municipio de Chinácota.

Lugares que según el proceso fueron utilizados en años anteriores como sitios para procesamiento de base de coca, aprovechando su ubicación geográfica para fabricar, almacenar y finalmente “transportar el estupefaciente ya procesado por rutas clandestinas al municipio de Los Patios y a la capital nortesantandereana”, destacó el oficial.

Por atentar contra la salud y la seguridad pública al relacionarse con estupefacientes, los predios quedaron en manos de la Dirección Nacional de Estupefacientes.