Jerónimo Cantillo, oriundo de Valledupar, llegará nuevamente a las pantallas colombianas a robarse el corazón del público.

Una actitud arrolladora, una sonrisa  que cautiva y muy seguro en cada una de las palabras que menciona, así es Jerónimo, músico desde los 12 años y quien encarnará en la televisión al inolvidable cantante Kaleth Morales.

Su recorrido actoral ha sido con personajes en ‘Tormenta de amor’, producción de Fox Telecolombia, ‘Amor de carnaval’ y ‘Mujeres al límite’, y musicalmente ha acompañado en el acordeón a artistas como Gusi y Karoll Márquez.

Cantillo hizo un recuento de lo que ha sido su proceso actoral y de su participación en la novela que llegará muy pronto a las noches Caracol: ‘La Dinastía Morales’.

¿Cómo llegó la propuesta de Kaleth Morales?

Me encontraba en Nueva York y mi manager, Deisy Marroquín, me llama a preguntarme si me interesaba un papel para ‘La Dinastía Morales’ y yo le dije que sí. Pensé de una vez en Kaleth, porque es un artista que marcó época. Incluso la vida de los jóvenes.

¿Es decir, ¿lo llamaron a hacer parte del elenco, pero inicialmente no era para Kaleth?

Sí, llego a Bogotá y me dicen que hay un papel. Al principio no me querían ver para Kaleth, pero fui necio y muy terco, me veía interpretándolo. Amo sus canciones, vivo con él y me metí en la cabeza que yo era Kaleth Morales. Entonces grabé un video interpretándolo y gustó.

¿Qué ha sido lo más enriquecedor de este papel?

Sobre todo la verdad, el nivel de verdad y compromiso que debe  tener uno como artista para hacer que quienes nos vean sientan. Poder transmitir con el arte de uno, porque para sentir la verdad hay que comprometerse. El ser humano se comunica a través de códigos emocionales, así que si el artista no está sintiendo la emoción el público tampoco la va a sentir.

Evolución en el medio

¿Quién es Jerónimo Cantillo?

Un soñador. Nací en Valledupar y tengo 21 años, no crecí en mi tierra a raíz de un atentado que nos hicieron. Mi papá era un líder político y lo asesinaron. Yo era un bebé, no recuerdo eso. Nos fuimos a Santa Marta y me crie entre Santa Marta y Bogotá. De algún modo tengo mezcla de costeño y del interior que me ha ayudado como artista.

¿Cómo inició en la música y terminó en la actuación?

Soy músico desde los 10 años, primero empecé con el piano, luego guitarra y ya después con el acordeón. Comencé a trabajar con la música para poder pagar mis clases de actuación. Incluso trabajé en el restaurante Gaira como acordeonista y es algo muy bonito, porque todos los músicos me verán ahora como actor e interpretando a Kaleth. Llevo 5 años preparándome en Nueva York como actor y artista escénico para que cada vez que Dios me ponga una oportunidad poder aprovecharla.

¿En qué producciones ha estado?

Lo primero que yo hice fue  ‘Amor de carnaval’, yo hacía el papel del antagónico Karol Márquez cuando  él estaba joven. Estuve en el Festival Iberoamericano de Teatro en una obra llamada ‘Mi hermana y yo’, luego comencé a hacer cosas pequeñas en caracol. Participé en una producción llamada ‘Tormenta de amor’ producida por Fox Telecolombia, ahí fui el coprotagónico, ese fue mi primer proyecto con un personaje importante.

¿Siendo tan joven ¿Cuál ha sido la clave para lograr todo eso?

Soy loco, cuando a mí se me mete algo en la cabeza yo voy por eso. Mi motivación es la  mujer, una niña, y cuando yo me enamoré de esa niña, yo me metí en la cabeza que “si yo la conquisto a ella yo puedo cualquier cosa en mi vida”  y como no la pude conquistar, por lo menos estoy cumpliendo mis sueños (entre risas) ser actor y formarme para eso.

¿Qué proyectos vienen?

Hollywood, ese es mi  sueño, yo soy un soñador de principio a fin. Así como una vez dije que me veía actuando y siendo protagonista de una novela acá en Colombia y mire, ya lo logré. Ando en un proyecto maravilloso, y de esta misma manera y con esa misma ilusión digo que me veo en  Hollywood.

¿Es disciplinado?

Sí y mucho. Dentro de la disciplina soy muy desjuiciado, pero cada vez que me desjuicio lo entiendo como una manera de aprender  algo. Siempre trato  de tener mis cinco sentidos muy abiertos. Una persona para poder lograr cosas a tan corta edad debe tener una humildad muy grande y saber que cualquier persona sin importan su estrato social puede enseñarte algo.