Miércoles, 23 de Julio de 2014
La Democracia es el peor sistema de gobierno con excepción de todos los demás: W. Churchill
Obviamente que en todas las propuestas que el Señor Presidente de la República hizo, relativas a correcciones políticas y a el deslinde definitivo de las ramas del poder público- ejecutivo, legislativo y judicial- para el periodo que se iniciará el 7 de Agosto del presente año, estamos de acuerdo, pero disentimos de la eliminación del voto preferente, por ahora. Como en el Eclesiastés 3, 1. 6 todo tiene su tiempo bajo el sol.
Ya habrá el tiempo en que tengamos la cultura política de otros países desarrollados y perfeccionadas las instituciones, entre esas, los partidos, entonces se podría hablar de listas cerradas. Cuando enseñamos Ciencia Política en las academias regionales, insistimos a los estudiantes que hoy la Gerencia Pública gira en derredor de: Educación, Régimen Político y Visión. En otros términos, la cosa es con cultura política y hay que refinar el régimen.
La historia del voto preferente es añeja, se equivocan quienes piensan que descubrimos el agua tibia con la reforma política de 2003. Pero ella, imperfecta como todo lo que hacemos coyunturalmente, fue buena y comenzó a corregir la anarquía multipartidista y las multipymes politiqueras. De 70 empresitas bajamos a la decena existente hoy. Y creamos el umbral que es un techo para los partidos, no para los candidatos y eso también fue bueno y poco a poco vamos saliendo de los colectores de la basura politiquera de Colombia. Y se dejaron las listas únicas que disciplinando a las minorías fanáticas y de secta, son una garantía representativa para ellas las confesionales de la izquierda y de la derecha, tan amigas del “dedazo” a la mejicana. Sí, que confeccione la lista el caudillo o la maquinaria, que es lo mismo, a dedo limpio o…sucio ¿qué importa? Se trata de cerrar las listas y que lleguen los delfines y las elites que acumularon el poder.
Y quedó el voto preferente, que como en la definición de Winston Churchill sobre la Democracia, es el peor sistema para garantizar la representación de las minorías dentro de un partido, de los luchadores contra las maquinarias politiqueras, de las ambiciones frenadas por el prurito de la envidia, con excepción de todos los demás, como el “dedazo”.
Además, la del voto preferente es una historia vieja y larga. Miren en 1870 un belga, J. Borely propuso el doble voto simultáneo para garantizar la representación proporcional de las Mayorías y la Minorías, que en América adoptó el Uruguay en 1910 en la Ley 3640 que dijo en el Artículo 5°: “ Todo elector deberá votar simultáneamente por el partido político permanente o accidental y por los candidatos. Luego en Enero de 1925 en Uruguay aparece una innovación y el voto es triple, por un partido, por una lista y por un nombre dentro de la lista, inclusive puede ser por una tendencia dentro del partido. (El llamado voto triple simultáneo).
Ya seguiremos con esta historia, que en Uruguay ya cumplió 100 años.
Adenda: Hace cinco años dije en esta columna, todas las reelecciones son inconstitucionales y por ende nulas (Parrita). La única viable (presidencial) se realizó reformando la constitución política.
Obviamente que en todas las propuestas que el Señor Presidente de la República hizo, relativas a correcciones políticas y a el deslinde definitivo de las ramas del poder público- ejecutivo, legislativo y judicial- para el periodo que se iniciará el 7 de Agosto del presente año, estamos de acuerdo, pero disentimos de la eliminación del voto preferente, por ahora. Como en el Eclesiastés 3, 1. 6 todo tiene su tiempo bajo el sol.
Ya habrá el tiempo en que tengamos la cultura política de otros países desarrollados y perfeccionadas las instituciones, entre esas, los partidos, entonces se podría hablar de listas cerradas. Cuando enseñamos Ciencia Política en las academias regionales, insistimos a los estudiantes que hoy la Gerencia Pública gira en derredor de: Educación, Régimen Político y Visión. En otros términos, la cosa es con cultura política y hay que refinar el régimen.
La historia del voto preferente es añeja, se equivocan quienes piensan que descubrimos el agua tibia con la reforma política de 2003. Pero ella, imperfecta como todo lo que hacemos coyunturalmente, fue buena y comenzó a corregir la anarquía multipartidista y las multipymes politiqueras. De 70 empresitas bajamos a la decena existente hoy. Y creamos el umbral que es un techo para los partidos, no para los candidatos y eso también fue bueno y poco a poco vamos saliendo de los colectores de la basura politiquera de Colombia. Y se dejaron las listas únicas que disciplinando a las minorías fanáticas y de secta, son una garantía representativa para ellas las confesionales de la izquierda y de la derecha, tan amigas del “dedazo” a la mejicana. Sí, que confeccione la lista el caudillo o la maquinaria, que es lo mismo, a dedo limpio o…sucio ¿qué importa? Se trata de cerrar las listas y que lleguen los delfines y las elites que acumularon el poder.
Y quedó el voto preferente, que como en la definición de Winston Churchill sobre la Democracia, es el peor sistema para garantizar la representación de las minorías dentro de un partido, de los luchadores contra las maquinarias politiqueras, de las ambiciones frenadas por el prurito de la envidia, con excepción de todos los demás, como el “dedazo”.
Además, la del voto preferente es una historia vieja y larga. Miren en 1870 un belga, J. Borely propuso el doble voto simultáneo para garantizar la representación proporcional de las Mayorías y la Minorías, que en América adoptó el Uruguay en 1910 en la Ley 3640 que dijo en el Artículo 5°: “ Todo elector deberá votar simultáneamente por el partido político permanente o accidental y por los candidatos. Luego en Enero de 1925 en Uruguay aparece una innovación y el voto es triple, por un partido, por una lista y por un nombre dentro de la lista, inclusive puede ser por una tendencia dentro del partido. (El llamado voto triple simultáneo).
Ya seguiremos con esta historia, que en Uruguay ya cumplió 100 años.
Adenda: Hace cinco años dije en esta columna, todas las reelecciones son inconstitucionales y por ende nulas (Parrita). La única viable (presidencial) se realizó reformando la constitución política.