Tres actos que se dieron en los últimos ocho días serían el preludio de la normalización comercial entre Colombia y Venezuela.

Después de diez meses del cierre de la frontera terrestre entre los dos países, autoridades del estado Táchira y Norte de Santander se sentaron a dialogar y, entendiendo las dificultades que se viven a cada lado de los puentes internacionales, se comprometieron a pedir a sus presidentes el restablecimiento de la dinámica comercial entre los dos países.

Todo empezó el pasado viernes cuando el presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Carlos Luna Romero, en compañía de algunos voceros de gremiales de la región, se desplazó hasta Venezuela para reunirse con el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora. Allí, palabras más palabras menos, se concluyó que la frontera debe estar abierta pero bajo nuevos mecanismos, los cuales tienen que funcionar de manera legal y complementaria, garantizando el crecimiento equitativo de las industrias de los dos países.

La reunión fue tan productiva, explicó Luna, que además se abrió la posibilidad para que en un momento determinado, cuando las relaciones comerciales estén normalizadas, se haga todo el proceso con el objetivo de que PDVSA le venda al departamento los 15.000 barriles diarios de crudo que se requieren para poner en marcha el proyecto de la Refinería de Cúcuta, la cual, se tiene previsto, servirá como ancla para el nacimiento de un nuevo parque industrial.

Hoy, el proyecto de la refinería está parado porque Ecopetrol no ha garantizado la venta del combustible, pero cuando esto suceda, se espera que en dos años la infraestructura esté lista para operar.

Cinco días después del encuentro (miércoles) se conoció que el gobierno de Venezuela autorizó el embarque de 170.000 toneladas de carbón nortesantanderanas represadas en el puerto de La Ceiba (Lago de Maracaibo) desde el 19 de agosto del año pasado, cuando se paralizaron los pasos fronterizos. Ahora, el mineral espera llegar a sus destinos finales en Centroamérica y El Caribe.

Al siguiente día, el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado –autorizado por el Gobierno Nacional– viajó hasta San Cristóbal (capital del Táchira), para reunirse con su homólogo (Vielma). “Esta actividad es el primer paso para lo que puede ser la apertura de la frontera (…) los temas que se pudieron abordar tienen que ver con la gestión que en equipo podemos hacer con nuestros presidentes para lograr que se reanuden las actividades en la línea limítrofe”, aseguró Villamizar al concluir la reunión.

Durante este último encuentro, en donde la venta de crudo de PDVSA a la refinería fue un punto fundamental, los gobernadores acordaron reunirse hoy en el puente Tienditas, como un acto simbólico.

¿Qué hace falta?

Aunque este esfuerzo regional representa un avance en las aspiraciones de la normalización de la dinámica de la frontera, al final la decisión depende de los presidentes: Juan Manuel Santos (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela).

El economista y director del observatorio económico de La Frontera, de la Universidad de Pamplona, Alexander Botello Sánchez, indicó que el restablecimiento del comercio binacional pasa por las normas que se establezcan para el comercio de alimentos y el contrabando de combustible. En los dos temas, Venezuela sería la que pondría las mayores condiciones.

Otra opción es replicar o hacer algo similar al tratado de información pactado el año pasado entre Colombia y Panamá, explicó Diego Zarate, director del programa de Comercio Exterior de la Universidad de Santander (Udes), seccional Cúcuta. Según él, con un tratado que permita el intercambio de información entre las dos naciones sobre las empresas, sus cuentas, estados financieros y movimientos internacionales, entre otros aspectos, se podría dar un buen paso para reabrir la frontera.

Para el presidente de la Comisión Regional de Competitividad, Jaime Rodríguez Oviedo, es fundamental que el presidente Santos y sus ministros viajen a Cúcuta a conocer de cerca el impacto del cierre de la frontera.

El vocero dijo que se necesita un consejo de ministros en Cúcuta para hablar sobre la apertura y tomar nuevas medidas.

Bases de los encuentros

Desarrollar gestiones para la apertura del paso fronterizo y el relanzamiento de las relaciones binacionales, en donde sobresale el intercambio económico.

Crear un nuevo marco de relaciones a partir del diseño y la implementación de instrumentos políticos y jurídicos. Además de innovar los proceso para formalizar el intercambio económico, buscando erradicar el contrabando y las dinámicas ilegales que se dan en la frontera,

Implementar mecanismos complementarios que permitan el encadenamiento productivo de las industrias de los dos países, aprovechando las potencialidades existentes en cada una de ellas.

La factibilidad de desarrollar proyectos productivos de alto impacto económico y de gran trascendencia para la satisfacción de necesidades, sobre la base de la cooperación binacional.

Además de intermediar ante los gobiernos nacionales, los gobernadores abrieron la posibilidad de que Venezuela, a través de PDVSA, garantice el suministro de los 15.000 barriles diarios de crudo necesarios para poner en marcha el proyecto de la Refinería de Cúcuta.