La continuidad en la caída de los precios del petróleo pone un manto oscuro sobre las finanzas del Estado colombiano y el bolsillo de las familias.
Para un país como Colombia, cuyos ingresos dependen en un 50% de la renta petrolera, la caída del precio del crudo es más que preocupante. Aunque antes de finalizar el 2015, el Gobierno anunció un recorte presupuestal y un ‘apretón del bolsillo’ para cumplir con la regla fiscal, el déficit presupuestal de las arcas del Estado podría ir en aumento, si el petróleo sigue cayendo y se ubica por debajo de los 30 dólares por barril, como ya lo habían previsto los analistas internacionales.
A la menor renta del petróleo se sumará la continua devaluación del peso frente al dólar, el cual tiene una incidencia directa sobre la inflación, que para el 2015 se ubicó en 6,77%, superando las expectativas del Gobierno.
Para controlar el aumento de la inflación y la cotización del dólar, el Banco de la República tendrá que aumentar la tasa de interés, explicó Sebastián Salgado, director económico de la Asociación de Comisionistas de Bolsa de Colombia (Asobolsas).
Aunque comprende que el Emisor debe tomar esta decisión, Catalina Guevara, analista macroeconómica de Alianza Valores, asegura que esta medida hará más sombrío el panorama del país, porque la inflación también estará influenciada por el fenómeno de El Niño y “ahí las tasas de interés no tienen nada que ver”.
Ante la reducción de los ingresos por la venta de petróleo, el Gobierno tendrá que ajustar más los gastos y buscar otras entradas de recursos. Una de las opciones existentes es aumentar la deuda externa, “pero esto ya se hizo y no es tan conveniente”, expresó Guevara.
La otra alternativa es ampliar la carga de impuestos a los ciudadanos, que muy probablemente sucederá en los próximos meses. Esta salida, aunque ayudaría a mitigar las pérdidas, también tendría un impacto sobre el bolsillo de los consumidores, afectando la dinámica del comercio y desacelerando aún más la economía del país, aseguraron los expertos.
Sin los recursos necesarios para sostener los proyectos existentes y solventar las nuevas iniciativas, la venta de Isagén tiene un papel fundamental para el Estado, en donde se esperarían recaudar más de $6 billones. El director económico de Asobolsas expresó que estos recursos “bien invertidos tendrían un gran valor para las cuentas de la nación”.
Dólar alto igual a crudo bajo
Los ajustes presupuestales se hacen urgentes, dada la dinámica de precios bajos que tendrá el petróleo durante varios meses.
El vocero de Asobolsas dijo que el barril del petróleo (Brent y WTI) seguirá bajando, en gran medida por el fortalecimiento del dólar, que se verá beneficiado con las intervenciones a la tasa de interés que anunció la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). “Aquí hay una relación inversamente proporcional, un dólar alto implica un barril bajo, mientras que un barril alto, genera un dólar bajo”.
Otros factores que seguirán llevando el precio del crudo hacia abajo serán la creciente oferta y la baja demanda, la tensión en Oriente Medio entre países productores como Irán y Arabia Saudita y, por supuesto, el autoabastecimiento de Estados Unidos, que ahora no solo dejó de comprar crudo, sino que empezó a exportarlo.
Vale resaltar que en los dos últimos días tanto el petróleo de referencia WTI y Brent, tocaron la cotización mínima en 12 años, acercándose cada vez más los pronósticos de algunos especialistas internacionales, quienes han asegurado que llegará a los 20 dólares por barril.
