Tras aprobarse en primer debate en la Cámara de Representantes la eliminación progresiva del 4 x 1.000, la iniciativa ha generado debate. Esta a sería la tercera vez que se intenta acabar con este impuesto.
Para Guillermo Sinisterra, economista y profesor de la Universidad Javeriana, el 4 x 1.000 es un impuesto que siempre ha sido tildado de anti técnico porque básicamente incentiva la no bancarización.
“Quienes tienen un flujo de caja constante y tienen dónde guardar su plata que no sea en el banco, prefieren esa otra opción para no pagar el 4 x 1.000”, dijo el experto.
Además, destacó que la eliminación del impuesto que está sobrecargando a las personas y a las empresas, será beneficioso precisamente para pequeñas, medianas y grandes empresas, y personas de clase media y alta.
“Que no exista el 4 x 1.000, será un obstáculo menos para que las personas usen el sistema financiero y el uso del sistema dinamiza las economías”, aseguró Sinisterra.
Sin embargo, con la eliminación, dijo el economista, es probable que genere otra reforma tributaria porque son recursos que le dejan de llegar al Gobierno.
“Talvez la inclusión de más productos al cobro del IVA sea una opción”, puntualizó.
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, recordó que “es un impuesto que, si bien es muy eficiente en término de recaudo tributario, es ineficiente en lo que respecta a la bancarización y la productividad del país, especialmente porque estimula el manejo del efectivo que a su vez no deja circular los recursos de la economía desde los agentes que tienen liquidez hacia quienes la necesitan, que es una función importante del sistema financiero”.
Así mismo dijo que “sería positivo encontrar la manera de eliminar este impuesto, sin embargo, será muy difícil ya que genera más o menos 0.8 % del PIB. Si bien sería positivo retirarlo se requiere de una reforma más estructural en materia tributaria”.
De acuerdo con Alexander Botello, economista y Coordinador del Programa de Economía de la Universidad de Pamplona, la eliminación de este impuesto sí podría afectar a la economía teniendo en cuenta que los recursos que se recaudan entran a las arcas del Gobierno y estos son destinados para programas, y una disminución podría impactar el gasto público y desacelerar en parte la demanda agregada de la economía en un momento donde más se requiere la dinamización y reactivación.
Sin embargo, explicó, que al no ser un impuesto que se eliminaría de inmediato sino de forma progresiva, esto evitaría el ‘hueco fiscal’, y beneficiaría a muchos colombianos que realizan transacciones financieras, y podría contribuir a una mayor bancarización.
Origen del 4x1.000
También conocido como Gravamen de Movimientos Financieros (GMF), el 4x1.000, es un impuesto del Gobierno nacional en el que por cada $1.000 en algún tipo de movimiento financiero, se pagan $4. Este gravamen es recaudado por los bancos y luego girado al Gobierno, con algunas excepciones. De este modo, las entidades financieras no obtienen ningún beneficio de este tributo, sino que el dinero pasa directamente a las arcas del Estado.
Nació el 16 de noviembre de 1998, mediante el decreto 2331 de 1998, el Gobierno implementó el 2 X 1.000 para hacerle frente a la crisis bancaria, inicialmente la medida sería transitoria, sin embargo, en 1999, bajo la emergencia económica de un terremoto en la zona cafetera, el impuesto se prolongó por un año más y se modificó el destino de los recaudos.
En el 2000, este impuesto fue convertido en permanente y su tarifa inicial de 2 X 1.000, se incrementó al 3 X 1.000, para luego elevarse al 4 X 1.000.
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