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Economía
El talento y el conocimiento, la mayor riqueza de la región
Sir Ken Robinson aseguró que la educación es fundamental para el progreso de la sociedad.
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Jorge Andrés Ríos Tangua
Jueves, 20 de Agosto de 2015

 

Las inversiones en infraestructura, los avances en materia comercial, los planes de crecimiento y todo proyecto de desarrollo planeado para Norte de Santander o para cualquier ciudad, departamento o país, no generará un gran cambio, si su desarrollo no se basa en una cultura innovadora.

Para innovar, lo más importante, según explicó Sir Ken Robinson, es la gente, sus talentos y sus conocimientos. Es en este paso, donde la educación es fundamental para el progreso de la sociedad.

Durante su presentación en Expogestión Frontera 2015, el experto en revolución educativa, dijo que para crear una cultura innovadora se requiere un trabajo conjunto en tres frentes diferentes: cultura, comercio y educación, siendo esta última, el eje fundamental en los procesos de cambio que se han adelantado en diferentes lugares del mundo, como Singapur, que sobresale en la actualidad como una de las ciudades más innovadoras del mundo.

Entendiendo, entonces, la importancia de la educación, las preguntas que todos deben hacerse es ¿Cuál es el papel que está jugando la educación en la sociedad? ¿Para qué se están educando las personas? ¿Cuál es la relación que hay entre la innovación y la educación? ¿Es pertinente el sistema educativo actual? A estos y otros interrogantes respondió Robinson, durante una charla que duró un poco más de una hora.

Las cuatro tareas del sistema 

La educación para transformar la sociedad y promover la cultura de la innovación, tendría que responder a cuatro objetivos.

El primero de ellos, dijo Robinson –que ha liderado procesos en Singapur, Irlanda del Norte y Estados Unidos– es el de fomentar la formación de personas económicamente independientes, que sean capaces de identificar y fortalecer sus principales talentos.

En este punto, enfatizó en que las probabilidades de ser exitoso y feliz radican en la posibilidad de “amar lo que hacemos, de levantarnos cada mañana a hacer lo que realmente queremos”.

La segunda función de la educación es la de enseñar y entender la cultura, un aspecto que le permite a una sociedad aprovechar la diversidad, sacar lo mejor de ella, para crecer de manera conjunta. La música, y especialmente el Rock and Roll, es el mejor ejemplo de ello.

Grupos que han marcado la historia de la música, como los ‘cuatro de Liverpool’, es decir, The Beattles, son una muestra clara de como personas con gustos y cualidades diferentes, pueden unirse por un solo fin, siendo innovadores.

El tercer escalón educativo es el propósito social, el de formar ciudadanos para el mundo, capaces de entender los conflictos y presentar propuestas para los mismos, personas críticas y con visión.

La cuarta y última tarea de un sistema educativo, tal vez la más importante, es la de ayudar a las personas a definir sus metas y a cumplirlas, siendo este es uno los puntos que más conflictos genera en la actualidad.

El especialista inglés, uno de los personajes más reconocidos en el mundo en materia educativa, dijo que el inconveniente está es que la educación trata a las personas como si tuvieran los mismos talentos, sin reconocer que todos los seres humanos son diferentes, con un gran número de cualidades distintas y, por supuesto, metas propias.

Escuelas para la creatividad  

Como parte del legado de la industrialización, los sistemas educativos tienen cada día estándares más rígidos que menoscaban la creatividad y la imaginación.

En el mundo, el modelo de educación más exitoso es el de Finlandia.  La clave de su éxito, aseveró Robinson, es que pensaron en el desarrollo del ser humano, entendiendo lo más importante, que cada persona es única.

Aunque girar del todo las grandes estructuras de educación de los países es difícil y muchas veces frustrante, pues cuando se aplica algún cambio se hace desde arriba, desde el Gobierno y no desde el interior de las instituciones -que es donde se da la educación-, si hay una serie de recomendaciones que se pueden aplicar para lograr una educación real.

Entre las pautas dadas por Robinson, una de las debilidades está el bajo valor que hoy se da a los maestros y esto es algo por cambiar, entendiendo que son ellos los encargados de guiar a los que serán los formadores de la sociedad. Los maestros necesitan mejores sueldos y condiciones laborales, requieren mayor preparación y, sobre todo, urgen del acompañamiento de los padres en la guía que se le está dando a los alumnos.

En lugares como Norte de Santander, es importante la vinculación de otros actores sociales a la educación, para definir estrategias y apoyar proyectos de innovación. 

Aparte de esto, las escuelas tienen que revisar sus currículos, reevaluar sus métodos de evaluación, premiar las apuestas creativas y no recriminarlas, como sucede en muchos lugares actualmente.

Innovación, el tercer paso 

Ser innovador es el reto y el dilema de muchas personas. Esta palabra a veces se convierte en un fantasma para desarrollar un proyecto.

Pero, para llegar a la innovación se necesitan dos cosas, dos elementos  que todos los seres humanos tienen: imaginación y la creatividad. 

La imaginación permite visualizar cosas, la creatividad hace que esas cosas se transformen en ideas y la innovación es la que hace que esas ideas nuevas se vuelvan realidad.

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