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Economía
El flujo de remesas pierde fuerza por el coronavirus
El pandemia afecta la actividad económica de los países, incluyendo los que son fuentes importantes de estos giros para Colombia.
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René Mora Vicuña
Domingo, 12 de Abril de 2020

Europa, Estados Unidos y Latinoamérica están en cuarentena. La actividad económica esta casi paralizada. La demanda de productos y servicios disminuye. Miles de empleos están en juego y el flujo de remesas está comprometido.

Las familias de los trabajadores en el extranjero son las más afectadas con la coyuntura actual. El dólar había superado la barrera de los $4.000 –el 13 de marzo–, y esperaban recibir más pesos por cada dólar enviado; pero el coronavirus les dañó las cuentas. 

Se estima que el flujo de las remesas disminuirá un 30 por ciento en el mejor escenario y un 40 por ciento en el peor de todos. Un recorte de esta magnitud no solo afecta los ingresos de los colombianos sino de miles de venezolanos que reclaman su giros en el país.

El año pasado, los envíos de remesas sumaron 6.744 millones de dólares, un incremento anual de 6,7%, el equivalente a 422 millones de dólares, de acuerdo con el último reporte del Banco de la República. España y Estados son los principales emisores de las divisas.

De ese monto, Norte de Santander recibió 105 millones de dólares en 2019, un 8,2 por ciento más que en 2018, cuando la suma fue de 97 millones de dólares. Una cifra muy inferior si se tiene en cuenta que el mayor pico de las remesas fue de 339 millones de dólares en 2013.

Los envíos de Estados Unidos, que cayeron en 2009 producto de la recesión, se han recuperado rápidamente desde el 2013. En el caso de España, la recesión provocó una fuerte caída en las remesas, entre 2009 y 2013, y solo hasta hace dos años se ha recuperado.

Las remesas de Venezuela se incrementaron entre 2009 y 2013, mitigando las caídas de Estados Unidos y España, pero desaparecen en 2014, como resultado de las restricciones a los envíos de divisas y la contracción de la economía en el vecino país.

Esta disminución fue severa en los ingresos de Norte de Santander por ese concepto. En 2013, Venezuela era el principal emisor de las remesas, con 199 millones de dolares. Luego pasó a 13 millones en 2014 y a 1,7 millones en 2015, según los datos del banco central. 

Aunque los envíos desde el país bolivariano aumentaron a 2 millones dólares en 2016, para un incremento de 17,6 por ciento, la caída en los próximos tres años fue drástica: 400.000 dólares en 2016, cero dólares en 2018 y 500.000 dólares en 2019.

Este desplome coincide con el cierre de la frontera en agosto de 2015 y la agudización de la crisis económica y social en Venezuela. La escasez de alimentos y la pérdida de poder adquisitivo, por hiperinflación, provocaron el éxodo de más de cuatro millones de personas.

Asdrúbal Oliveros, director de la consultora venezolana Ecoanalítica, estima que el flujo de remesas hacia Venezuela caerá un 50 por ciento por el coronavirus, de 3.500 millones a 1.800 millones de dólares. La proyección era de 4.000 millones de dólares para 2020 .

“Muchos de estos fondos se quedan fuera de Venezuela, son dólares que se cambian fuera del país, pero el impacto en el consumo si es directo por los intercambios en bolívares. Sin embargo, ese flujo de remesas sobre el total de los ingresos del país pesa entre un 18 y un 20 por ciento”.

En este contexto, Cúcuta juega un papel importante para los ingresos de los venezolanos en los municipios fronterizos. Las remesas que cobran en la ciudad se utilizan para comprar alimentos que no hay en el otro lado o las transfieren a cuentas bancarias en bolívares.

Si las remesas se envían directo a Venezuela, el monto se reduce por concepto de impuestos y se paga en bolívares. La inflación del vecino país llegó a 9.585 por ciento en 2019, según el Banco Central de Venezuela; mientras que en Colombia fue de 3,8 por ciento.

Oliveros afirma que cerca del 40 por ciento de los hogares venezolanos dependen de las remesas que envían sus familiares en el exterior. Se estima que el promedio de los giros internacionales está entre 50 y 90 dólares, alrededor de $388.600.

Choque global

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, afirma que el coronavirus es un choque global, que está afectando la actividad económica de todos los países, incluyendo los que son fuentes importantes de remesas para el país, como Estados Unidos y España. 

“Es de esperarse que haya una reducción sustancial. El año pasado fueron del orden de los 6.700 millones de dólares. Este año no nos debería sorprender caídas del orden del 30 o 40 por ciento en el monto de estas remesas, aunque todavía con mucha incertidumbre”.

Frente a Norte de Santander, señala que un problema con las cifras es que hay un subregistro importante de las remesas por la informalidad de la actividad económica en la frontera, así como por los mecanismos usados que pueden estar por fuera del control de las autoridades. 

“En ese sentido, es aún más difícil pronosticar qué va a pasar con los ingresos por remesas en la ciudad, pero no nos deberían sorprender caídas sustanciales en los próximos meses”, explica Mejía.

América Latina

Un informe de Havana Consulting Group afirma que las remesas que llegan a América Latina tendrán un fuerte declive en 2020, a causa del impacto de la pandemia de la COVID-19 en los principales mercados emisores de la región: Estados Unidos y Europa.

“Para el segundo trimestre del año se proyecta que los despidos en Estados Unidos alcancen los 47 millones de trabajadores, lo que significa una tasa de desempleo de 32,7 por ciento, superior a la tasa de desempleo de la Gran Depresión en 1948”, dice el documento.

En ese contexto, la consultora, con sede en Miami, estima que el flujo de remesas en América Latina caerá entre un 20 y un 30 por ciento en 2020, tras varios meses de confinamiento para contrarrestar la propagación del coronavirus, que ya contagió a un millón de habitantes. 

Según los datos publicados por Havana, a partir de la información difundida por el Banco Mundial, bancos centrales y fuentes propias, las remesas que llegan a Colombia se reducirán en un 22,5 por ciento, de 6.774 millones a 5.249 millones de dólares. 

En el caso de Venezuela, la consultora estima una merma de 17,3 por ciento, de 3.115 millones a 2.576 millones de dólares. Solo el 7,5 de las remesas llegarán de Estados Unidos.

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