La venta de repuestos para vehículos fue a baja velocidad en 2015, especialmente en Norte de Santander, en donde, por el cierre fronterizo, se dejaron de vender cerca de $2.000 millones mensuales, según los cálculos de los empresarios.

El gerente general de el concesionario Automarcol, Sergio Palacios, indicó que esto corresponde a la venta estimada que los concesionarios de todas las marcas que hay en Cúcuta y el área metropolitana, hacían a los venezolanos que mensualmente venían a la región por los repuestos que no encontraban en su país.  

Para el presidente ejecutivo de la Asociación Automotriz y Sus Partes (Asopartes), Tulio Zuloaga Rebollo, la medida del cierre fronterizo tomada por Nicolás Maduro, no generó una reducción del mercado negro, pero sí deterioró el comercio formal. Según el vocero de la Asociación, las ventas en la ciudad de este sector mermaron en 2015 cerca del 50%.

Sin embargo, Palacios explicó que este es tan solo una parte del mercado y, en este caso, los concesionarios y sus servicios post venta llegaron a Cúcuta por el crecimiento que tiene la región y no por Venezuela.

Frente al futuro de la venta de autopartes, Zuloaga destacó que el 2016 será un año muy duro, teniendo en cuenta la subida del dólar, que encarece la importación de los repuestos y, por lo tanto, su precio final al cliente.

En 2015, el costo de los repuestos aumentó cerca de un 32% por el mismo motivo y las ventas del sector en todo el país terminaron en 3.900 millones de dólares, una cifra inferior a los 4.100 millones de dólares que se habían alcanzado en 2014.

El empresario y vocero de Asopartes en Norte de Santander, David Alberto Reyes, dijo que muchos de los negocios que tienen como única actividad comercial la venta de repuestos, están a punto de cerrar por los altos costos y las bajas ventas. “Un  juego de anillos de motor que costaba entre $70.000 y $80.000 ahora valen $110.000 0 $120.000, y eso nos ha afectado mucho, sumado a que las empresas nos exigen más garantías para vendernos la mercancía”, dijo Reyes.

La otra preocupación de Zuloaga, es que con las condiciones actuales del mercado, es decir, el dólar caro y la desaceleración económica, se fomente el mercado de productos de contrabando y la comercialización de autopartes usadas. Por ejemplo, la venta de repuestos usados pasó de 665 millones de dólares en 2014 a 680 millones de dólares en 2015.