El sector de la construcción continúa creciendo en Norte de Santander a pesar de la crisis económica que afronta la región desde hace varios años.

Margarita Contreras Díaz, gerente ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), capítulo Cúcuta Nororiente, habló con La Opinión sobre la realidad de esta industria.

Con cuatro años al frente del gremio de los constructores, Contreras reconoció que Cúcuta crece de forma desordenada, por lo que se necesita con urgencia un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de segunda categoría.

¿Cómo va el crecimiento de la construcción en Norte de Santander?

La verdad es que hemos tenido muy buenos resultados. Mirando las cifras, vemos que desde 2008 cuando Camacol nacional volvió a la ciudad todos los indicadores han mejorado. En 2015, comparado con ese año, detallamos que en   el lanzamiento de proyectos aumentamos 187,4%, en iniciación de obras 276,7%, en venta subimos 341,5% y la oferta la mejoramos 307,6%.

¿Por qué el sector sigue teniendo buenos resultados, en contra vía de la crisis que afronta la economía regional?

Es determinante que los ciudadanos durante años ahorraron sus cesantías y las pudieron usar aprovechando los planes de vivienda del presidente Juan Manuel Santos.

Otro tema importante es que la región estuvo durante mucho tiempo desconectada de las políticas nacionales, pero ahora los constructores vieron oportunidades para la región y las están trayendo.

En el crecimiento de la construcción tenemos que darle crédito a los empresarios de la arcilla, que hacen parte de nuestra cadena productiva y muy juiciosos han buscado otros canales de distribución en Estados Unidos y Centro América para dejar de depender de Venezuela.

En Cúcuta y el área metropolitana es notable el aumento de proyectos de vivienda y del sector comercial, pero pareciera que se está creciendo de manera desordenada…

Esto es cierto, pero lo esencial ahora es que las administraciones municipales del área metropolitana y la gobernación, tienen una oportunidad muy grande de aprovechar las asesorías que está dando el Departamento Nacional de Planeación (DNP) para crear un POT de segunda generación, que responda a las verdaderas necesidades de nuestro territorio. Hemos carecido de muchísimas cosas, pero no se puede llorar sobre lo mojado porque es una actitud que no nos creen en ningún lado.

¿Cuál es la causa para que la expansión de Cúcuta sea desordenada?

Para mí, como arquitecta y gestora urbana, el problema es que el POT de Cúcuta se hizo y se aprobó, pero los estudios especializados se dejaron para después, y eso es un error.

Usted primero tiene que hacer los estudios para poder determinar donde hay microzonificación sísmica, cómo es el manejo de las edificaciones especiales, hasta cuántos pisos puede construir en diferentes zonas de la ciudad.

Solo si tenemos dichos estudios, se puede hacer que ese sentido urbano vaya cambiando de acuerdo a las potencialidades del suelo. Un plan de ordenamiento en estas condiciones pone en riesgo a las personas y el desarrollo regional.

Usted no puede inventarse que donde habían dos casas unifamiliares las puede tumbar y levanta un edificio de 10 pisos, porque de pronto los terrenos no son los adecuados. La gente lo hace y la curaduría da los permisos porque el POT lo permite.

Se necesita un plan de ordenamiento sólido, que otorgue garantías jurídicas para que no se repita lo del centro comercial Tennis Club, que debió suspenderse después de tener los estudios, los permisos y la inversión garantizada.

No se trata de culpar a nadie, se trata de hacer los estudios y un POT de segunda generación.

Si el POT no tiene estudios ¿cómo se hace para construir?

Actualmente los estudios los hacen las constructoras y eso genera costos que encarecen el proyecto y que la gente no lo ve. Las personas dicen que subieron los precios, que hay burbuja inmobiliaria, pero no saben que los costos para crear un proyecto de calidad son altísimos.

El valor de la microzonificación sísmica de un terreno es muy alto y no conlleva a nada, porque esto se debe hacer en placas tectónicas, en espacios de ciudad y no en lotes de barrio. Los resultados no varían en una cuadra, eso se ve en tres o cuatro kilómetros, por eso se requieren estudios más grandes.

¿Quién hará los estudios para el nuevo plan de ordenamiento territorial?

Nosotros como Camacol nos hemos involucrado en temas de ciudad y ya presentamos ante la alcaldía de Cúcuta los estudios de oferta y demanda de vivienda entre 2011 y 2014, y el de lineamientos y herramientas para el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) 2018-2030.  Con el alcalde Cesar Rojas ya nos reunimos en dos ocasiones, le presentamos la información y el quedó de transmitirla a su equipo de trabajo. En Los Patios y Villa del Rosario tenemos citas pendientes pero han sido receptivos.

Como miembro del Consejo Territorial, en representación de Camacol, también pedí a la alcaldía de Cúcuta que se muestren los alcances del nuevo plan de ordenamiento, si es que se le van a hacer cambios.

¿Quién gana con un plan de ordenamiento bien estructurado?

Soy una mujer positiva y creo que no nos hemos sentado a dialogar sobre lo que nos conviene a todos.

Si tenemos un Plan de Ordenamiento Territorial bueno, bien estructurado, con estudios reales, vamos a ganar todos, más ahora que van a instalar la plusvalía, que debe ser un dinero que se vea en obras, no que se cobre y no se vea representada.