Tres años pasaron para que Colombia autorizará de nuevo la importación de chatarra ferrosa y no ferrosa, desde Venezuela.

La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) decidió derogar la aplicación del Decreto 070 de febrero de 2014, mediante la cual se había restringido el paso de esta mercancía por los puntos aduaneros de Cúcuta, Arauca, Maicao, Riohacha y Puerto Carreño, todos ubicados en la frontera colombo-venezolana.

Claudia Gaviria, directora nacional de aduanas, explicó que en su momento la decisión del Gobierno colombiano estuvo también relacionada con la directriz de las normativas venezolanas que prohibieron la exportación de chatarra ferrosa y no ferrosa. Sin embargo, tiempo después, Venezuela cambio de decisión y volvió a permitir la venta al exterior de este material.

La funcionaria explicó que la autoridad aduanera del país empezó a estudiar la derogación de la norma, pero llegó el cierre de la frontera y ahora, con el paso restringido que existe, se decidió quitar por completo la medida, por lo que los empresarios de este sector, ya pueden reactivar sus importaciones.

“Básicamente se estaba en espera de las decisiones políticas de cómo se iba a hacer la apertura aduanera. Ahora con esta apertura escalonada se decidió desistir de la regulación”, agregó

Sin embargo, para que el trámite se pueda hacer de manera legal, los comerciantes tendrán que presentar un documento soporte, que demuestre que la chatarra sale de Venezuela. “Cada uno de los países tiene sus propias legislaciones, para nosotros tiene que ser un documento emitido por una autoridad, que puede ser aduanera o las que hagan las veces para la salida de estos tipos de productos. Ya el funcionario inspector evaluará el documento en cada aduana”, agregó Gaviria. 

La resolución fue expedida el 28 de febrero de 2017, es decir que ya está vigente, por lo que los empresarios tienen todo el soporte legal para hacer el paso de la mercancía, a la hora que está autorizado en los puentes fronterizos. La directora de Aduanas, indicó además que se está haciendo un control tributario a la comercialización de chatarra para evitar los problemas de evasión que se presentaron en años anteriores.

Norte de Santander resulta fundamental para este comercio, pues se calcula que el 90% de la chatarra importada que llega desde Venezuela se registra en la aduana de Cúcuta. Además de una importante reactivación económica, pues datos no oficiales, estiman que cerca de un centenar de empresas se dedican a esta actividad y 3.000 recolectores se habían visto afectados con la medida.