Más de diez empresas de arcilla de Norte de Santander han cerrado sus operaciones por la caída en la ventas, que en los primeros cinco meses del año acumula una disminución de 30%.

La sobreoferta en el departamento, el alza del dólar y la poca demanda del mercado interno, son los principales responsables de que el comercio de productos elaborados a partir de la arcilla se haya reducido.

Jairo Yáñez, presidente de la Asociación de Industriales de la Arcilla de Norte de Santander (Induarcilla), afirma que el sector avanza en el proceso de sustitución de comercialización hacia el mercado interno, pero los costos son altos.

El dirigente gremial explica que esta situación, unida a la falta de vías adecuadas y los fletes del transporte de carga –que representan el 35% de la operación– afectan los costos de la producción arcillera regional.

Por su parte, el jefe de operaciones de Colgres, Hernán Olarte, informó que en 2008 había 120 empresas en operación, hoy esa cifra se redujo a 70 trabajando de forma intermitente. Situación similar ocurre con los empleos. Hace siete años, el sector empleaba a 7.000 personas directas, hoy solo tiene espacio para 1.800 empleos.

Olarte informó que hay fábricas que abren tres semanas fabrican productos y luego cierran para mantenerse con los gastos mínimos, ya que la merma del mercado natural con Venezuela ha golpeado fuertemente a este sector.

Mencionó que empresas pequeñas como Colgres hace cuatro años facturaban $1.500 millones, pero hoy esa facturación está entre $300 y $500 millones al año, lo que representa una disminución considerable de la capacidad productiva.

A pesar de este panorama, el sector productivo busca alternativas para sobrevivir con la diversificación de sus productos en el mercado interno; sin embargo, Yáñez considera que ha sido una tarea “titánica” para las pequeñas empresas, que tienen altos costos de producción y precios elevados para competir en el mercado nacional. 

Sobre el tema de las exportaciones, el presidente de Induarcillas indicó que “al aumentar la tasa de cambio, los volúmenes de exportación tienden a mejorar, pero en febrero y marzo disminuyeron por la caída del dólar; los productos exportados pierden su competitividad al caer el dólar”, informó.

Los arcilleros aspiran a que el mercado mejore si la tasa de cambio se mantiene sobre los $2.500, “es una tasa competitiva para buscar mercados de exportación”.

Yáñez informó que las ventas de bloque de arcilla en el mercado local también han disminuido a pesar de la cantidad de proyectos de construcción y viviendas de interés social del Gobierno Nacional.