Este 2023 se cumplirán 10 años del accidente del alemán Michael Schumacher, piloto de la Fórmula 1, durante unas vacaciones en los alpes franceses. El hecho ocurrió mientras esquiaba fuera de pista y sufrió una lesión cerebral traumática grave al golpear su cabeza contra una roca.

El alemán que hoy es el centro de un misterio hermético, estuvo seis meses en coma inducido tras el accidente, luego de esto fue operado dos veces.

Desde entonces, se ha mantenido en gran parte fuera del ojo público, con su familia protegiendo su privacidad y negándose a proporcionar actualizaciones detalladas sobre su condición. Ha habido pocos informes oficiales sobre su estado de salud, aunque se sabe que ha recibido tratamiento en su hogar en Gland, Suiza y que ha sido sometido a numerosas cirugías y terapias.

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En 2019, el exjefe de Ferrari, Jean Todt, quien ha mantenido una estrecha relación con Schumacher, dijo que el siete veces campeón mundial de F1 estaba “luchando” para recuperarse de sus lesiones y que su estado de salud era un asunto privado.

En 2021, la esposa de Schumacher, Corinna Bresch, dijo en una entrevista que su esposo seguía batallando y que se había adaptado a su nueva vida, y aunque algunos informes sugieren que ha habido algún progreso en su recuperación, la verdadera extensión de sus lesiones y su capacidad actual para comunicarse o moverse no han sido divulgados públicamente.

“Lo privado es privado, como Michael siempre decía. Así que para mí es importante que él pueda seguir disfrutando de su vida privada tanto como sea posible. Michael siempre nos protegió y ahora nosotros lo protegemos a él. Pase lo que pase yo haré todo lo que pueda, todos los días”, afirmó Corinna en el documental del expiloto ‘Schumacher’.

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Desde entonces, es poco lo que se sabe de la evolución de Michael y han surgido varias teorías de su estado.

En 2015, el medio alemán Bunte aseguró que él se estaba recuperando y había dado sus primeros pasos luego del accidente. Esa publicación le costó una demanda a la revista, por lo que fue condenada a pagar 50 mil euros a la familia. Según el juez de la corte, Schumacher no podía caminar aún.

Más tarde, en 2020, el neurocirujano Erich Riedere señaló que el expiloto estaba en un “estado vegetativo”.

“Está respirando, su corazón late, probablemente pueda sentarse y dar pequeños pasos con ayuda, pero no más. Creo que eso es lo máximo para él”, declaró el especialista en ese momento. No obstante, eso tampoco fue confirmado por la familia.

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La novedad más reciente sobre el estado de salud del alemán llega de la mano de Eddie Jordan, uno de sus íntimos amigos, que declaró a los medios: “Está sin estar”, confirmando así que el paso del tiempo sólo ha empeorado la condición de una figura mundial que posiblemente jamás mejore.

¿Qué dicen los expertos?

El trauma craneoencefálico (TCE) es una lesión en la cabeza que puede producirse por una fuerza externa, como un golpe o una sacudida en la craneo. Dependiendo de la gravedad del impacto, el TCE puede variar desde una lesión leve hasta una lesión grave que puede poner en peligro la vida.

En la lesión cerebral traumática, saber cuánto tiempo estará la persona en ese estado y conocer si habrá alguna evolución en su condición de salud, además de los tratamientos que se ejecuten, depende, según Omar Páez Jaimes, médico deportólogo y cirujano ortopédico y traumatológico, de la rapidez con la que se enfrente esta lucha.

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“Después de 10 años, el logro es mantenerlo vivo. Esperar que una persona avance con el tiempo es imposible, los progresos se dan durante los primeros meses, porque se debe tener una recuperación rápida para no tener lesiones permanentes y que no exista atrofia en los músculos del paciente”, dijo Páez a la Opinión.

El deportólogo aseguró que a pesar de los avanzados y costosos tratamientos médicos a los que ha sido sometido el alemán, lo máximo que se puede mejorar su condición es evitando algunas otras secuelas del trauma.

“Las células madre hoy en día no tienen resultados contundentes. No hay milagros ni precisiones (...)”, concluyó el especialista.

Casos similares

Aunque las causas fueron distintas, el estado en el que estuvieron el argentino Gustavo Cerati y Michael Schumacher tiene el mismo comportamiento al inicio: un coma inducido para poner en reposo el cerebro y proteger la actividad neuronal.

En el cantante, un accidente cerebrovascular desencadenó su estado, en el piloto un trauma craneoencefálico lo llevó a esta condición. O el jugador de Millonarios, Leonard Vásquez, luego de un accidente de tránsito.

Y aunque el coma inducido, según los expertos, podría considerarse como una medida desesperada, lo que se busca bajo ese estado de sedación profunda es preservar la función cerebral.

Otro ejemplo es el de Gaspard Ulliel, el actor francés que le dio vida al personaje de ‘Hannibal Lecter’ en ‘Hannibal, el origen del mal’, quien tomaba unos días de descanso en una estación de esquí ubicada en los Alpes franceses.

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El 18 de enero de 2022, el actor se lanzó a esquiar por una de las pistas y chocó con otro esquiador en el cruce de dos pistas. El francés, que no llevaba su casco protector, sufrió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente en la nieve. Fue trasladado en helicóptero a un hospital en Grenoble (Francia), el mismo lugar en que atendieron a Michael Schumacher. Lamentablemente, Ulliel falleció al día siguiente.

Natasha Richardson, hija de la actriz Vanessa Redgrave y esposa del también actor Liam Neeson, tomaba una clase de esquí para principiantes durante unas vacaciones en Canadá, Mont-Tremblant, cuando, a causa de una ‘leve´ caída contra la nieve dura sufrió un golpe seco en la cabeza.

Aunque se llamó a los paramédicos, la protagonista de ‘Juego de gemelas’ minimizó el accidente, insistió en que se sentía bien y hasta firmó un documento en el que rechazó la asistencia médica. Algo que la artista londinense no sabía, era que estaba atravesando el período en el que alguien con un trauma cerebral parece estar bien mientras se forman los hematomas que aumentan la presión dentro del cráneo.

La atención que debió recibir de inmediato, la tuvo tres horas después, pues presentaba un fuerte dolor de cabeza y signos de confusión. El hematoma le causó la muerte cerebral. Natasha, madre de Micheál y Daniel Neesom, murió el 18 de marzo de 2009, a los 45 años.

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