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Gaviria – Richeze, una dupla letal en el Giro de Italia
El argentino se convirtió en el ángel guardián del colombiano en las etapas llanas.
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Jairo Andrés Navarro
Domingo, 21 de Mayo de 2017

Fernando Gaviria sigue llenando de hazañas su historia en el ciclismo mundial y agrandando su nombre en el deporte que más gloria le ha dado a Colombia. El viernes, el antioqueño, que por sus 22 años sigue portando el rótulo de ‘promesa’; se convirtió en el primer colombiano en ganar cuatro etapas en una misma edición del Giro de Italia, y en las tres grandes carreras del World Tour.

Y es que Gaviria no solo ha amplificado la historia del ciclismo colombiano, sino que también logró lo que por muchos años parecía un imposible: romper el paradigma de que el prototipo de ciclista hecho en Colombia solo sirve para etapas de montaña.

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En el Giro Centenario, la edición que todos quieren conquistar, ‘el misil’ de La Ceja sorprendió a todas las figuras estelares que llegaban con la intención de robarse el protagonismo.

Gaviria ha sido imparable en las etapas llanas, ‘caviar’ para los embaladores, y con una voracidad impresionante y un despliegue de potencia física increíble, ha puesto a ‘morder el polvo’ a quienes intentan acercársele en esos últimos y electrizantes doscientos metros, en los que el colombiano pareciera volar.

Una vez cruza la meta despliega sus brazos cuales alas para planear su aterrizaje, y levanta el puño en señal de autoridad, de supremacía, es su momento, -fue el más rápido entre los más rápidos-, es su celebración.

Sin embargo, varios metros atrás hay otra celebración, más silenciosa y tranquila. Es el festejo sosegado de quien ha sido el estandarte en los momentos de brillantez del colombiano.

Él es Maximiliano Richeze, la ‘plataforma de lanzamiento’ del ‘misil’ Gaviria, el compañero latinoamericano y gran responsable de los triunfos que hoy tienen al embalador paisa en el ramillete de los mejores velocistas del mundo.

Pero, ¿a qué se debe el arrasador éxito ha tenido la dupla Gaviria – Richeze en el Giro de 2017?

Un lanzador de experiencia

A sus 34 años, el argentino Maximiliano Richeze ya sabe lo que es ser el esprinter principal en un equipo profesional, y conoce a la perfección el trabajo que debe hacer como lanzador.

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Después de consagrarse campeón panamericano de ruta en 2005, categoría sub-23, el ‘atómico’ Richeze saltó al profesionalismo con el equipo Ceramica Panaria-Navigare, con el que ganó dos etapas en el Tour de Langkawi (2006 y 2007), y repitió triunfos como embalador principal en la Vuelta a San Juan (2007), el Giro del Trentino (2007), el Tour de Luxemburgo (2007) y dos etapas del Giro de Italia (2007).

En 2008 estaba en la nómina de su equipo para disputar el Giro de Italia y seguir afirmándose como uno de los mejores esprinters del momento, pero días antes de la largada dio positivo en estanozolol, motivo que le acarreó una suspensión de dos años y la necesidad de reinventarse como ciclista.

Después de pasar dos años de readaptación con el equipo ítalo-japonés D'Angelo & Antenucci-Nippo, llegó en 2013 al Lampre-Merida, que lo fichó para que fuera el lanzador de su esprinter principal y máxima figura, el italiano Sacha Modolo.

Allí el argentino supo sufrir el drástico cambio de pasar de ser la estrella principal, a un actor de reparto que pocas veces sale en las fotos.

Asumió su rol con profesionalismo y llevó a Modolo a ganar etapas en el Tour de San Luis, el Tour de Mallorca, la Volta ao Algarve, la Milán San Remo y la Tirreno Adriático.

“Antes acostumbraba a disputar las carreras y estar mentalizado para intentar lograr el triunfo. Tuve que cambiar y me costó, pero tiene sus satisfacciones. Cuando gana el corredor que lanzo lo siento como un triunfo porque quiere decir que hice bien mi trabajo”, le dijo Richeze a canchallena.com, el año pasado después de ganar una etapa del Tour de San Luis con el Quick Step Floors.

La madurez y la juventud

Para el ciclista colombiano José Serpa la mezcla de edades de Fernando (22) y Maximiliano (34) son fundamentales para conformar la dupla explosiva que hoy son.

“‘Maxi’ llega en uno de los mejores años de su carrera. A su edad está teniendo un gran año, ha hecho un trabajo extraordinario porque ya sabe todo lo que tiene que hacer un lanzador para llevar a la victoria a su embalador. Por otro lado está la juventud de Gaviria, que viene de menos a más, con mucha motivación por los primeros triunfos y la confianza que le da tener al lado un hombre de tanta experiencia como Richeze”, asegura Serpa, que compartió tres años de carrera con el argentino en el equipo Lampre-Merida.

Richeze ha sido prácticamente un hermano mayor para Gaviria, o si se quiere hasta un padre. Fue vital para la adaptación del colombiano en su transición de la pista a la ruta.

Cuando Gaviria llegó en 2015 al Quick Step Floors, como una apuesta del equipo belga para formar un futuro embalador, se encontró la experiencia de un lanzador como Richeze que ya se sabía el libreto al derecho y al revés.

Así, llegaron los triunfos que precedieron el éxito que hoy tienen en el Giro. El año pasado, Richeze ayudó al colombiano a ganar etapas al esprint en el Tour de San Luis, el Tour de República Checa y la Vuelta a Gran Bretaña. 

Este año, al lado de Richeze, Gaviria ganó dos etapas de la Vuelta a San Juan, una etapa en la Vuelta al Algarve, y una en la Tirreno-Adriático, venciendo en esta última al eslovaco Peter Sagan, para muchos el mejor velocista de los últimos años, campeón del mundo en 2015 y 2016.

Los latinoamericanos del equipo belga

En una plantilla de 29 ciclistas, Fernando Gaviria y Maximiliano Richeze son el aporte latinoamericano del equipo europeo.

Gaviria llegó al equipo en febrero de 2015, y Richeze lo hizo en octubre del mismo año. 

Aunque el argentino ya contaba con casi diez años de experiencia en el ciclismo de ruta, ambos se encontraron dentro de un grupo nuevo, y hablar el mismo idioma indudablemente los ayudó a adaptarse rápidamente.

“Richeze es el típico suramericano bromista y buena gente, conversador, cae muy bien en los grupos por su forma de ser. Eso seguramente lo ha hecho formar una buena relación con Fernando, y es algo que se nota en la carretera”, manifiesta Serpa.

Richeze cumple actualmente el último año de su contrato (firmó en 2015 por dos años) con el Quick Step Floors y a Gaviria le queda una temporada más con la escuadra belga.

Seguramente esta alianza tendrá una renovación que alcance más triunfos en las principales carreras del World Tour, en donde ya está consolidada como como una dupla letal al esprint. La juventud de un ‘misil’ con hambre de gloria, y la experiencia de un lanzador que ve sus años de gloria reflejados en el colombiano.

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