Esguinces de tobillo, roturas de ligamentos o fracturas, son algunas de las lesiones a las que se enfrentan diariamente los niños y jóvenes de los clubes de rugby de Cúcuta que entrenan en el Estadio Centenario de Atletismo, ubicado en la ciudadela Juan Atalaya; y que fue construido en 2012 para los Juegos Nacionales que tuvieron como sede a la capital nortesantandereana, pero que no puede albergar competencias nacionales o internacionales porque quedó mal hecho.
El escenario, que recién construido contó con los implementos más nuevos del país para practicar todas las disciplinas del atletismo, ha sido la casa de la Liga Nortesantandereana de Rugby durante años, y los mismos deportistas se han encargado de mantenerlo limpio y ordenado, pero actualmente se quedó pequeño para albergar la enorme cantidad de rugbistas que tiene el departamento.
Norte de Santander, junto con La Guajira y Apartadó, son las regiones de Colombia donde el rugby ha tenido mayor crecimiento, y en donde el Gobierno Nacional ha empezado a invertir tanto en programas de capacitación y formación cognitiva para entrenadores y monitores, como en infraestructura deportiva.
Cúcuta y el área metropolitana hoy tienen 19 clubes de rugby, con categorías juveniles, infantiles y algunos con equipos femeninos; y cerca de 3.000 jugadores entre jóvenes y adultos.
Esto, es una muestra más de que la liga de rugby de Norte de Santander es la que más avances ha tenido, a pesar de ser una de las más nuevas, pues en cuanto a masificación y gestión de recursos ha sido un ejemplo para las demás.
Así las cosas, la situación actual de la Liga Nortesantandereana de Rugby puede analizarse desde dos ópticas. Primero, el rugby en el departamento se ha convertido en el segundo deporte más practicado, después del fútbol; y su proceso de masificación ha sido tan exitoso que la Cancillería se fijó en él, y empezó a invertir recursos para continuar alejando a los niños de las calles y de los peligros que ello conlleva.
Pero, de otro lado, la cantidad de muchachos que hoy juegan rugby en Cúcuta es tal, que ya se ven en dificultades para encontrar una cancha disponible para entrenar, o para disputar tranquilamente los campeonatos que programa anualmente la liga.
Previendo esta situación, desde hace un par de años los dirigentes de la liga, encabezados por su presidente Hugo Hernando Abreo, y el entrenador William León Higuera; comenzaron a gestionar a nivel nacional la posibilidad de conseguir un apoyo económico importante y poder construir el primer escenario solo para rugby en la ciudad.
Hoy el apoyo es una realidad, y la Cancillería se comprometió con aportar 200 millones de pesos para realizar los estudios del terreno y los diseños, pero ahora les hace falta poner a trabajar de manera conjunta a los institutos municipal y departamental, y no dejar perder esta oportunidad de estar a la altura de ciudades como Bogotá y Medellín, que cuentan con escenarios exclusivos para el rugby.
“Ellos (Gobernación y Alcaldía) nos dijeron que están comprometidos con nosotros, hemos tenido reuniones con Cancillería y nos dicen que nos aportan el 10% para estudios de terreno y diseños. Nos hace falta es el último empujón por parte de la Gobernación y de la Alcaldía para consolidar este proyecto, que es una necesidad y un anhelo del rugby nortesantandereano”, manifestó el presidente de la liga, Hugo Abreo.
El lugar ya lo tienen visto, es un lote desocupado que está situado junto a la cancha de tierra del barrio Niza, que es usado para enseñar a conducir.
Por su parte, el entrenador de la selección colombiana de rugby categoría juvenil, William León; quien acaba de obtener en Perú el tercer título suramericano en línea para el país, resaltó la enorme importancia que tiene para la liga nortesantandereana la construcción de una cancha exclusiva para el rugby, pues considera que el Estadio Centenario de Atalaya es un escenario que cumple la función para enseñar a los niños a jugar, pero no está en condiciones para recibir un torneo juvenil o de mayores.
Según León, más de 20 jugadores nortesantandereanos que han hecho parte de los procesos de selección Colombia han salido de algunos de los barrios más vulnerables de la ciudad, en donde se ejecuta el programa bandera de la liga: ‘Más niños jugando rugby’.
Hace dos años en Apartadó se inauguró el primer estadio para rugby del país, que costó 1.500 millones de pesos y fue construido con recursos de la Cancillería, Indeportes Antioquia, Comfenalco y la administración municipal.
De la misma manera, a mitad de este año fue terminado el primer escenario público para jugar rugby en Bogotá, que además sirve para practicar fútbol americano, y que tuvo un costo de 2.100 millones de pesos aportados por la alcaldía capitalina, y el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (Idrd).