Andrés Felipe Zafra Tarazona es un gigante. No solo por el metro con noventa y seis que tiene de estatura y los ciento quince kilogramos que pesa. Es un gigante porque con apenas 22 años de edad sigue abriéndose camino en Francia, con el rugby, y señalándole el sendero a futuras estrellas de ese deporte en el país, que ahora ven más cerca el sueño de debutar en una de las mejores ligas del mundo, como él lo hizo este fin de semana.
Andrés llegó al club LOU Rugby de Lyon, a mediados de 2016, luego de tener una exitosa adaptación al rugby francés en el club Givors, del Fédérale 3 (tercera división), y de probarse en varios equipos de la primera división francesa.
En LOU se afianzó en el equipo juvenil que juega el torneo nacional Sub23, y después de mostrar sus enormes capacidades técnicas y físicas en varios entrenamientos con la plantilla profesional, le llegó la hora de debutar.
El sábado, el LOU visitó al FC Grenoble en juego correspondiente a la jornada 26 del Top 14, la primera división francesa, y Zafra entró al minuto 69 para disputar sus primeros minutos de la temporada con el equipo profesional, en la liga local.
“Fue la primera vez que jugué en el Top 14, aprendí mucho aunque jugué solo unos minutos. Había jugado una vez en Inglaterra un partido por la Copa de Europa, y con este ya son dos los que he disputado con los profesionales”, afirmó el deportista cucuteño desde Lyon, en donde además de adaptarse al alto nivel de competencia ha tenido que acoplarse a su nueva vida en uno de los países más influyentes de Europa.
El partido terminó 53-21 en favor de Grenoble, pero para Andrés quedará por siempre el recuerdo de haber jugado sus primeros minutos en el estadio Des Alpes, en la que para muchos especialistas es la mejor liga europea de rugby.
Para William León, uno de los dos entrenadores que descubrieron el talento de Andrés Felipe en el rugby nortesantandereano, el hoy segunda línea del LOU mostró capacidades para llegar lejos desde las primeras prácticas.
“Zafra llegó al rugby porque Daniel Avellaneda (entrenador) lo convenció para ir a entrenar. Cuando lo vi, noté sus condiciones físicas y le dije que tenía todo para llegar a la selección Colombia”, recordó León, entrenador principal del Club Carboneros, donde Andrés empezó a jugar rugby.
Ni William ni Daniel Avellaneda se equivocaron. Descubrieron una joya en medio de un mar de muchachos que soñaban con ser futbolistas.
Ahora, mucho tiempo después de haber hallado en el rugby el camino para llegar al éxito profesional y personal, Andrés Felipe Zafra tiene más motivación que ese primer día en el que entrenó con un balón ovalado.
La temporada en Francia está por terminar, pero los sueños de Andrés hasta ahora empiezan a hacerse realidad.