Escuchando su música preferida, con las manos llenas de pintura, sintiendo la libertad de pintar en paz es lo que experimenta por estos días Javier Perdomo, a quien no le importó pasar cerca de 24 horas en un bus para trasladarse desde San José del Guaviare hasta Chinácota. Él hace parte del Sexto Encuentro Internacional de Muralismo y Arte Público Minga de Paz.
La lluvia, que por estos días hace presencia en el departamento, no fue impedimento para que el artista siguiera pintando, asegura que lo hace porque le da tranquilidad y libertad para plasmar lo que siente en uno de los 25 espacios dispuestos por la organización para dejar su huella.
“Nosotros hemos pintado muchos murales en conmemoración a las víctimas, a la comunidad afro, más que querer decir algo pintando es que nos gusta pintar porque nos relaja, es nuestro momento de meditación, nos hace olvidar nuestras responsabilidades”, dijo mientras pintaba un mural en el sector de Villa Flórez.
Perdomo, que lleva ocho años en murales junto a su compañero José González, conforman un colectivo cultural que tiene como meta reunir a la mayor cantidad de personas para realizar intercambios en diferentes partes de Colombia.
“Nuestra intención es crear una red nacional de muralismo, por eso estaremos acá en Norte de Santander lo que resta de noviembre plasmando nuestros pensamientos en las paredes”, complementó.
Así como Javier, desde Silvia (Cauca) se desplazó Camila Solarte, quien encima de una escalera pinta con gran detalle un colibrí, ave que es tradicional de su territorio y también tiene presencia en gran parte de Colombia.
Camila envió un mensaje con su mural para conservar las tradiciones indígenas y la fauna del país, la cual asegura está amenazada por la invasión del hombre a sus entornos.
“Para mí estar acá significa mucho. Mis metas son viajar por todos lados e ir plasmando mis ideas y dejando marca en todos los lugares. La idea siempre es dejar en alto a mi municipio de Silvia”, manifestó.
El Festival
En esta sexta edición, la cual se adelanta del 21 de este mes y hasta el próximo martes, son 25 los artistas que hacen parte de la iniciativa, teniendo representación internacional con exponentes de Honduras, El Salvador, Venezuela y Brasil.
“Este es un proyecto de conciencia frente a la cultura del territorio Chitarero. Nos estamos reuniendo más de 50 artistas entre músicos y muralistas, cineastas, ponentes y talleristas para dar ese grito de arte hacia nuestro pueblo. Hay que destacar que abrimos la primera ruta de muralismo campesina de la paz, la cual arrancó en la escuela de la vereda Chitacomar”, manifestó Diego Armando Barajas Vera, maestro de Artes Visuales y director general del evento.
Durante estos espacios, en Chinácota hace presencia el Taita Alirio, de la comunidad Inga, del departamento del Putumayo, quien guiará la conexión con la naturaleza.
“Esta vez se honra en el territorio Chitarero la presencia del taita Alirio, quien se convierte en el guía espiritual de todo el proyecto de muralismo activando espacios de conciencia a través de la medicina ancestral del Amazonas”, señaló Barajas.
En medio de la programación, ayer se adelantó un concierto en honor al páramo de Santurbán, evento que se llevó a cabo en el parque principal de Chinácota, el cual contó con la participación de agrupaciones de Norte de Santander, Santander y Barranquilla bajo el lema ‘Unidos por la defensa del Páramo de Santurbán’.
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