La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cúcuta
Vocación estudiantil y lectura constante
El resultado, Norte de Santander es cuatro en el ranking nacional  por colegios públicos.
Lunes, 3 de Marzo de 2014

Así lo develó el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (Icfes), luego de cumplidas las pruebas Saber 2013, que midieron los conocimientos de 574.129 estudiantes de último grado de bachillerato, los cuales están distribuidos en 8.338 colegios públicos del país.

La incorporación de actividades lúdicas al aprendizaje, las clases al aire libre, el carisma de los docentes y el fortalecimiento de la autocapacitación han sido los fuertes en los colegios de Ocaña y Pamplona.
 

Vocación estudiantil


Por tradición, Pamplona es reconocida en el departamento por su vocación estudiantil. La desaparición de colegios como El Carmelitano y El Rosario, no han hecho mella en los excelentes resultados.

El colegio Provincial San José, fundado en 1823, es en la actualidad, es la institución más antigua de la región.

El docente Oscar Contreras Gáfaro, coordinador de la sede José Rafael Faría, adscrita al Provincial, cree que una de las estrategias es mantener a los alumnos de 6 grado a 11 grado en constantes simulacros, orientados por la Universidad de Antioquia.

“A través de este proceso se hace un diagnóstico de la conducta del estudiante. Se identifican las fortalezas y debilidades”.

Los resultados son analizados por los profesores, quienes en el transcurso del año van nivelando las fallas para que al presentar las pruebas Saber estén preparados al ciento por ciento.

Las tecnologías también favorecen el aprendizaje, para lo cual se apela a páginas web que contienen pruebas tipo Icfes y talleres en las distintas materias, en especial español, filosofía y matemática.

Sobre la forma de impartir los conocimientos los docentes son flexibles y utilizan metodologías acordes con las exigencias del Ministerio de Educación.

Las decisiones se toman concertadamente entre las partes.

El profesor de matemáticas, Luis Suárez, aplica sus conocimientos a través del desarrollo de contenidos y procesos integrales con simulacros de pruebas.

David Becerra, estudiante de 11 grado, recuerda que se empezó a preparar desde octavo y que tiene las bases para obtener un buen puntaje en las pruebas del Estado.

Socorro Jáuregui Torres, encargada de la coordinación académica del  colegio Bethlemitas Brighton, orientado por una comunidad religiosa, opina que los buenos resultados obedecen al trabajo que hacen en equipo los docentes.

La profesora, al hacer un análisis sobre la forma actual y la pasada de impartir educación,  recuerda que los tiempos han cambiado, porque antiguamente se memorizaba mucho y las pruebas eran rigurosas. Aplicaba el dicho: la letra con sangre entra.

Se utiliza el método de calificación de uno a cinco, teniendo en cuenta el sistema nacional (decreto 1290), que aplica los niveles bajo, básico, alto y superior.

 

La clave está en la lectura


Los docentes de las instituciones educativas de Ocaña, califican los buenos resultados en las pruebas Saber del año anterior como el premio al fomento de la lectura.

De ese municipio se destacaron los colegio Francisco Fernández de Contreras, José Eusebio Caro, La Presentación, Normal Superior y el Instituto Técnico Industrial de Ocaña.

Para el caso de matemáticas, la asignatura dejó de ser ‘el coco’ y ahora los alumnos esperan con ansias la clase.

Luis Eduardo Palacio Rueda, veterano maestro, dice que enseña números con dinámicas.

El estudiante Andrés Fernando Rodríguez, manifiesta que el profesor le enseñó los secretos de las matemáticas de una manera lúdica y entendió que no es una materia complicada. “Hacía muchos ejercicios de comparación y relación. La clase es amena, todos contamos los minutos para llegar al aula, aprendimos demasiado”, indica.

Kevin Vega, otro de los aventajados alumnos, dice que “el factor humano es lo más importante para aprender la materia. En la exigencia está la excelencia y la nota era lo de menos, lo importante es el proceso para llegar a una respuesta”, indica.

De momento, los estudiantes han asumido que de nada sirve desarrollar 500 ejercicios matemáticos, cuando lo importante es comprender la utilidad de estos.

Para el caso de lenguaje, la clave ha estado en la lectura y la elaboración de ensayos argumentativos donde los estudiantes dan a conocer su punto de vista y pierden el miedo a hablar en público.

Temas del Día