¿Cuánto cuesta cuidar a una ciudad de frontera como Cúcuta? En la capital nortesantandereana hacen presencia todos los actores armados ilegales existentes en el país, delincuencia organizada trasnacional y en unas condiciones sociales y económicas difíciles en que la pobreza, informalidad y desempleo han punteado estos índices en los últimos años.
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¿Con qué recursos se cuenta para esta misión?, ¿Quiénes más, además de la Policía, vigilan y cuidan los intereses de los cucuteños?
La Opinión habló con el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Moreno, para conocer a fondo las condiciones y qué se necesita para cuidar esta capital.
¿Los llamados vigilantes informales también están cuidando en los barrios?
Claro, hay unos buenos y unos malos, y nosotros no patrocinamos a ninguno de los dos.
Se habla de que hay unos 500 entre los dos grupos en este trabajo.
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No tantos, pero preocupan son los que se portan mal, porque se prestan para hacer cosas malas.
¿Qué le hace falta a la Policía para cuidar la ciudad?, ¿Tiene lo necesario, suficientes herramientas y hombres?
Cúcuta está rezagada 15 años, en comparación con las demás capitales.
¿En qué aspectos estamos atrasados?
En tecnología, en infraestructura para la seguridad. Por ejemplo, no hay inspecciones, hay inspectores, pero no tienen en dónde administrar.
No hay centro de protección a personas, no hay una cárcel. No tenemos Comandos de Atención Inmediata (CAI), solo el de Briceño, los demás son casetas.
Nuestros policías, a estas horas de la vida, todavía siguen mirando las cámaras, cuando ahora es con inteligencia artificial, que debe hacer los análisis, así ya están trabajando en Medellín, Tunja y Cali.
Y una solución ¿de quién depende?
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Digamos que son varias cosas. En el tema de seguridad, aquí la gente se acuerda de esto cuando ocurren cosas. Pero, no saben que la seguridad es transversal a todos los sectores productivos, no se le está dando prioridad a la inversión. Depende del gobernador, del alcalde, de los directores de las instituciones o de los gerentes.
Yo debería tener las cámaras del hospital, de los colegios, Cúcuta debe ser una ciudad inteligente. Aquí estamos en la era arcaica.
Las cámaras que hay funcionan están obsoletas. Ya el bandido sabe en dónde están y cómo operan. Pero, si tengo cámaras inteligentes, que estén generando alarmas a las patrullas del sector, otra cosa podemos hablar.
¿Cuántos hombres cuidan a Cúcuta?
No es conveniente revelar la cifra porque el bandido lo cuenta a uno. Pero, la media son 320 policías promedio por cada 100 mil habitantes, nosotros estamos en esa media (un aproximado a 2.300 hombres).
Frentes de seguridad
¿Cómo se atiende la seguridad?
El tema de la seguridad se atiende, en tres niveles:
1. El que se genera en la casa, todos los miembros de la familia acondicionan el anillo para su protección.
2. El trabajo en comunidad, antes de existir la Policía, la misma comunidad controlaba a los ladrones.
3. Y el Estado.
El frente de seguridad es despertar la buena vecindad en la comunidad. Es una condición de sobrevivencia, porque entre las comunidades se protegen.
Además de los que funcionan en las cuadras, ¿hay más frentes de seguridad?
La filosofía es por cuadras, entonces ahí entra lo residencial, comercial o industrial, son pequeños sectores defendiéndose.
Pero, ¿estos frentes no se confunden con los cuadrantes?
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No. El cuadrante es la jurisdicción del policía. Son 103 cuadrantes, y frentes de seguridad son 242, 46 de ellos fortalecidos con capacidad tecnológica (cámaras, celulares).
¿A qué se le da más prioridad en la vigilancia?
No hay algo en especial, aquí toca a todo. Si el sector rural lo descuidamos se presentan desplazamientos forzados o muertes de líderes sociales.
En las comunas, que al taxista lo asaltaron, que las tiendas, y en el centro, el fleteo. En la zona de frontera todas las economías criminales por el tema del paso informal por las trochas.
En un año, ¿cuántos casos atiende la Policía?
Nosotros el año pasado atendimos 755.000 motivos de policía.
¿Por qué cosas llamó más la gente?
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Un 50 por ciento de llamadas solo fue por molestar, pero hay que ir a verificar, eso desgasta a la Policía. En el otro 50 por ciento, el 25 por ciento es pidiendo información de sitios de la ciudad, que donde queda el hospital, bomberos, etcétera. El otro 25 por ciento sí son llamados por temas de seguridad, que son alrededor de 155.000 casos anuales.
Los vigilantes informales
¿Cómo ve a los vigilantes informales?
Yo los veo como un problema y especialmente a algunos líderes comunales, que son los que patrocinan esto. Anteriormente, los vigilantes informales eran los informantes de los grupos delincuenciales, eran los que daban la información de lo que ocurría en el barrio, en algunas ciudades les llamaban ‘los carritos’, ‘los chismosos’, ‘los informantes’.
Como ya estamos en un avance social ellos se quedaron como vigilantes y se la pasan con el bastón vigilando las calles, pero hay unos que son impuestos por los grupos delincuenciales y se dedican a vigilar cuadras específicas. Cuidan las ollas, a las potenciales víctimas que deben pagar extorsión, vigilan los intereses de las bandas y como son informales, pasan desapercibidos.
El mensaje es que ninguno en la ciudad debe patrocinar esos vigilantes informales. La autoridad en las calles es la Policía, nadie más.
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Y la otra cara de la moneda. La vigilancia privada, ¿cómo ve ese gremio?
Esta sí es una fortaleza. Nosotros tenemos 6.500 vigilantes privados, que sí están ayudando a cuidar la ciudad, los bienes de los ciudadanos.
Porque ellos están en todos los puntos y a través de la red de apoyo reportan lo que está sucediendo.
Existe la percepción de que la Policía no está siendo efectiva en su misión de brindar seguridad ¿Qué dice de esto?
De los nueve atentados que hemos tenido en Cúcuta, desde junio de 2021, solamente quedan dos por esclarecer la responsabilidad, del resto ya hay capturas.
Preocupan los delitos de seguridad ciudadana, ¿cómo está esa misión?
No digamos que hubo reducción, pero sí los estabilizamos. En la zona rural se incrementaron los homicidios, por la disputa de los grupos criminales. Pero, en la ciudad hubo la desarticulación de 63 organizaciones delincuenciales.
Hubo cerca de 450 armas de fuego incautadas y dos toneladas de drogas sacadas de la calle.
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Pero, ¿por qué no mejora la percepción ciudadana?
Porque es que ahora el problema no es policial. La cosa es social. Me dicen que ‘¿por qué se presentan tantos atentados?’ y yo les respondo que yo capturo a esos delincuentes, pero también hay otras misiones paralelas que deben darse, como por ejemplo el arreglo del parque, mejorar el alumbrado, la atención a los habitantes de la calle, etc. Los problemas no se resuelven solamente con la Policía, el problema es integral.
Hay dos tipos de hurto de gran impacto en la ciudad: el robo de motos y el de celulares, ¿qué pasa con estos delitos?
Frente al robo de motos este año se han hurtado 25, se redujo el 76 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2021.
Hurto de carros, el año pasado fueron 110 vehículos, pero este año llevamos ya una reducción del 57 por ciento.
Frente al hurto de celulares, menos el 43 por ciento, de 212 pasamos a 120.
Mis indicadores son buenos, pero la percepción es mala, sin embargo estamos haciendo la tarea. El año pasado capturamos por todos los delitos 5.500 personas y 755.000 casos atendidos, de los cuales 155 mil fueron efectivos.
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