La invasión del espacio público sigue siendo uno de los principales problemas de Cúcuta, pero este fenómeno ya no solo se está presentando en el centro de la ciudad, donde las autoridades no tuvieron más remedio que reubicar a los vendedores informales, sino que la problemática se está trasladando a los diferentes barrios, dicen los ciudadanos.
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Si bien en el centro parte de la calle es ocupada por los vendedores informales, tras acuerdo que se lleva a cabo desde el año anterior, en sectores comerciales de la ciudad que están fuera del centro, la ocupación es desbordada, llevando a que peatones no tengan otra opción que ir por la vía donde transitan los carros.
Uno de los casos revelados a esta redacción se da en el barrio Los Caobos, desde allí los ciudadanos aseguran estar cansados por la invasión del espacio público debido a la instalación de un dispensario de medicamentos.
“Desde las 3:30 de la mañana comienza a llegar gente (ancianos, mujeres, niños, vendedores ambulantes, etcétera) a hacer cola al sol y al agua, turnos que pueden durar, según testimonio de la misma gente, entre 4 y 5 horas para que los atiendan, el local de la Droguería es totalmente insuficiente tanto físicamente como de personal de atención al público”, señalan.
Según la denuncia, la invasión al espacio público se presenta debido a la alta demanda de pacientes quienes, incluso, “les toca hacer sus necesidades en la calle escondidos tras los árboles de las casas”.
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“Tampoco tienen área de parqueadero para cubrir las más de 50 motos y 20 vehículos en promedio todo el día, porque moto y vehículo que se van, otros que llegan los reemplazan invadiendo andenes, antejardines, acceso a garajes privados, entre otros”, aseguró la fuente.
Otro fenómeno que identificó La Opinión se da sobre la avenida octava, entre calles quinta y octava, donde tradicionalmente se han comercializado los juegos de alcoba, sala, comedores, entre otros.
En esta zona de la ciudad, es común ver muebles, colchones, sillas, peinadoras, entre otros, sobre parte de la calle y la acera, obstaculizando el paso de peatones y vehículos.
La problemática en este sector de la ciudad adjunto al parque Mercedes Ábrego se agudiza por el paso de rutas de busetas, quienes ocupan parte de la calzada, haciendo que la congestión vehicular sea un foco de contaminación auditiva.
En el caso concreto del centro, funcionarios de la secretaría de Gobierno de Cúcuta vigilan que se cumpla la norma del espacio público, pero su presencia es transitoria, por lo que se hace respetar en los momentos en que se encuentran presentes.
Trabajan en política pública
En el centro de la ciudad, principalmente, las invasiones de espacio público se dan por parte de los vendedores informales, quienes ocupan parte de los andenes, excediendo el permiso otorgado por la administración municipal del alcalde Jairo Tomás Yáñez.
Según revelaron fuentes de la secretaría de Gobierno a esta redacción, esta dependencia de la Alcaldía de Cúcuta avanza en la caracterización, capacitación y formación de los vendedores informales de la ciudad, esto en el marco de la construcción de la política pública, lo que significa “un reto para lograr mejores oportunidades para ellos y sus familias”.
La propuesta de la administración municipal es que una vez entre en vigencia la política pública de la informalidad en Cúcuta, esta herramienta permitirá mejorar las condiciones laborales de más de 4.500 vendedores informales que hay actualmente identificados.
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Esta política pública, que será presentada ante el Concejo de la ciudad, y que ha sido liderada desde la secretaría de Gobierno, es según el secretario de esta dependencia, Cristian Buitrago, una necesidad en Cúcuta, que ha impulsado el alcalde Jairo Yáñez.
Otro de los grandes avances que estaría generando esta acción es que apuntaría a disminuir la invasión del espacio público en la ciudad. Por ahora, aseguran desde la administración municipal, avanzan los controles de parte de la secretaría de Gobierno para disminuir el ruido que se genera en el centro de la ciudad por parte de los informales.
“No estamos desconociendo el derecho al trabajo de los vendedores informales, solo queremos una ciudad organizada, donde el espacio público se respete”, acotó el alcalde Jairo Yáñez.
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