El Día Internacional de la Mujer es, cada vez más, una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.

Por esta razón, las mujeres cucuteñas se reúnen en el Parque Santander, donde se prepara la gran movilización que realizarán cientos de mujeres a través del denominado “Estallido Feminista del #8M”, el punto final del recorrido es la Plaza de Banderas

“A las mujeres de frontera no nos detienen las medidas restrictivas, no nos detiene la represión, no nos detiene la violencia en nuestra contra. No vamos a parar este proceso de liberación y resistencia feministas que estamos tejiendo de manera colectiva y expansiva. Estamos cargadas de fortaleza, esperanza y energía para seguir reclamando nuestros derechos como garantía de paz para la vida de las mujeres”, expresa el comunicado de la convocatoria.

Las distintas asociaciones argumentaron las razones del llamado a la calle:

1. La violencia machista y estructural, puesto que sigue siendo una forma brutal de dominación y opresión. En Colombia, del 1 de enero al 31 de diciembre del 2020, se perpetraron 630 feminicidio, según el Observatorio de Feminicidios de Colombia, de los cuales 30 corresponden Norte de Santander.

Sumando a ello, la plataforma de VBG del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander arrojó 756 sobrevivientes de violencia basada en género. No obstante, las promotoras de la campaña #EmergenciaNacionalporViolenciaMachista declaró luto nacional por feminicidios a término indefinido.

2. El control de la libertad sexual y reproductiva, otra de las formas para someter los cuerpos y las vidas de las mujeres. Según la investigación ‘Aproximaciones a la frontera’, en una encuesta realizada en la ciudad de Cúcuta se identificó que solo un 24% de la población colombiana ha recibido apoyo institucional frente a los derechos sexuales y reproductivos.

3. Las brechas de género que persisten en materia de desempleo, informalidad, ocupación e ingresos laborales, que afectan especialmente a mujeres indígenas,  afrodescendientes, campesinas y procedentes de las zonas de conflicto armado y migrantes venezolanas. 

En Colombia, según el Dane, las mujeres ocupan una tasa de desempleo del 18,2% mientras que los hombres un 9.8%. La tasa  de  informalidad es otro fenómeno que afecta a las mujeres venezolanas en una mayor proporción de 91,1 % y a las colombianas en un 60%, de igual forma, las empleadas domésticas venezolanas desempeñan un 9,8% frente a un 6,9% de las colombianas.

4. La falta de garantías para la participación política de las mujeres, que sigue siendo inefectiva en la medida en que no exista paridad, alternancia y universalidad en los procesos democráticos de elección popular. En el boletín Nº1 sobre participación política de las mujeres en las elecciones territoriales del 2019 realizado por el Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, tan solo tres mujeres fueron elegidas en los altos cargos de poder en Norte de Santander.

5. La exacerbación de economías ilegales, como la trata de personas que ponen en peligro la vida de las mujeres, la sistemática violencia y hostigamiento a mano de la Fuerza Pública contra las mujeres trans, especialmente en quienes ejercen la prostitución, según el informe de Colombia diversa entre 2019 y 2020 se presentaron 136 víctimas parciales del abuso policial.

Las 21 organizaciones convocantes piden a los participantes respetar el distanciamiento social y las medidas de bioseguridad como el uso del tapabocas.