El fuerte olor a humo y una densa capa gris que cubrió casi toda la ciudad y otras poblaciones de la franja fronteriza, ya habría sido controlado. Sin embargo, los efectos del humo podrían extenderse por varios días.
De acuerdo a la información suministrada por Corponor en días pasados, el fenómeno que se presenta en el ambiente responde a la presencia de material particulado con olor ofensivo, proveniente de la quema de basuras en Ureña y San Antonio, que unido a la ausencia de vientos en Cúcuta, generó una afectación generalizada que se sintió particularmente en las comunas 2, 3, 4, 5 y 6.
Esta situación ha generado preocupación entre los cucuteños, pues ya se han presentado cuadros respiratorios por la exposición constante a esas emisiones contaminantes que nos estarían llegando del país vecino, que, unido a la situación de coronavirus, ha exacerbado los ánimos de la población.
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Según las autoridades venezolanas, el vertedero desde el que se originó la quema de basura recibe los desechos sólidos de los municipios de Bolívar, Ureña, y Junín. El alcalde de Pedro María Ureña, Jhon Carrillo, señaló ayer que este tipo de incendios “ocurren de manera frecuente producto de las altas temperaturas y algunos otros factores”. Personal del cuerpo de bomberos de esa misma localidad señaló que las llamas ya fueron extinguidas, en un trabajo conjunto con sus pares de San Antonio del Táchira.
ESCALAN A LAS AUTORIDADES NACIONALES
Desde que empezó a presentarse este fenómeno, Corponor, como autoridad ambiental de la ciudad ha estado emitiendo informes que dan cuenta de los monitoreos de la calidad del aire en la ciudad.
Ayer, la entidad dio a conocer una circular en la que se refirió a tres hipótesis que podrían dar respuesta a lo que está pasando en materia de contaminación: la quema de residuos orgánicos e inorgánicos en poblaciones fronterizas; la posibilidad de que se trate del fenómeno atmosférico conocido como bruma, producto del cambio climático; y una tercera, en la que se plantea que la reducida visibilidad corresponde a calima, un fenómeno que sostiene el material particulado producido por actividades relacionadas con la fabricación de coque, arcilla, entre otros.
El director de la entidad, Gregorio Angarita, aseguró que el equipo de Corponor ha venido haciendo seguimiento al tema y dentro de las acciones iniciadas por su despacho se han enviado comunicaciones a distintas entidades del orden nacional, incluida la cancillería, por si fuera necesario, eventualmente, solucionar el tema con las autoridades venezolanas.
“Hemos acudido ante a las autoridades del nivel nacional, a la Cancillería, al Ministerio de Defensa, a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la UNGRD, Procuraduría, entre otros organismos, para que nos acompañen en esta cruzada para garantizar que no se sigan presentando estas emisiones que están afectando la calidad del aire en Cúcuta y que están aumentando el riesgo de contaminación y de afectación de las vías respiratorias”, dijo Angarita.
Dentro de los reportes solicitados por la entidad, se espera uno del Ministerio de Defensa con la información referenciada de los incendios en Colombia, y otro de la Unidad de Gestión del Riesgo sobre los incendios forestales de los últimos 30 días.
Ayer en la tarde se conoció otro concepto de expertos en ingeniería ambiental de la Universidad de Andes, en la que asegura que la situación de contaminación del aire no es exclusiva de Cúcuta, sino que se repite en varias ciudades del país.
“Las redes de vigilancia y monitoreo de la calidad del aire han mostrado concentraciones de material particulado que exceden los niveles salubres para la población. Si bien esta es una situación recurrente en los primeros meses del año, la situación en el 2020 ha sido particularmente desfavorable en la mayor parte del país”.