Un audio de apenas 20 segundos, que se hizo viral a través de Whatsapp el miércoles, mantiene a más de 600 miembros de la comunidad indígena Yukpa presos del pánico y víctimas de una campaña de estigmatización que trasciende las fronteras del barrio El Escobal, donde permanecen asentados a orillas del río Táchira, y llega hasta las mismas instalaciones de la Procuraduría General de la Nación. 

“Vecino, buenas tardes, con Monroy de Migración. Efectivamente, confirmado, uno de los Yukpa dio positivo para coronavirus. Se está efectuando el procedimiento de aislamiento en el campamento, ahí en El Escobal”. Este mensaje, que corrió como el agua, sumió en la desesperación a la comunidad yukpa que, al cierre de esta edición, continuaba sin saber quién era el que había dado positivo para COVID-19.

“Si es cierto que uno de nosotros tiene coronavirus, ¿por qué no nos lo dicen? ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Dónde lo tienen?”, se preguntaba este jueves Josmar Contreras, vocero de la comunidad.

Contreras agregó que le parecía irresponsable el hecho de que las autoridades los hayan aislado a todos, sin decirles quién es el enfermo. “¿Qué pretenden, que nos contagiemos todos? ¿Con cuántos de nosotros tuvo contacto ese supuesto enfermo?”, repetía una y otra vez Contreras. 

El vocero de los Yukpa aseguró que hasta tanto la Secretaría de Salud o algún vocero de la Alcaldía de Cúcuta no se acerque a decirles qué es lo que pasa realmente, todos ellos van a estar expuestos al coronavirus, con el agravante de que las condiciones bajo las cuales viven, haría muy fácil la propagación del mismo.

Comunicados que se contradicen

Carlos Martínez, director del Instituto Departamental de Salud (IDS), emitió un comunicado la noche del miércoles en el que afirmaba que luego de una brigada de salud adelantada por la Alcaldía de Cúcuta (no precisó qué día), se evidenciaron síntomas de COVID-19 en un paciente al que, tras realizársele la prueba, dio positivo.

Sin embargo, Martínez no precisó qué pasó con ese paciente ni dónde permanece. Solo agregó que “por epidemiología, para evitar el riesgo y la discriminación, se acordonó la zona como medida de seguridad”. Agregó, además, que se ordenó la toma de más pruebas en pacientes que pudieran presentar síntomas para descartar o confirmar la presencia del virus en más personas.

A la par de este comunicado, la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Salud, publicó otro en el que afirmaba que se había logrado “verificar el primer caso de coronavirus en la etnia Yukpa, a través de tamizajes con la Dimensión de Vigilancia en Salud Pública”.

Menos de 24 horas después, la misma Alcaldía emitió un nuevo comunicado a través de Twitter, en el que afirmaba que “gracias a información de la Secretaría de Salud confirmamos que el caso reportado el 25/03 corresponde a un ciudadano venezolano que no pertenece a la etnia Yukpa, pero que sí habita en la comunidad, por lo que hoy (ayer) se está haciendo seguimiento sobre posibles casos por contacto directo”.

El secretario de Gestión del Riesgo Municipal, Huber Plaza, consultado sobre lo que su despacho haría para garantizar la seguridad alimentaria de los indígenas, manifestó que el paciente que dio positivo “no es un Yukpa, es un colono venezolano de 53 años que convive con una indígena de esta comunidad”. 

María Constanza Arteaga, secretaria de Salud municipal, agregó que el venezolano contagiado tiene dos hijos, uno de ellos de apenas 6 meses.

“El paciente se encuentra aislado allá mismo en el asentamiento. Ayer (jueves) se le hizo tamizaje (toma de temperatura y consulta de síntomas) a 50 personas que se habían relacionado con él.  Durante esta jornada se encontró un bebé de 9 meses con fiebre que fue trasladado en ambulancia al Hospital Erasmo Meoz porque no tuvo contacto con el paciente con coronavirus”.

Sin embargo, este viernes La Opinión conoció que el hombre contaminado sigue sin entrar en aislamiento.

A pesar de que la Secretaría de Salud asegura que al contagiado se le ha pedido que se aísle, las autoridades sanitarias sostiene que el hombre se ha negado, lo que implica un grave riesgo de propagación del coronavirus, teniendo en cuenta que en ese asentamiento permanecen 600 indígenas.

Buscaron casos en El Escobal

El jueves en la mañana, funcionarios de la Secretaría de Salud municipal recorrieron las tres manzanas que colindan con el asentamiento yukpa y les tomaron la temperatura y preguntaron si tenían síntomas asociados al COVID-19 a todos los habitantes que encontraron en las viviendas. Extraoficialmente se conoció que ninguna de las personas que fue visitada presentó síntomas ni tenía fiebre, descartándose, por ahora, que pueda existir otro contagio en este barrio. 

Guardia policial hasta el 13 de abril

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, manifestó que sus hombres seguirán prestando seguridad en la zona del asentamiento yukpa, para garantizar que los miembros de esta comunidad infrinjan el confinamiento nacional decretado por el presidente Iván Duque. 

“Vamos a garantizar que la población indígena allí asentada no se mueva de este lugar para evitar posibles contagios”, aseguró el oficial. 

Procuraduría interviene

El procurador regional de Norte de Santander, Libardo Álvarez García, le envió ayer una comunicación al gobernador Silvano Serrano, y al alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, para que le informen, con carácter urgente, “las acciones adelantadas y las que se tengan proyectadas impulsar con ocasión a la detección de un caso positivo de COVID-19 al interior de la comunidad indígena yukpa con asiento en la zona del barrio El Escobal”.

Como se puede apreciar, el procurador tampoco sabía, al momento de redactar su pronunciamiento, que el contagiado no era un yukpa, sino un venezolano allí instalado por tener una esposa de la comunidad.