El Cúcuta Deportivo continúa preparando el cierre de la primera fase del Torneo Águila, con dos compromisos que serán fundamentales para asegurarse su permanencia en el grupo de los ocho finalistas, y varias caras nuevas han aparecido en los entrenamientos del plantel motilón de las últimas semanas, generando gran expectativa entre los hinchas, que siempre esperan refuerzos para su equipo.
Entre los nuevos futbolistas hay un grupo de juveniles que llega con la ilusión de sorprender al técnico Flavio Robatto y quedarse definitivamente, pero hay un jugador en especial que no es desconocido para la afición, y que, aunque solo está de paso en la institución; siempre ha ‘sonado’ como refuerzo rojinegro.
Se trata del cucuteño Oscar Briceño, el delantero de 32 años que se fue muy joven de su tierra para comenzar una carrera como profesional en el fútbol colombiano, y que hoy regresa como un experimentado deportista que ha disfrutado ya de sus años de ‘gloria’, pero que todavía tiene mucho por aportar.
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Mientras el equipo que viene jugando el torneo se entrena bajo las órdenes del técnico Robatto, Oscar cumple con trabajos físicos al margen de sus compañeros, siguiendo las indicaciones del preparador físico Julio Charales.
Este año terminó su vinculación con el Deportivo Pasto, uno de los equipos colombianos donde se volvió referente, pero una lesión lo marginó del grupo y ahora su recuperación es el principal objetivo.
“Estoy tratando de ponerme en forma. Pedí permiso para entrenar y el presidente José Augusto Cadena amablemente aceptó, igualmente el cuerpo técnico, entonces me están colaborando para ponerme a punto y estar listo para el otro torneo”, aseguró ayer el atacante nortesantandereano desde la cancha del Sena, donde entrenó el conjunto motilón.
El apellido Briceño en el fútbol colombiano se popularizó gracias al talento de Oscar, y por supuesto al de su hermano gemelo, Daniel, quien juega como defensor y que también ha acumulado una vasta experiencia a nivel profesional.
Ninguno de los hermanos Briceño ha jugado en el Cúcuta Deportivo, ambos hacen parte del grupo de futbolistas cucuteños que tuvieron que triunfar en otros equipos, pues llegaron al Deportes Tolima cuando tenían 18 años siendo apenas dos promesas con mucho talento.
Sin embargo, no fue únicamente en el Tolima donde los hermanos Briceño compartieron plantel. El destino los volvió a juntar en 2011, en Monagas de Venezuela; y en 2015 volvieron a jugar juntos defendiendo los colores del Deportivo Pasto.
Ahora, mientras su hermano Daniel lucha con Alianza Petrolera para mantener la categoría en la primera división, Oscar busca recuperarse al ciento por ciento y encontrar un equipo para el próximo año.
“Ahora estoy libre, tratando de salir de una lesión que tuve en diciembre del año pasado con el Deportivo Pasto, estuve un año parado y ahora estamos poniéndonos a tono. Estamos trabajando de aquí a diciembre porque en enero se abre nuevamente el mercado de pases y ahí estaremos escuchando cualquier oferta”, afirmó Briceño.
Su ilusión es volver a jugar con un equipo de primera división, pero no descarta tener una oportunidad de defender la casaca rojinegra del onceno motilón.
Como buen cucuteño, a pesar de construir toda su carrera profesional fuera de Cúcuta, siempre estuvo pendiente del ‘doblemente glorioso’, y también reconoció que hizo ‘fuerza’ para que el equipo regresara a la ciudad.
“Ya el equipo está acá y esperemos que la gente lo aproveche y lo acompañe más, y que con esa fuerza se pueda conseguir el ascenso que es lo que todos los muchachos (jugadores) anhelan”, puntualizó.