El Cúcuta Deportivo sigue jugándose su suerte por partida doble. Primero, intentando salir cuanto antes de las primeras posiciones de la tabla del descenso y, segundo, buscando alternativas para evitar ser liquidado por la Superintendencia de Sociedades.
El próximo jueves 30 de julio, los representantes del club rojinegro deberán acudir, una vez más, a una audiencia por incumplimiento a las obligaciones adquiridas dentro del acuerdo de reorganización, y otras generadas después del mismo.
La sociedad Cúcuta Deportivo Fútbol Club S.A. fue admitida en reorganización el 24 de febrero de 2012, y el acuerdo fue confirmado por la Supersociedades el 22 de mayo de 2013, con pasivos que alcanzaban los $13.000 millones.
En diciembre de 2013, José Augusto Cadena adquirió el paquete mayoritario de acciones del cuadro fronterizo, manifestando entre sus objetivos principales sanearlo económicamente, y luego conformar un plantel competitivo que logre mantenerse en la A.
Sin embargo, durante 2014 y lo que va de 2015 a la Supersociedades han llegado múltiples quejas, de viejas y nuevas acreencias, denunciando el incumplimiento por parte del Cúcuta Deportivo.
Así, el 16 de julio la entidad de vigilancia y control emitió un auto en el que convocó otra vez al Cúcuta Deportivo a una audiencia de incumplimiento.
En los antecedentes, el documento advierte que de acuerdo con lo establecido en el proceso de reorganización, el Cúcuta Deportivo debió pagar la primera cuota del acuerdo correspondiente a las acreencias laborales, a más tardar el 31 de marzo de 2015.
Sin embargo, varios de los acreedores han presentado denuncias de incumplimiento.
Dos de los acreedores que denunciaron incumplimiento son los futbolistas Jonathan Chacón y Edwin Rivas, con quienes se habría llegado a un acuerdo en audiencias anteriores pero, como lo señala la Superintendencia, “la sociedad no ha remitido los soportes de los pagos realizados”.
La Supersociedades manifiesta, entre otras cosas, que el equipo de fútbol expuso la imposibilidad de localizar a todos los acreedores, y que reconoció que los pagos a quienes se han presentado no son por el monto acordado en septiembre de 2013, sino por un valor inferior.
El organismo de vigilancia no encontró respuestas del club a los requerimientos que se le hicieron en los oficios del 22 de junio y el 1 de julio de este año; sino que, por el contrario, continuó recibiendo quejas de incumplimiento por las obligaciones contenidas, tanto en el acuerdo de reorganización como en las posteriores al mismo.
Finalmente, en el auto del 16 de julio de este año, la Supersociedades considera no tener claridad sobre la capacidad de la institución deportiva para atender las acreencias contenidas en el acuerdo de reorganización, ni las que se generen fuera de él.
Por eso resuelve convocar a una nueva audiencia por incumplimiento, en donde el Cúcuta Deportivo deberá presentar “una alternativa de solución de las obligaciones acordadas, así como los gastos de administración, y una posible reforma, si a ello hubiera lugar”.
El vicepresidente y asesor jurídico del Cúcuta Deportivo, Juan Carlos Paredes, reconoció tener conocimiento de siete quejas que se presentaron hace varias semanas en la superintendencia, pero sostuvo que todas se solucionarán “en estos días”.
“Las quejas de las cuales tenemos conocimiento no son posacuerdo (de reorganización), algunas de esas las vamos a pagar ahora (ayer) y las otras esperamos solucionarlas en estos días”, declaró a La Opinión el vicepresidente del club.
Paredes explicó que los atrasos corresponden a las cuotas de pago del acuerdo de 2012, y que debió empezar a subsanarse este año.
El asesor jurídico de la institución motilona reveló que se está pensando en pedirle a la Supersociedades una reforma en el acuerdo de reorganización, para correr la fecha de la cuota y “pagarla en un plazo posterior”.