
Después de cuatro meses de haberse jugado los cuadrangulares de ascenso a la primera A, la comisión disciplinaria de la Dimayor suspendió al exdelantero del Cúcuta Deportivo, Marcos Antonio Lazaga Dávalos.
Durante noventa días regirá la sanción que le impide jugar en el torneo colombiano al futbolista nacido en Paraguay.
El castigo se aplicó luego de evaluar y corroborar las pruebas de que el atacante sí hizo trampa al anotar con la mano un gol ante el Deportes Quindío.
El 20 de enero, al minuto 62 de ese partido, ocurrió la siguiente situación descrita por su protagonista principal, el paraguayo Lazaga:
“Cuando saltó el central me empuja y cuando caigo quiero cabecear pero veo al arquero que se viene sobre mí y busco cómo protegerme, es ahí cuando siento que empujo el balón con la mano. Sin embargo, no me di cuenta que la pelota entraba”.
La comisión basó la sanción en el Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol.
La Resolución 007 del 7 de abril de 2015, señala:
-Artículo 1°. Sancionar al jugador Marcos Lazaga, con tres meses de suspensión por atentar contra la dignidad y el decoro deportivo.
En concepto de la Dimayor, el proceder de Lazaga “no puede ser atribuido a motivos nobles y altruistas. Por el contrario, el hecho de marcar intencionada y subrepticiamente un gol con la mano durante un partido de fútbol profesional colombiano afecta la deportividad y el Fair Play que pregona la Fifa para esta disciplina deportiva”.
Una vez quede en firme el castigo, la Federación Colombiana de Fútbol podría hacerlo extensivo a Lazaga si va a un equipo del extranjero, en uso del artículo 12 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia del Jugador de la Fifa.
La sanción disciplinaria se produce en momentos en que el delantero ya no hace parte de la nómina motilona.
Lazaga no tuvo un buen rendimiento deportivo en el equipo rojinegro, donde además se vio involucrado en un escándalo al agredir a una mujer de la parte logística del club fronterizo.
Y la situación de Lazaga llegó a su peor momento al ser despedido por las diferencias personales con el presidente del once rojinegro, José Augusto Cadena.