Recio en la marca, fuerte en las entradas y buen pasador, son las características que dejó ver el paraguayo Héctor Sanabria en su paso por el Cúcuta Deportivo en el segundo semestre de 2017.

Llegó cuando el equipo se encontraba en Zipaquirá, a causa de la diferencias entre el presidente José Cadena con la administración municipal y departamental de la época.

El rojinegro fue, hasta ahora, su única experiencia en el extranjero y cuenta Sanabria que se dio porque en 2016 tuvo un buen año con el General Díaz de la primera de su país e hizo un excelente semestre con Deportivo Santaní de la segunda en 2017.

“Marqué cinco goles en ocho partidos en el primer semestre de 2017 y eso provocó que el empresario Lucas Domenech se interesara por mí. Yo soy volante de primera línea y esos goles fueron un buen registro”, contó el paraguayo que actualmente juega en el 3 de febrero de la Segunda División de Paraguay.

Domenech es uno de los agentes que ‘surte’ a Cadena con jugadores extranjeros año tras año. Tras conocer las intenciones del empresario para traerlo a Colombia, Sanabria no dudo y empezó conversaciones para llegar el Cúcuta Deportivo.

“Cúcuta buscaba un volante de marca y mi buen presente me ayudaba para llegar. Santaní era dueño de mi pase pero yo tenía una cláusula que consistía en que si llegaba una propuesta del extranjero no habría que pagar ningún dinero y eso facilitó las cosas, haciendo que yo llegará a los ocho días de haberme hecho la propuesta”, narró el volante quien confesó que recordaba mucho al equipo por la Libertadores del 2007.

Asimismo, el jugador que para la fecha tenía 28 años, dijo que no le importó que estuviera en Segunda División pues vio que era un plantel muy bueno que en el semestre anterior había llegado a la semifinal.

Llegada y lesión

En su llegada a tierras cafeteras, Flavio Robatto, técnico de la época, lo recibió y le expresó su deseo de tenerlo en cuenta en su equipo.

“Los primeros días me constó por la altura de Cajicá pero me fui acoplando. Lastimosamente en un partido de pretemporada tuve una lesión de ruptura fibrilar. Yo no había firmado contrato y entonces la dirigencia decidió bajarle al valor que me iban a dar por mis servicios. No sé si lo hacían para que me fuera pero decidí ceder porque quería jugar”, confesó el paraguayo.

Luego de su lesión, la cual demoró en recuperarse,  el Cúcuta Deportivo contrataría al también volante de marca Jhonny Ramírez con quien más adelante, Sanabria haría dupla.

“Jhonny es un tipo bacán, una belleza de persona. Se convirtió en un referente del equipo porque tenía antecedentes de campeón en el fútbol. Creo que es uno de los mejores jugadores con los que he militado. Hacíamos una excelente dupla; de él aprendí a posicionarme en el campo y muchas cosas”, afirmó Sanabria.

Su función en el motilón

El marcador debutaría ante Real Cartagena por la fecha 12, en un partido en el que el Cúcuta ganó 3-2 en el estadio Jaime Morón.

“Cuando ya estaba a punto, el profe me puso en Cartagena y empecé a jugar en esa ciudad tan linda. Recuerdo que no veníamos mal en la tabla y ganamos aquella tarde. Desde ese momento, jugué todos los partidos”, recordó el paraguayo.

Sobre su función en el equipo, dijo que Robatto les pedía que junto a Ramírez, recuperarán balón y se lo entregaran a Jopito (Cristian Álvarez) quien después resolvía ya fuera con Erwin ‘Alpinito’ Carrillo, Diego Echeverri o Jonathan Agudelo.

“Robatto es un técnico muy trabajador. Un día me invitó con Jhonny a su casa a comer algo. Cuando estábamos allá, sacó un computador y empezó a mostrarnos que quería de nosotros. Siento que le aprendí bastante a él. Antes de llegar mi oportunidad, me hablaba y me decía que tuviera fuerza, que no quería quemarme porque no estaba en buen estado físico”, recordó Sanabria sobre el técnico argentino de quien dice llegará lejos sin le dan la oportunidad.

¿Por qué no se ascendió?

El Cúcuta Deportivo cayó nuevamente en la semifinal a manos de Leones. En el partido de ida disputado en el General Santander empataron a dos mientras que en el de vuelta jugado en Itagüí, perdió 2-1.

“Como equipo, trabajamos muy bien. Éramos un equipazo y estábamos muy convencidos de que ascenderíamos ya fuera por ser campeones o por la reclasificación, pero creo que tuvimos muchos partidos seguidos y la plantilla era muy corta”, confesó.

En referencia al partido de vuelta de la semifinal, recordó que empezaron ganando en un partido con mucha lluvia.

“Necesitábamos que la cancha estuviera en perfectas condiciones para salir de contra. En el segundo tiempo nos remontaron y no supimos reponernos. Intentamos hasta el final pero no pudimos. Fue la primera vez que vi a todo un vestuario llorar. Estábamos seguros que lograríamos el objetivo”, dijo.

Relación con Cadena

Sanabria dijo al comienzo su relación con la dirigencia del club fue buena a pesar de que le cambiaran las condiciones cuando se lesionó. Según contó, firmó con el Cúcuta por dos años pero luego de terminar el campeonato le informaron que no contarían más con él.

“Yo tenía contrato vigente pero me dijeron que no me iban a tener en cuenta. Nadie me decía nada y un día me llaman para firmar la recisión. Más o menos salimos mal porque tuve que ceder mucho para volver a jugar en Paraguay. Le firmé sin recibir nada. Fue un mal momento que pasé.  No me explicó porque no me querían tener en cuenta pues creo que hice bien las cosas”, dijo Sanabria.

Otra situación que recuerda, es el incumplimiento en los premios. “Creo que la parte dirigencial se manejaba muy mal. Quizás el incumplimiento en los premio influyó en la consecución del objetivos. Teníamos zozobra porque nos sabíamos si los iban a pagar o no”.

La hinchada de Cúcuta

“El día que llegamos de Zipaquirá, nos recibieron como si fuéramos campeones. Fue una caravana de casi una hora del aeropuerto a la Plaza de Banderas. Es una hinchada muy fanática y maravillosa. Cuando salía al supermercado la gente me reconocía y me hacían sentir como un cucuteño más”, dijo Sanabria quien confesó haberse impresionado la motivación que daban y con la Banda del Indio que no paraba de alentar en todo el partido.

Igualmente afirmó que fue el primer club de su carrera con una hinchada tan grande. “El día que jugamos contra Bogotá después del regreso el estadio estaba con más de 30 mil personas. Igual fue en las finales. Esa gente fue impresionante como nos apoyaban. Fue una desilusión muy grande no lograr el ascenso”.

“Me considero un hincha del rojinegro. Tengo todas las remeras que use. Sentí mucha alegría cuando ascendieron”, dijo el marcador.

Sanabria contó que aún mantiene muy buena amistada con Juan Camilo Chaverra, actual portero del equipo y persona con la que compartió hogar, el brasilero Bruno Agnello, Luciano Guaycochea, Jopito, Braynner García, Mauricio Duarte, James Castro y Alpinito.

“Me gustaría volver al fútbol colombiano. Deje muy buena amistada con todos mis compañeros. Sentí mucho mi salida pero a pesar de eso, sigo al Cúcuta”.