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Cúcuta Deportivo
El capitán que no se quiere bajar del barco rojinegro
José Orlando Pérez es creyente que la situación del Cúcuta Deportivo va a mejorar y podrá seguir defendiendo los colores del club.
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Sábado, 12 de Diciembre de 2020

El fútbol cucuteño despide un 2020 lleno de altibajos, por un lado, varios tuvieron la posibilidad de debutar profesionalmente en el equipo de la tierra y consolidar el trabajo que venían haciendo temporadas anteriores, por el otro, la liquidación judicial y la suspensión del reconocimiento deportivo que tiene en vilo, hasta la fecha, la participación o no del rojinegro en la Liga colombiana.

Entre esos casos se encuentra José Orlando Pérez, defensor del rojinegro que siempre estuvo destinado a ser deportista. En el colegio Salesiano donde estudió y finalmente se graduó de bachiller, practicó toda clase de disciplina: atletismo, tenis de mesa, voleibol, fútbol sala y baloncesto, aunque sin duda, el que necesitaba de 11 contra 11, terminó siendo su preferido. 

Sus inicios fueron en la escuela de Telecom (hoy llamada Barcelona) cuando tenía cinco años, allí se formó con los profesores Pedro Carrillo y Carlos Sandoval, hasta que dio el salto a Quinta Oriental de Elkin Uribe, equipo que fue su trampolín para la llegada del cucuteño al Atlético Nacional.

Este paso se da en el 2013. Yo tenía una buena hoja de vida, había jugado en la Selección Colombia sub 15 y la Selección Norte. Además, estaba participando del torneo Binacional que organiza el profesor Elkin Uribe, fue ahí donde me vieron de Atlético Nacional y contactaron a mi papá, quien puso como única condición que me dejaran terminar mis estudios para poder ir a jugar a la institución y así fue, me gradué y me fui a comienzos del 2014”, comentó José Orlando en diálogo con La Opinión

Nacional, más de lo que esperaba

José Orlando Pérez siempre tuvo claro que, para triunfar, había que hacer sacrificios, como el desprenderse de su familia y amigos para instalarse en tierra antioqueña. 

La responsabilidad era enorme, tenía que demostrar de qué estaba hecho, era el momento de recordar todas esas veces que su padre José Pérez, lo llevaba en bicicleta a los entrenamientos desde su barrio,  Loma de Bolívar, hasta la cancha del Colsag, para trabajar por su sueño. 

“Soy una persona resiliente y echada para adelante. He tenido siempre hambre de gloria porque sé que después vienen las cosas lindas que brinda el fútbol”, expresó el defensor que terminó siendo el capitán de Atlético Nacional.

Y agregó: “fue un motivo de orgullo llegar a ser capitán de la institución y más cuando no soy de la región. Desde el primer partido que jugué, hasta el último, cargué la cintilla. Siempre me brindaron la confianza y correspondí a ella”. 

Pero como todo tiene su final, el cucuteño tuvo que despedirse del equipo paisa en el 2017, debido a que su contrato finalizaba y los torneos sub 20 también. Con el conjunto ‘verdolaga’ supo levantar títulos importantes como el Torneo Nacional sub 19 en 2016 y varios campeonatos de Liga en Antioquia. 

Lo más gratificante sin duda  fue haber viajado a Holanda y Alemania para disputar competencias internacionales ante clubes destacados como el Chelsea, Sampdoria, Fulham, entre otros. 

De su paso por el Atlético Nacional solo le quedó pendiente algo: el debut. Si bien estuvo varias veces en el banco de suplentes, nunca pudo ingresar, incluida la recordada semifinal del 2016 contra Santa Fe que cayeron 4-0, en donde el equipo principal del ‘verde de la montaña’, se encontraba en Japón para disputar el Mundial de Clubes, por lo que fueron en su mayoría juveniles quienes enfrentaron ese partido. 

“En Nacional dejé buenas amistades, guardo un profundo y grato agradecimiento por todo lo que me inculcaron como persona y jugador”, indicó el jugador nacido el  14 de abril de 1997. 

La llegada al rojinegro

Luego de su salida del conjunto paisa, él decidió probar suerte en el primer equipo del Cúcuta, pero no quedó, aunque si fue por pedido de David Suárez, técnico de las divisiones inferiores del club, que se unió a la sub 20 a raíz de una norma que permitía inscribir a cinco jugadores nacidos en 1997, para disputar el Torneo Nacional del 2018 con la categoría juvenil.

“Por la edad esperaba conseguir una oportunidad en la primera división, pero Dios me demostró muchas cosas y me abrió puertas, aquellas que supe aprovechar en la sub 20 con mucha humildad, haciendo un excelente torneo que, además, me brindó la posibilidad de debutar en la era de Lucas Pusineri y comenzar este lindo camino del fútbol profesional”, aseveró. 

Fue precisamente el 12 de abril de ese año, que José Orlando Pérez debutó frente al Real Cartagena en la victoria rojinegra por 1-0 en Magangué y por la segunda ronda de la Copa Colombia, vistiendo el dorsal 17, el mismo que usa Braynner García, uno de los jugadores que admira.

Asimismo, reitera que el 2018 fue maravilloso para la institución en general. Se ascendió con una campaña histórica a la primera división y se llegó a la final del Torneo Nacional juvenil, la que perdieron en penales ante Atlético Nacional. 

Ya para el 2019 se da su paso definitivo al primer equipo del Cúcuta Deportivo. “Me siento honrado y agradecido con todos los jugadores que estuvieron en ese plantel, me acogieron de la mejor forma y me hicieron sentir uno más llenándome de confianza y motivación para el día que me llegara la oportunidad”, puntualizó el central que mide 1,79 metros. 

El 2 de mayo y contra el América de Cali en el Pascual Guerrero, José Orlando Pérez Castillo debutó como titular en la caída del motilón que dirigía Sebastián Méndez por 2-0.

Sin embargo, la felicidad iba a ser mayor cuando tres días después, marcaría su primer gol como profesional en la victoria 2-1 frente al Junior en el General Santander. El defensor aprovechó un rebote ocasionado por él mismo en un tiro de esquina y remató de tijera para desatar la felicidad suya y de todo el equipo. 

“Es un sinfín de emociones que viví cuando marqué mi primer gol a un club tan importante como el Junior, es uno de los días más felices que he pasado en mi vida y en mi carrera futbolística”, argumentó el defensor.

Su primer año como profesional lo califica de extraordinario, agradece a los cuerpos técnicos de Pablo Garabello, Guillermo Sanguinetti, Sebastián Méndez y Lucas Pusineri, por haberlo tenido en cuenta. 

“Siempre he sacado el fruto al máximo, tratando de absorber como una esponja todas las cosas positivas para mi carrera futbolística. Cada vez que tenía la posibilidad de actuar, lo hacía de la mejor manera y estuve respaldado por la gente de la región”, enfatizó. 

Un 2020 atípico, pero con oportunidades

La salida de varios jugadores del Cúcuta Deportivo, entre ellos su referente Braynner García, le abrió más posibilidades a José Orlando para ser considerado como inicialista, “el 2020 fue un año lindo independientemente de la pandemia por el coronavirus y las situaciones que hemos vivido”, declaró el defensa que ha actuado como lateral por ambas bandas y volante central. 

Referente a la crisis de salud que alteró la tranquilidad en gran parte del mundo, José Orlando  Pérez cree que no afectó su rendimiento, pero que sí le cortó el embrión anímico al equipo, luego de esa victoria contra Jaguares 3-0 como visitante.

“Si hubiéramos continuado el torneo, se habría podido sumar puntos importantes para consolidarnos más”, apuntó. 

Fue Jorge Artigas, quien no sólo le dio más minutos, sino que lo nombró capitán del Cúcuta Deportivo por encima de jugadores experimentados y de recorrido en el equipo como Diego Peralta y Juan Camilo Chaverra. 

“Me sorprendió bastante. Cuando el profesor antes de iniciar el partido contra el Cali dice que voy de capitán, me tomó por sorpresa, sentí mucha adrenalina al saber la responsabilidad tan grande, siempre fue una de mis metas y anhelos. Estoy agradecido con Dios y la vida por ser tan buenos conmigo”, explicó emocionado el joven referente. 

Y es que, el llevar la cintilla no fue la única alegría en ese partido que terminó 3 a 3 en la reapertura del Fútbol Profesional Colombiano, el cucuteño también pudo marcar tras una jugada de pelota quieta que se había trabajado en los entrenamientos.

No todo fue felicidad para el defensor, se alejó casi tres semanas de las canchas por un desgarre en el aductor izquierdo a raíz de los complejos viajes y el poco tiempo de descanso.

Aparte, el club en lo deportivo no pasaba sus mejores días, “en ocasiones el fútbol no es consecuente con la forma que juega el equipo, a veces hacíamos un excelente partido y nos empataban. Pasábamos ratos amargos después de haber hecho un gran esfuerzo”, expresó.
 
La liquidación y el futuro

José Orlando Pérez manifiesta ser hincha del rojinegro desde pequeño cuando acudía al estadio por esos partidos de Copa Libertadores que emocionaron a toda la ciudad, momentos que lo hicieron amar el equipo y tener sentido de pertenencia. 

Es por esto que, afirma seguir en duelo por la situación del club, sigue creyendo que mejores cosas vendrán para la institución debido a su historia e hinchada. 

“Para mí es un orgullo jugar en el Cúcuta Deportivo, una satisfacción inmensa porque hago lo que me apasiona y siempre soñé de niño, sobre todo porque soy hincha y siento con efervescencia el sentimiento del hincha. Para mi es una responsabilidad grande seguir haciendo las cosas bien y dejar en alto esta institución que me ha traído cosas lindas”, aseguró el futbolista de 23 años. 

Con relación a su futuro, dice que ha tenido la oportunidad de buscar nuevos horizontes como lo han hecho varios de sus compañeros, explica que las ofertas han llegado, pero su deseo es continuar en el Cúcuta Deportivo.

“Primero he pensado en consolidarme en la institución, conseguir algo importante y poder buscar un destino mejor, quiero en un futuro apuntar al fútbol inglés porque me parece bastante competitivo”, concluyó.

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