Más allá de la elección por unanimidad del nuevo presidente de la Dimayor, Jorge Fernando Perdomo Polanía, la asamblea de socios de la entidad que tuvo lugar el pasado martes, en Bogotá, dejó un importante anuncio para todos los hinchas del Cúcuta Deportivo.
Perdomo Polanía reconoció en un programa radial de difusión nacional, horas después de su elección, que la Dimayor le otorgó al presidente y máximo accionista del Cúcuta Deportivo, José Augusto Cadena Mora, el aval para llevarse al club a otra sede.
De acuerdo a lo afirmado por el nuevo dirigente de orden nacional, el dueño del cuadro fronterizo habría argumentado la falta de apoyo de la administración municipal, como el motivo principal para trasladar el equipo de ciudad.
Aunque Jorge Fernando Perdomo manifestó que su prioridad y la del presidente saliente, Ramón Jesurún, es mediar para que el equipo no tenga que marcharse de la frontera, también dejó claro que no pueden ser ajenos a que existan relaciones insuperables, como la que podrían estar sosteniendo Cadena y la Alcaldía de Cúcuta.
“Mi prioridad y la de (Ramón) Jesurún es conciliar las diferencias que puedan existir entre la administraciones municipales y departamental y los propietarios del Cúcuta Deportivo. No puedo concebir que una plaza tan importante quede privada del fútbol profesional”, dijo Perdomo.
El presidente de la entidad encargada de administrar y reglamentar los campeonatos del fútbol profesional en Colombia quiso enviarle un parte de tranquilidad a la afición cucuteña afirmando que mediará para que esto no ocurra, pero también advirtió que el dueño del equipo motilón ya tiene el visto bueno para llevarse el club para otra sede.
“Se le dio el aval para cambiar de sede porque no podemos estar ajenos a que existan situaciones insalvables. Pero yo como presidente no contemplo esa posibilidad, y haremos todos los esfuerzos necesarios para que esa posibilidad no se pueda concretar”, sostuvo Perdomo Polanía.
De la misma manera, el presidente de la Dimayor dijo que el reglamento no permite que otro equipo llegue a la capital nortesantandereana a cubrir la plaza que dejaría el Cúcuta Deportivo.
“El Cúcuta como institución es a quien le corresponde jugar en esa plaza, y nosotros por reglamento no podemos admitir que un equipo foráneo llegue a cubrir ese lugar. Nos corresponde por respeto a la afición y a la ciudad, tratar de conciliar”, puntualizó Perdomo.
Cadena traicionó la afición
En un comunicado de prensa, el alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez Lobo, afirmó que el presidente y dueño del Cúcuta Deportivo le mintió a él y a la afición rojinegra.
“Cadena traicionó a la afición del Cúcuta Deportivo y a toda la ciudad. Falta a la verdad al afirmar que no tuvo respaldo, cuando se le dieron todas la facilidades y condiciones para mantener el equipo en la primera división”.
El mandatario recordó que durante su administración, y desde que José Augusto Cadena adquiriera el paquete mayoritario de acciones del Cúcuta Deportivo, a la institución rojinegra se le rebajó el impuesto por espectáculo al 1%, y además nunca pagó el uso de la energía eléctrica.
Además, Ramírez Lobo mencionó que en 2014 cuando el equipo estuvo en la segunda división, la Alcaldía gestionó con Águila para que la compañía le mantuviera el patrocinio al club.
Una 'Cadena' de errrores
El 13 de diciembre de 2013, el Cúcuta Deportivo anunció que el empresario cucuteño José Augusto Cadena Mora pasaba a ser el nuevo máximo accionista y presidente de la institución fronteriza, que acababa de perder la categoría ante el recién fundado Fortaleza.
Desde entonces, los problemas económicos y administrativos en el cuadro rojinegro han estado siempre a la orden del día.
Los viejos acreedores del proceso de reorganización al que se acogió el club en 2012 denunciaron ante la Supersociedades, durante todo el año pasado y lo que va corrido de este, por el incumplimiento en los acuerdos de pago. Pero no fueron los únicos a los que les quedaron mal.
Técnicos y exjugadores, nacionales y extranjeros, que fueron contratados por José Augusto Cadena también se han sentido engañados y han denunciado en varias ocasiones que el presidente del club les ha faltado a la palabra, o les ha incumplido en el pago de sus salarios.
A principio de octubre, el director del IMRD, Ricardo Ramírez Serpa, le dio un mes a José Augusto Cadena para que desocupara las oficinas que tenía en arriendo en el estadio General Santander, argumentando que desde el semestre pasado el club no le ha pagado nada al municipio por el arriendo del lugar.
De acuerdo a la rebaja hecha por la Alcaldía, el club debía pagar $1’100.000 por cada juego como local, pero según manifestó el director del instituto municipal, el equipo durante el primer semestre de 2015 nunca realizó los pagos.
Las dudas de la afición
Luego del aval que le otorgó la Dimayor al presidente y dueño del Cúcuta Deportivo, José Augusto Cadena, para trasladar el club hacia otra sede, en el ambiente quedaron los siguientes interrogantes:
1. Si Cadena mantiene su posición de cambiar de sede al equipo, ¿pueden el alcalde o el gobernador intervenir para que esto no suceda?
El equipo es una empresa privada, cuya mayoría accionaria está en manos de José Augusto Cadena, por lo tanto la decisión de llevarse al equipo recae totalmente en él. El alcalde o el gobernador lo único que podrían hacer es intentar convencerlo de declinar su decisión.
2. ¿Llevarse al equipo para otra sede o ciudad le podría generar al equipo una reducción en sus gastos?
Los gastos que tendría que pagar el equipo jugando fuera de Cúcuta se verían incrementados. Para que esto no suceda, el propietario del club tendría que conseguir un estadio que cumpla con las exigencias de la Dimayor y cuyo alquiler sea menor al $1’100.000 que era lo que la Alcaldía de Cúcuta le estaba cobrando por cada partido de local.
3. ¿Por qué se dice que a Cadena le conviene más, económicamente hablando, tener al equipo en la B que en la A?
El Cúcuta Deportivo ante la Dimayor es un equipo tipo A por ser de los socios fundadores, y por ello recibe la misma cantidad de dinero anual por derechos de televisión que reciben, por ejemplo, Atlético Nacional, Santa Fe o Deportivo Cali. Esto quiere decir que por derechos de transmisión el Cúcuta cada año recoge aproximadamente $3.800 millones. Además, el próximo año por acabar de descender la Dimayor seguirá cubriendo los gastos de traslado aéreo del equipo cada vez que tenga que jugar de visitante.
Ahora, si se tiene en cuenta que para jugar en la B Cadena conformaría una nómina relativamente económica, cuyo valor anual no supere los $2.000 millones, la rentabilidad del equipo verá un incremento considerable, sin importar los resultados que obtenga.