La autorización otorgada por la Dimayor al presidente y máximo accionista del Cúcuta Deportivo, José Augusto Cadena Mora, para llevarse el equipo de la ciudad no deja de levantar malestar entre la afición rojinegra.
Los primeros que alzaron su voz de protesta sobre la polémica decisión tomada por el dueño del club fueron los gobernantes del municipio y el departamento, quienes rechazaron enfáticamente el posible traslado del equipo.
El gobernador Edgar Díaz Contreras consideró que desde su administración siempre se advirtió que el manejo que se le estaba dando a la institución motilona no era el más adecuado.
“Nosotros siempre hicimos la observación y la crítica, no porque estuviéramos en contra del Cúcuta Deportivo, sino porque estamos en contra de ese manejo personalista que se le da. Hay que crear un frente común, y así se lo estamos manifestando al nuevo gobernador, para tratar de que Cadena no se lleve nuestro Cúcuta Deportivo, que es de nosotros y no de él”, sostuvo Díaz Contreras, quien además señaló que cuando el equipo fue vendido en 2013 se debió pensar en los empresarios de la región.
El alcalde Donamaris Ramírez Lobo fue más duro en su crítica al señalar a través de su cuenta de Twitter que el “señor Cadena es un traidor y un incumplido, a él le vendió el señor Ramiro Suárez y nos perjudicó a todos los cucuteños”.
Además, el alcalde de Cúcuta dijo que buscará reunirse con el presidente de la Dimayor, para mostrarle “la verdadera cara de Cadena. Y el error de Ramiro Suarez perjudicando a Cúcuta”.
En diciembre de 2013, José Augusto Cadena Mora adquirió el 65% de la totalidad de las acciones del Cúcuta Deportivo y pasó a ser el presidente de la institución motilona.
Exdirigentes del club, hinchas y accionistas minoritarios se expresaron en contra de la decisión que aprobó la Dimayor el martes en la asamblea, donde además se eligió al nuevo presidente de la entidad.
Gregorio Angarita Lamk, expresidente y accionista del equipo lamentó la decisión principalmente por lo que el equipo representa para la ciudad.
“Rechazo firmemente esta alternativa. El Cúcuta Deportivo debe jugar en nuestra plaza en condiciones serias, dignas y con un equipo de alta competencia. El Cúcuta llegó a la A gracias al apoyo de esta afición. El Cúcuta debe volver a la A desde el origen de nuestra afición. Espero que Cadena y su equipo de socios entren en razón y logren acuerdos con nuestros gobernantes y sobre todo se comprometan con la afición”, dijo Angarita Lamk.
José Antonio Manrique Torres, quien fue presidente del equipo en 2013 y que todavía conserva un porcentaje mínimo de acciones en el club, afirmó que cuando los anteriores propietarios hicieron el negocio con José Augusto Cadena, confiaron en que el Cúcuta iba a ser bien manejado.
“Yo no me volví a preocupar por ese tema (Cúcuta Deportivo) con la esperanza de que otros lo iban a manejar bien, aunque reconozco que no es fácil, principalmente por las deudas que tiene”, comentó Manrique Torres.
Por su parte, Humberto Álvarez, presidente de la Asociación de Barras (Asobac Cúcuta), declaró que un grupo de hinchas entre los que están varios socios minoritarios y dirigentes de la ciudad planean viajar a Bogotá, y presentarle a la Dimayor pruebas que muestren los beneficios que la administración municipal le ha concedido al Cúcuta Deportivo.
“La hinchada le respondió al equipo, cumplimos como afición. En los dos partidos contra Junior y Santa Fe llenamos el estadio y recaudaron una taquilla importante. Como empresario (Cadena) debería vender el equipo pero que lo haga a un precio justo.”
Mal en lo deportivo, bien con los números
José Augusto Cadena Mora nació en Cúcuta, ha sido dueño de tres equipos del fútbol profesional colombiano y los malos resultados deportivos casi siempre han sido la mancha en su gestión.
En 2005, con apenas 29 años, Cadena Mora adquirió a un Atlético Bucaramanga urgido de resultados para no perder la categoría.
Lo salvó, inicialmente, del descenso pero dos años (2007) más tarde el equipo Leopardo no logró levantar cabeza, cayó a la segunda división, y sobre Cadena empezaron a llover críticas desde todos los sectores de la capital santandereana por el manejo que le daba al club.
Con Bucaramanga su aventura duró hasta 2012 cuando le vendió el equipo a un grupo de empresarios ocañeros.
En junio de ese mismo año, Cadena negoció la adquisición de aproximadamente el 65% de las acciones de Patriotas de Boyacá, equipo que se encontraba en la primera división pero que por su poca tradición en el rentado nacional no le dejaba muchos dividendos al empresario cucuteño.
En 2013 vendió su porcentaje accionario para poner sus ojos en su siguiente club: el Cúcuta Deportivo.
En diciembre de 2013, José Augusto Cadena compró el 65% de las acciones del equipo fronterizo, en una transacción que costó, aproximadamente, $4.790 millones.
Después de pasar un año (2014) de malos resultados en la B, el Cúcuta de Cadena retornó a la primera división, en enero de 2015, y nueve meses después perdió la categoría por tener uno de los peores promedios entre los 20 equipos.
Preguntado varias veces por el valor del Cúcuta Deportivo para una posible venta, Cadena lo ha tasado en cerca de $40.000 millones.