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¿Por qué comprar cuentas de streaming en eBay es una mala idea?
Los vendedores mantienen intacto el flujo de cuentas ilegales de Netflix y de otras plataformas de streaming.
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Aliado Estratégico
Información de Aliado Estratégico
Lunes, 27 de Febrero de 2023

Los recientes aumentos de precio de Netflix, sumados a la multiplicación de las plataformas de streaming online: HBO, Prime Video, Hulu, Disney Plus… hacen que resulte cada vez más difícil hacer frente a los pagos de sus cuotas mensuales. Por eso mucha gente encuentra tentador optar por soluciones alternativas tan dudosas como acudir a eBay para comprar una suscripción a menor precio.

Pese a que la propia eBay trata de combatir la venta de cuentas y de códigos de software a través de su plataforma, lo cierto es que sus vendedores continúan encontrando maneras de sortear los sistemas de seguridad de la compañía. Ya sea publicando anuncios bajo diferentes cuentas o camuflando el lenguaje que utilizan para promocionarse, estos vendedores mantienen intacto el flujo de cuentas ilegales de Netflix y de otras plataformas de streaming.

 
La reventa de cuentas es ilegal

 

Decimos cuentas ilegales, porque eso es lo que son. La única forma de obtener una cuenta de Netflix por vías legales es contratando a través de su propia plataforma. Debería ser una cuestión de sentido común. Utilizar plataformas de venta de artículos usados para ofrecer cuentas de Netflix a menor precio no solo contraviene los términos de la propia Netflix, así como los de Spotify o Disney Plus, sino que probablemente se sustenta en múltiples hackeos.

Nadie en su sano juicio contrataría una cuenta de Netflix que cuesta 120 dólares anuales, para después venderla por solo 10. La única forma en que estos vendedores de eBay pueden conseguir beneficios es mediante el hackeo masivo de cuentas, ya que estos hackeos no les cuestan nada y, en cambio, les pueden generar un gran flujo de dinero mediante la reventa de estas cuentas en diferentes plataformas online.

 
Las filtraciones online, en el corazón de los hackeos

 

Paradójicamente, la venta de este tipo de cuentas acostumbra a tener su origen en filtraciones causadas por problemas de ciberseguridad en las plataformas afectadas. En 2021, por ejemplo, se produjo una filtración de más de 3000 millones de cuentas que incluía múltiples credenciales de acceso de Netflix, con lo que los ciberatacantes simplemente tenían que acceder a la dark web, comprar contraseñas por lotes y venderlas después en eBay.

La reutilización de contraseñas agrava el problema todavía más. Los usuarios que usan una misma contraseña para todo pueden ver vulneradas sus cuentas incluso si no se ha producido una filtración específica sobre esas plataformas en específico. Cualquier plataforma online que utilicen podría haber expuesto sus credenciales, y entonces los hackers solo necesitan probar la contraseña y el correo electrónico en Netflix, HBO o Disney Plus para ver si funcionan.

 
Cualquier persona puede ser víctima de un robo de credenciales

 

Se puede ver de esta manera hasta qué punto puede ser lucrativo vender las contraseñas de otros usuarios en este tipo de plataformas de streaming. Lucrativo para los hackers, claro, pero no para los usuarios que se ven afectados por este tipo de filtraciones. Si no queremos que nuestras cuentas se vean comprometidas de este modo, entonces, es fundamental que adoptemos las medidas necesarias para protegerlas.

Como decíamos hace un momento, las contraseñas repetidas constituyen una vulnerabilidad crítica, pero también supone un serio riesgo utilizar contraseñas fáciles de adivinar o excesivamente simples. Por eso, a día de hoy es necesario usar los servicios de un gestor de contraseñas para proteger nuestras claves. Este software mantiene tu información personal protegida y está diseñado para impedir cualquier hackeo de las contraseñas online.

 
Los códigos de Steam y las claves del Windows también son ilegales

 

El problema de la reventa de cuentas no se limita solo a las plataformas de streaming como Spotify o Netflix. También está muy extendido en tiendas digitales de videojuegos como Steam, y en la distribución de códigos de activación de software profesional de Adobe, Microsoft y otras importantes empresas tecnológicas.

De nuevo, más allá de la conveniencia aparente de adquirir estos códigos a un precio muy inferior al habitual, conviene preguntarse cuál es el origen de estas ofertas. En la mayoría de los casos responden a hackeos realizados en las cuentas de usuarios que no han sabido proteger sus contraseñas. Y, en ocasiones, estos hackeos pueden implicar e incluso el abuso de las tarjetas de crédito asociadas a estas cuentas.

Si un ciberatacante consigue vulnerar una cuenta de Steam que tiene vinculada una tarjeta de crédito, puede usar esta tarjeta para comprar cientos de videojuegos que luego venderá online a un precio inferior. Cuando Steam descubre el ciberataque y cancela estas compras, ya es demasiado tarde. Y, además, quienes salen perdiendo no son los hackers, sino los usuarios que han pagado por los juegos ilegalmente a través de plataformas de terceros.


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