El pasado martes 16 de noviembre, dos nuevas muertes estremecieron a los cucuteños. En ambos casos, la razón fue un hurto.

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Apenas unos días antes, en pleno centro de la ciudad, los transeúntes fueron testigos de una balacera que se registró en medio de un intento de robo a una joyería.

Comenzando este mismo mes, el gremio de taxistas de la ciudad no aguantó más y decidió lanzar una dura advertencia a las autoridades, pues aseguran que de no encontrar soluciones contundentes a la inseguridad que día a día los golpea, podrían ir a una nueva ‘hora cero’.

En los barrios de Cúcuta cada vez es más frecuente ver las casas marcadas con letreros de SOS porque los habitantes, literalmente, piden auxilio para poder salir a la calle, sin sentir la angustia de que algo malo les pueda ocurrir.

En la capital de Norte de Santander el miedo se ha apoderado de los ciudadanos y la percepción que reflejan las encuestas ha pasado de ser solo una sensación de inseguridad, a convertirse en una realidad.

Los constantes hurtos a mano armada, los homicidios a plena luz del día y en cualquier lugar, sumado a las acciones por parte de los grupos al margen de la ley como el Eln y las disidencias de las Farc que parecieran revivir las épocas más violentas de la ciudad, han aumentado la intranquilidad y dejado en evidencia que la seguridad sí viene sufriendo un deterioro.

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Si bien el último reporte entregado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana sobre el comportamiento de los delitos ocurridos en la zona urbana y rural de Cúcuta entre el 1 de enero de este año y el 31 de octubre muestran una reducción o “variación” del 9% en los homicidios, al pasar de 217 en esos 10 meses de 2020, a 197 este año, así como en el hurto a residencias (-29%) y al comercio (-25%), hay otros delitos que vienen en aumento, lo cual explica el porqué  de esa ansiedad y zozobra que manifiestan los cucuteños.

El mismo informe del gobierno municipal deja ver, por ejemplo, que el hurto a personas ha crecido en un 12%, pues este año ya son 252 casos más que los reportados en los 10 primeros meses de 2020. Mientras que el año pasado 2.087 personas denunciaron haber sido víctimas de este delito, entre enero y octubre de este año lo han hecho 2.339.

Esta misma tendencia se ha visto reflejada en el hurto de vehículos, pero aquí la variación entre un año y otro sí es mucho más alta: del 25%. El hurto de motos también creció en un 4% con relación a 2020.

De acuerdo con los reportes que maneja la Policía Metropolitana de Cúcuta, las Comunas 2 y 3 han tenido un aumento por encima del 21% y 35%, respectivamente, en los casos de hurto a personas. El panorama es mucho más preocupante en la zona rural, pues allí el incremento reportado es del 70%.

En las comunas 1,5,6 y 10 la variación de los hurtos entre enero y octubre de 2020, en contraste con los de este año, en ese mismo periodo de tiempo, oscila entre el 12 y el 17%.

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Los meses en los que más casos de hurto a personas se han registrado este año, o al menos se reportaron ante las autoridades, fueron: julio (291 casos), febrero (290), marzo (288) y junio (286).

Hace una semana, los habitantes de del barrio Siglo XXI denunciaron que en apenas un día se registraron tres robos, uno en la mañana y dos en la tarde, lo cual tiene atemorizados a los residentes del lugar.

Los atracos en manada que se volvieron frecuentes en la ciudad también han contribuido de manera importante a aumentar el ambiente de tensión que persiste entre los cucuteños, pues son varios los casos que han quedado registrados en video y que pese a las capturas que se dan, los reportes continúan.

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Al respecto, el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, general Óscar Moreno, ha dicho que este tipo de hechos no está relacionado con una banda en particular, sino que obedece más bien a una modalidad de hurto.

En la ciudad también sigue generando consternación el caso del conductor de una grúa que fue contactado para que atendiera el traslado de una maquinaria pesada en la zona rural de Cúcuta y al percatarse de que no pudieron robarse el vehículo, terminaron asesinándolo.

Recientemente, en el primer encuentro de Diálogos de Frontera, un espacio convocado por La Opinión, Border Lab, El Espectador y la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), se hizo un análisis sobre la situación de seguridad en esta zona de frontera y la conclusión a la que se llegó es que la violencia en Cúcuta y su área metropolitana no es un tema coyuntural, sino un asunto sistemático que tiene una estrecha relación con las dinámicas territoriales, criminales e ilegales que se dan en la zona rural y en la frontera con Venezuela.

Una percepción que se mantiene

Lo que viene sucediendo en Cúcuta en términos de seguridad se refleja en la forma cómo sus habitantes se sienten en sus casas, en su barrio y en los lugares que transitan en su diario vivir.

La más reciente encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana 2021 publicada por el DANE a comienzos de noviembre ubicó a la capital de Norte de Santander como la segunda ciudad con la percepción de inseguridad más alta.

Esa sensación de angustia permanente por lo que viene ocurriendo en el entorno, en términos de delitos, tuvo un leve aumento entre 2020  y 2021, al pasar del 71,9% el año pasado a 73,5% este año.

Dice el estudio que las razones que han llevado a que la gente manifieste que se siente insegura es “porque hay delincuencia común, robos, agresiones”. Otro porcentaje importante de encuestados lo asocia con la “poca presencia de la fuerza pública (policía y ejército)”.

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La última encuesta de percepción ciudadana Mi Voz Mi Ciudad, de la Red de Ciudades Cómo Vamos, publicada en octubre, también dejó en evidencia que los cucuteños definitivamente no se sienten seguros ni en la ciudad ni en el barrio en que residen.

De acuerdo con los resultados, el 71% de los encuestados dijo que lo que más lo hace sentir inseguros en Cúcuta es la delincuencia, representada en hurtos y homicidios.

Mario Zambrano, coordinador del programa ‘Cúcuta cómo vamos’, planteó en la exposición del estudio que de nada sirve tener más policías en las calles y más capturas, si cuando los presuntos culpables tienen que enfrentar la justicia quedan en libertad, razón por la cual la gente prefiere no denunciar.

¿Y qué dicen las autoridades?

En el más reciente boletín de indicadores presentado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana se reconoce el incremento que han tenido algunos delitos en la ciudad, como el hurto a personas, motocicletas y vehículos, y manifiestan que se están planteando distintas estrategias de prevención, así como el mejoramiento de la judicialización y operación de la Policía.

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“La administración municipal de Cúcuta tiene un compromiso con la seguridad ciudadana y trabaja técnica y estratégicamente para cumplir con ello. Esta situación se está abordando con la planeación y focalización del gasto público y la búsqueda de la reducción de la incertidumbre sobre sus explicaciones estructurales, mediante un ejercicio de análisis y gestión de conocimiento como se plantea en principio en el Plan de Desarrollo Municipal y en el Plan Integral de Seguridad y Convivencia”, dice el informe.

La semana pasada, el titular de la Secretaría de Seguridad, Alejandro Martínez, dijo que las reuniones de ‘burbujas’ de inteligencia que se han coordinado desde la Policía Metropolitana, el Ejército y la Fiscalía, han hecho posible avanzar con las capturas de diferentes personas sindicadas de homicidios, “afectando estructuras criminales tanto en la zona rural como urbana”.

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