Hace 25 años, se creó en un costado de la Comuna 4 la urbanización Heliópolis con nada más que dos calles, y aunque largas, en ellas se edificaron alrededor de 60 casas que hoy son habitadas por al menos 800 habitantes.
Sandra Olivares, presidenta de la Junta de Acción Comunal, aún recuerda el barrio al que llegó hace 14 años como si hubiera sido ayer: las calles eran de tierra, no había parques, ni cancha y, cada vez que llovía, mezclas de agua con barro se entraban a sus casas y les llegaban hasta la cintura.
“Ha habido otras Juntas en el pasado, pero hasta ahora se está viendo reflejado ese proceso gracias a los proyectos que he pasado a la administración anterior. Ya la urbanización comienza a verse bonita”, dijo la lideresa.
Después de esos 25 años de trayectoria, una de las obras más necesarias al fin se hizo realidad luego de cuatro años de solicitudes.
Tras una inversión a la que se destinaron 1 mil millones de pesos en obras y 104 millones para la interventoría, desde marzo de este año la alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Infraestructura, inició la construcción de un sistema de alcantarillado pluvial, y a la fecha alcanza 50% de avances.
El alcantarillado contará con 5 pozos, sumideros, estructuras de descarga con muros de contención y 400 metros lineales de tubería, además incluye la demolición, limpieza y suministro e instalación de ductos.
La verdad detrás del proyecto
Olivares aclaró que una vez inició la ejecución del contrato, ha sido grande la confusión en la comunidad sobre quién es la verdadera cara de la obra. Aseguró que, aunque el proyecto se dio en el presente mandato municipal, ya había sido aprobado en el 2019, en la pasada administración, sino que hasta ahora se hizo realidad.
“Esto debía ejecutarse el 26 de noviembre de 2019, pero nos lo aplazaron y tuvimos que hacer otras diligencias. Ya se está dando, pero no fue Jairo Yáñez, fue César Rojas por gestión mía, Sandra Olivares. Aquí no ha venido el alcalde ni me ha llamado a mí como presidenta”, enfatizó Olivares.
Una mejora que despertó otro problema
Al tener 25 años de fundado, los tubos de aguas negras de Heliópolis se reventaron tan pronto como se abrió la calle en el mes de marzo. La comunidad ya inició la solicitud para el arreglo, ahora están a la espera de una respuesta de parte de Aguas Kpital y poder solucionar su nuevo problema.
“Ya pasamos radicación y vinieron a revisar hace 15 días, pero todavía estamos esperando”, acotó la presidenta de la JAC.
Otros logros conseguidos
Debido al proyecto pluvial, la calle 4 también se vio beneficiada; una vez termine la instalación del alcantarillado, la vía será pavimentada gracias a que fue una de las zonas priorizadas por la Secretaría de Infraestructura.
Hace 4 años, durante el gobierno de William Villamizar, recibieron la cancha deportiva, y en la pasada administración municipal de César Rojas, el parque biosaludable y la pavimentación de la calle 3.
Antes vivían inundados
Por ser Heliópolis una urbanización edificada hacia la parte baja del costado vial, en cada lluvia las aguas descienden como ríos, motivo por el que hace cinco años fueron inundados en sus propias casas, pero ahora es en la entrada donde se forma un pozo que la comunidad señala como intransitable.
Y con solo dos accesos para entrar y salir al barrio, se les hacía complicada la movilidad.
“Ese siempre ha sido nuestro mayor problema. En la pasada temporada de lluvias se tuvo que detener un poco el proceso, como llovió muchísimo, era difícil continuar con la obra, pero ahora ya está cerca de terminar”, dijo Olivares.
Aspectos positivos
Algo que agradece la comunidad, es que en Heliópolis los servicios públicos no han sido un inconveniente, como ha venido sucediendo en otros barrios de la Comuna 4.
Desde que lograron el cambio de luminarias, el alumbrado público funciona a la perfección en sus dos calles, y gracias a que se hizo la gestión de gas domiciliario hace varios años, gozan de él sin tener que pensar en cuándo se acabará el gas de la bombona, como sucedía en antaño.
“Con las calles destruidas ahora con los arreglos, por ahora se debe hacer un desvío, pero una vez terminen, nuestro barrio quedará 1A. No tenemos que pensar en inseguridad, porque la buena iluminación no lo permite”.
Aunque respiran calma, los inquieta la cercanía con la frontera, el río y la trocha ‘El Italiano’, paso irregular para el flujo migrante. Por eso, con frecuencia los cuadrantes de El Escobal y La Libertad hacen patrullaje.
También, por ser un barrio pequeño, no cuentan con iglesia propia ni centro de salud o escuelas, pero no es para ellos un problema desplazarse hacia el barrio Santa Ana, aunque a veces a los más mayores se les hace lejano.
La dificultad del transporte
Una de las peticiones de los residentes de esta zona es la extensión del horario de transporte. Durante el día, relatan que no se presenta problema con las rutas, pero después de las 6:30 de la tarde, las busetas dejan de circular.
“La de Los Patios es la última que pasa, siempre que salimos debemos estar pendientes de tomar la ruta antes de las 6:30, porque luego, la única opción para llegar aquí es en taxi”, dijo un habitante.
Esta misma inconformidad se presenta en otros barrios de la misma comuna, motivo por el que los presidentes de la JAC adelantan las solicitudes.
