Kevin Arbey Ducuara Isaza es un joven cucuteño de 20 años que alterna sus estudios de fisioterapia de la Universidad de Santander (Udes) con su trabajo como docente en el Instituto Jamestown, un aspecto que le ha permitido abrir su mente hacia el mundo de la investigación y sus afines.

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Cada año, se organiza a nivel latinoamericano el Programa Delfín de Verano de la Investigación Científica y Tecnológica del Pacífico, promovido por la Universidad de Nayarit y, esta vez, en su versión XXVI, Ducuara fue uno de los representantes de Colombia en el congreso desarrollado en Puerto Vallarta, México, celebrado el mes pasado.

Frente a invitados de Nicaragua, Costa Rica, Perú, México, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile y España, durante tres días vivió la experiencia de compartir y adquirir nuevos conocimientos.

Un proceso encaminado

Antes del congreso, Ducuara hizo pasantías de investigación en la Universidad Autónoma de Manizales y, apoyado por la docente Lina Montealegre, durante más de dos meses trabajó en dos proyectos.

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Uno de ellos fue una revisión sistemática para programas preventivos de miembros inferiores en futbolistas de Suramérica y, junto con su compañero Juan Felipe Astudillo (de la Universidad Autónoma de Manizales) una revisión en el sistema de Xbox Kinect para la obtención de ángulos de movimiento de posiciones estáticas.

“Se están desarrollando hasta el momento con la finalidad de publicarlos en un artículo científico”, apuntó el joven investigador.

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Luego, Luisa Ramírez, coordinadora de semilleros de investigación en la Udes, lo impulsó a presentarse al Programa Delfín. Aunque la primera instancia se desarrolló de manera virtual, la experiencia del congreso fue presencial.

Pero investigar no fue algo que aprendió hace algunos años, sino una cualidad que despertó en él a edad temprana.

“Siempre he sido muy curioso, desde pequeño no me quedaba solo con lo que me dan, sino que voy más allá, un espíritu que se fortaleció en mí cuando ingresé a la universidad”, comentó Ducuara.

Experiencia significativa

Único representante de la región en el congreso internacional, Ducuara vivió los tres días con ilusión y esmero, esperando dejar lo mejor de sí en el escenario para representar a su universidad y a su país.

Fue en el segundo día cuando presentó su ponencia de fisioterapia y, aunque no resultó ganador, obtuvo un reconocimiento por su impecable trabajo en su exposición bilingüe, una experiencia que dejó para sí crecimiento personal y profesional en el que conoció las diferencias en los sistemas educativos y científicos de Latinoamérica.

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“Fue la primera vez que participaba un estudiante de mi universidad en este tipo de eventos, y me alegra haber dejado el nombre en alto”, señaló.

A la vez, esto le permitió conocer la gastronomía y cultura tanto mexicana como de los demás compañeros de Colombia y del mundo con los que compartió la experiencia.

Fortalecer lo local

En palabras de Ducuara, la investigación hace tiempo dejó de ser un mundo exclusivo para científicos de bata blanca, bigote y barba, sino que se abrió a campos más incluyentes temáticamente, sin importar edad o campo de estudio.

“La investigación está cambiando, por eso invito a todos los estudiantes y docentes a trabajar en el potencial con el que cuenta nuestra región y que puede llamar la atención desde el área educativa. Todos podemos ser docentes y estudiantes investigadores si aplicamos a estas oportunidades”, apuntó.

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Además, Ducuara señaló que estos enfoques no solo sirven para fortalecer conocimientos en un área, sino conocer los varios ámbitos académicos desde los que se puede abarcar un tema.

“También se abre la posibilidad de conocer el extranjero y alimentarse de la riqueza cultural de los países”, manifestó.

El paso de Nora

El día del viaje de regreso, la preocupación nubló el panorama de los asistentes al congreso con el paso del huracán Nora, que avivó una fuerte tempestad y motivo por el que los vuelos fueron cancelados.

“Fue un huracán fuerte, la primera vez que vivía uno así de cerca, gran parte de los asistentes no dormimos esa noche por estar pensando en lo que podría suceder, no había sistema y el check-in se hizo a mano”, relató.

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Un sueño proyectado

Fue hace dos años cuando, una vez fue mayor de edad, Kevin tomó la decisión de hacer realidad otra de sus pasiones y convertirse en docente, motivado por su sueño de dar un próximo paso en sus estudios hacia el extranjero.

“Mi hermana era docente en ese entonces, yo vi en ella un ejemplo a seguir y quise hacerlo. Es algo que me ha encantado a tal punto que me proyecto totalmente como docente y veo un futuro en ello”, relató Ducuara.

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Su deseo más cercano es mezclar ambas pasiones y convertirse en educador universitario de fisioterapia en un país de habla inglesa, pero, para ello, es consciente de que el camino es largo y la preparación rigurosa, por eso cada paso que da siempre es enfocado en su futuro.

En sus tiempos libres, lee y se informa de los temas que lo apasionan, también juega fútbol, pero nunca deja de prepararse para convertirse en la persona que, a futuro, le gustaría ser.

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