La semana inició de celebración. El pasado 28 de junio, pero hace 55 años (1966), un grupo de personas carentes de vivienda, lideradas por el señor Víctor Castellanos Laguado, fundaba el barrio Comuneros en la ciudadela Juan Atalaya.

Hoy es uno de los más desarrollados del sector, gracias a la presencia del Centro Tecnológico de Cúcuta, las sedes del SENA y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Casa de Justicia y Paz y la Unidad de Víctimas. Conozca aquí los detalles de la trayectoria histórica.

El equipo se desplazó luego a El Paraíso, un barrio nombrado así en apología al paraíso cristiano que menciona La Biblia, pues, según sus habitantes, les recuerda a los Alpes suizos. Sin embargo, no todo es idílico, pues después de haber sido ya legalizados, Planeación Municipal los regresó a asentamiento por ser una zona de riesgo sin definir. Entérese aquí de los detalles.

Por otro lado, en el barrio Carlos Ramírez París, con cada año que pasa, la red de alcantarillado cede y ocasiona hundimientos en las calles, que con el tiempo se han vuelto intransitables. Esperan ser escuchados por las entidades públicas para construir una ruta de acción y solucionar los inconvenientes de las 1.150 familias que allí habitan.

Cimentando sobre una montaña, el barrio Los Alpes es también conocido por sus habitantes por ser una montaña de problemas. Desde la llegada de los grupos al margen de la ley hacia finales de los 90, la violencia del pasado los marcó con un estigma con el que luchan por cambiar. Una de las solicitudes es construir un mirador en el cerro de El Calvario.

Por último, La Opinión llegó a María Teresa, un barrio en permanente pie de lucha. Con esfuerzo han logrado la legalización del territorio, pero aún hace falta solucionar urgentes problemas de vías y alcantarillado porque, a falta de ello, las aguas negras se están tomando las calles.

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