La semana inició con la visita a Carlos Pizarro, antes un terreno invadido por integrantes de la extinta guerrilla del Movimiento 19 de Abril (M-19), ahora convertido en un barrio de la Comuna 6, que desde hace tiempo viene siendo golpeado fuertemente por la inseguridad.

Aunque existe un fuerte deseo de la comunidad por recuperar los espacios deportivos, las promesas municipales han quedado en palabras. 

Situación similar ocurre en Santa Helena, donde manifiestan sentirse abandonados por la actual y anterior administración a pesar de sus 35 años de existencia. Señalaron que se han acercado a la comunidad para informarles sobre futuros proyectos a ejecutar en la urbanización, pero, aunque han esperado con anhelo, ninguno de ellos se ha hecho realidad.

Esa misma inconformidad se repite en Cundinamarca, donde, ante el crecimiento de la inseguridad y el detrimento sufrido a través de los años, los jóvenes líderes del barrio se han apersonado en recuperar el tejido social con apuestas desde el arte y la cultura.

Mientras tanto, en la Comuna 5 de la ciudad, la urbanización Portachuelo continúa luchando por el mantenimiento de sus parques y contra los malos olores de un caño que ha provocado inundaciones de pestilencias en las temporadas de lluvias. 

Por último, en Juan Atalaya, le presentamos la reseña del barrio La Victoria, destacado por una comunidad solidaria y fraternal, en especial cuando de lutos se trata. Aquí se encuentra la estatua que rinde homenaje al fundador de la ciudadela.