¿Cómo se convirtió el patio de su casa en un basurero?
Cuentan los Ramos que, debido a la cercanía de su casa con el canal, en el pasado los mayores problemas de estas familias del sector era la constante inseguridad. Cada día, los habitantes de calle y los venderos y consumidores de drogas se tomaban el sitio, poniendo en riesgo la seguridad de los vecinos.
“La decisión que tomó la Alcaldía de Cúcuta fue construir una pared que bloqueara la entrada de los habitantes de calle al desarenadero. También hicieron limpiezas y construyeron una puerta que les daría acceso cada vez que regresaran a hacer jornadas de limpieza. Pero ya han pasado cuatro años desde entonces y nunca más volvieron a evaluar la tétrica condición ambiental en la que nos encontramos”, relató Catalina Ramos.
Ante el abandono municipal, la única solución para las familias es tomar, ellos mismos, la determinación de arriesgar sus vidas en una peligrosa misión hacia el desarenadero, para retirar los escombros que bloquean la bocatoma, porque, de no hacerlo, todas las casas conjuntas al canal se inundan.
Cada vez que llueve, suelen pasar la noche en vela, como vigías al acecho para controlar que la creciente de agua sucia no alcance de nuevo sus casas.
La pasada temporada de lluvias en Norte de Santander fue para ellos todo un reto y un gran momento de angustia. Durante repetidas noches se vieron obligados a evacuar y esperar a que el agua negra volviera a bajar para recuperar un poco las energías durante la mañana siguiente.
Esta calamidad diaria de malos olores y desesperadas huidas nocturnas ha resultado en constantes problemas de salud para esta familia de cinco personas, dentro de la que hay dos adultos mayores, con enfermedades estomacales, mareos, vértigos, entre otros síntomas.
“Hemos hablado con Aguas Kpital, pero nos han respondido que ellos no tienen que ver con eso, sino que es un tema que solo puede solucionar el municipio a través de la Alcaldía de Cúcuta”, manifestó Ramos.

¿Qué dicen las autoridades?
José Miguel Arguijo, subsecretario de Medio Ambiente de la Secretaría de Infraestructura de Cúcuta, declaró que esta situación también se ha venido presentando en Pizarro y otros barrios de la ciudad, en zonas periféricas.
Desde su competencia, la Subscretaría se ha comprometido a visitar el lugar para inspeccionar el canal y conocer la situación de las familias afectadas.
El funcionario también hizo un llamado a las comunidades a no edificar cerca a este tipo de canales naturales ni a las adyacencias a ríos por los riesgos que representan.
“Es un problema que tenemos en toda la ciudad. La gente suele conectar aguas lluvias a las aguas negras y, desde el punto de vista técnico, es un peligro para temporadas atípicas de lluvias descontroladas. Es necesario un trabajo articulado con las comunidades”, dijo Arguijo.