Publiqué una columna titulada ‘vendan la joya’. Envíe el texto a COLPRENSA, que generosamente difunde mis escritos, el 12 de octubre de 2018. Supe que la publicó al menos un medio impreso.

Decía en esa columna que, para ese entonces, era el preciso momento de vender Ecopetrol. Para esos días, octubre de 2018, el petróleo estaba cerca de los 80 dólares.

Vender una buena porción de la estatal petrolera había sido una muy buena idea. Y nos habría dado caja, en dólares – que hoy sobre pasa los 4 mil  pesos- para atender muchísimas necesidades. Pero sobre todo, habríamos vendido a un buen precio una gallina que ya no sabemos cuándo pondrá nuevamente huevos de oro.

El petróleo es, y será, una bien necesario; de eso no cabe duda. Pero está sometido al vaivén de externalidades: guerras de preciosos entre Rusia y Araba Saudita. Entre Irán y USA.  Poco crecimiento de la economía, y la aparición de sustitutos como las nuevas energías, y hasta una pandemia puede afectar su precio.

Escribo estas líneas cuando el precio del barril de crudo está en precio negativo, lo que significa que a un comprador de petróleo le pagarán dinero por llevarse el producto. Es como si a ud le pagara Cine Colombia por ir a cine, o  Coca-Cola por comprar un litro del refresco. Una locura, ¿no? Así están las cosas con el crudo.

Hoy Ecopetrol vale poco menos que nada. Nadie en su sano juicio compraría una acción de esa empresa, aún con las posibles y reales perspectivas de que el precio del comodity vuelva a subir.

Los colombianos tenemos una fascinación, un fetichismo, por mantener cosas en el clóset. Nadie es capaz de regalar los abrigos viejos, porque quizá “algún día se necesiten”. Nadie es capaz de botar los cuadernos viejos de la universidad, por pura nostalgia. Y con el paso del tiempo nos vamos llenando de cosas inútiles, cuyo único fin es atender la añoranza.

Pues bien, eso pasó y aún pasa con Ecopetrol. Entiendan, estimados señores, a esa empresa ya se le sacó todo lo que se podía. La estatal petrolera lleva más de 60 años dando regalías al gobierno. De acá para adelante el petróleo será, cada vez más, un bien de poco valor; aún si volvemos a ver precios de 100 dólares, como sucedió en el súper ciclo, ya no es una seguridad que dure mucho tiempo. Es, en el mejor de los casos, una buena suerte que volver a recibir dinero por esa vía.

Ya la gallina de los huevos de oro está vieja, y hay que pensar en hacer un buen sancocho con sus carnes. Que vendan Ecopetrol apenas puedan, que quién sabe cuándo será.