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XII Fiesta del Libro de Cúcuta
Nadie está conforme con  la vida que tiene, y por eso leemos ficciones. Leemos para ser otro.  
Jueves, 4 de Agosto de 2016

Del 29 de agosto al 3 de septiembre se desarrollará, en la Biblioteca Departamental, la XII Fiesta del Libro de Cúcuta. Un evento cultural que congrega a escritores, libreros, editores, artistas, bibliófilos, bibliómanos, lectores, coleccionistas, poetas: gente que ve en el libro y en la lectura lo que Aldous Huxley encontraba en la mescalina: las puertas abiertas de la percepción. O, el desorden de los sentidos, como diría Rimbaud. 

Porque la lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano realiza a  lo largo de su vida. La lectura, como la escritura, define la civilización y de alguna manera es una actividad exclusiva del hombre. Esto significa que la lectura nos planta frente a la naturaleza de manera exclusiva. La lectura, o sea, el libro  (que significa corteza) es libertad, anarquía, belleza: el universo en una cáscara de nuez, como diría Hawking. El libro es subversivo (me refiero a la literatura, y, específicamente, a la novela), porque no se escriben obras para contar sucesos cotidianos, sino para transformar la realidad.

Nadie está conforme con  la vida que tiene, y por eso leemos ficciones. Leemos para ser otro.  Leemos para comparar la vida vivida con la vida leída. Y de esa comparación surge la rebeldía. El que lee es un rebelde que busca, de alguna manera, transformar su entorno, igualarlo al mundo feliz de sus libros. Es por eso que en los estados totalitarios lo primero que prohíben son los libros. Y los primeros que salen al exilio son los escritores. Le pasó a Onneti, a Kundera, a Nabokov. Y los primeros perseguidos son los creadores de fábulas: Dalton, Puig, Padilla. Y los primeros encarcelados y asesinados son los poetas: García Lorca, David Bergelson, Ken Saro Wiwa, Daniel Chaparro, Tirso Vélez.

De modo que la literatura no es un pasatiempo, sino una forma –quizá la más sublime- de comprender la condición humana para  tener acceso al misterio.

En este Fiesta del Libro de Cúcuta se reunirán las firmas más exigentes del país: Alberto Salcedo Ramos (cronista), Gerardo Reyes (periodista investigativo), Juan Felipe Robledo (poeta) Mateo Cardona (traductor), Pablo Arango (filósofo), María Piedad Quevedo (experta en Cervantes y Garcilaso), Daniel Ferreira (novelista y premio Clarín de novela), Joe Broderick (escritor irlandés, traductor y biógrafo de Camilo Torres), y el novelista Guiseppe Caputo, entre muchos otros creadores que harán de esta Fiesta del Libro un evento cultural memorable y rebelde.

Lo que me llama la atención de esta Fiesta del libro es su diversidad. De hecho, el eslogan de este año es: literatura viva y diversa. Viva: el libro electrónico no derrotará al papel. Se siguen publicando obras en el formato tradicional porque el libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventado, no se puede hacer nada mejor (U. Eco). Y diversa: el tema central es la protección del medio ambiente. Y, a su alrededor, habrá debates, mesas redondas, conferencias, presentación de libros, recitales, polémica, música, en fin: Cúcuta palpitará durante seis días al ritmo de la literatura, la filosofía, el pensamiento: los malpensantes podrán asistir a la charla del director de la mejor revista cultural del país: el malpensante. Y viene Iván Gallo, para que le digan cosas.  Y el maestro Evelio Rosero, para que lo escuchen. La Fiesta del libro: ojalá no termine nunca.

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