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Villa de Leyva
Me llamó la atención una placa ubicada cerca del Puente del Real, en pleno marco urbano de Villa de Leyva.
Martes, 4 de Abril de 2023

En los últimos años he procurado visitar la ciudad anualmente porque es inigualable la sensación que se siente en el ambiente, sus calles empedradas, sus balcones, los letreros en las casas representativas. Todo ello es un conjunto de elementos acumulados en cuatrocientos cincuenta años de historia colonial y republicana: 1572 - junio 12 - 2022. Aquí todo es siglo XVI hasta la fecha, empezando por los óleos del Museo de Arte Religioso, ubicado en la Plazuela del Carmen, que francamente no tiene nada que envidiarle a nuestro Museo de Arte Religioso, de Pamplona, que, en los albores de la década de los noventa, del siglo XX, organizó el arzobispo Rafael Sarmiento Peralta, quien también fue el primer obispo de la Diócesis de Ocaña. Algunos de estos óleos del museo villaleyvano acaban de ser restaurados por José Miguel Navarro Soto, maestro en Artes Plásticas y restaurador ocañero. 

Si se comenta que la Plaza Mayor de Villa de Leyva es una de las más grandes de América, es fácil concluir que es la más grande de Colombia, y “al ojímetro”, es impresionante su espacio, que propios y extraños disfrutan: 14.000 m2. El empedrado actual de esta Plaza Mayor data de 1966, fue un obsequio de la Universidad de Los Andes durante la rectoría del intelectual cartagenero Ramón de Zubiría.   

En su entorno encontramos la calle “Venero de Leyva” y el busto en honor a Andrés Díaz Venero de Leyva primer presidente de la Nueva Granada y fundador de Villa de Leyva, homenaje de la Academia Colombiana de Historia; la casa del Marqués de San Jorge y la de Juan de Castellanos, este último autor de la portentosa obra Elegías de varones ilustres de Indias. La casa de infancia del conspirador Luis Vargas Tejada, autor de Las convulsiones. La sede del Primer Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, en 1812. 

Estoy hospedado en el Hotel Antonio Nariño, justo enfrente de la Casa Museo Antonio Nariño, inmueble donde falleció el prócer de la Independencia, de manera que la evocación nariñista es inevitable. Tuvo Nariño una vida de desencantos y desventuras, porque hoy hasta la causa de la persecución por parte de la Corona española la quieren desconocer, otros dicen que no falleció en el inmueble que observo desde el balcón del hotel y el peregrinaje final es de película: sus restos fueron inhumados inicialmente en la iglesia San Agustín, que fue la primera construcción religiosa de Villa de Leyva, en 1580, hoy propiedad del municipio y entregada en comodato al Instituto Humboldt, ubicada diagonal a la casa natal del prócer Antonio Ricaurte; luego sus restos fueron trasladados a la iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la Plaza Mayor, donde una placa enseña al feligrés o al turista que ahí fue inhumado.  

Luego, sus restos fueron trasladados a la Catedral Primada de Colombia. El próximo 13 de diciembre se cumple el bicentenario del fallecimiento de quien en vida se llamó Antonio Amador José Nariño y Álvarez del Casal y, en el segundo semestre de este año, junto con la Sociedad Nariñista de Colombia, procuraremos recordar su vida y su obra con un ciclo de conferencias. 

Finalmente, me llamó la atención una placa ubicada cerca del Puente del Real, en pleno marco urbano de Villa de Leyva: “El 13 de octubre de 1825 en esta casa no pasó nada ni nació nadie importante”.  

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