El 10 de mayo de 1957 cayó el gobierno de Rojas Pinilla. Fue una dictadura militar muy particular, pues cuando llegó al Palacio de San Carlos en junio de 1953 no hubo un solo tiro ni muertos, así como tampoco los hubo cuando cayó. Muy diferente a otras dictaduras latinoamericanas, como la de Pinochet en Chile, que llegó en 1.973 bombardeando el palacio de la Moneda. En los años 50 Colombia vivía una cruenta violencia partidista, liberal - conservadora. Eran épocas en las que en los pueblos bastaba que alguna casa tuviere una puerta o ventana de color rojo, o el campesino alguna prenda de ese color, para que su vida corriere peligro.
Incluso el gobierno de Rojas empezó bien, con mucha aceptación de toda la población que ya tenía miedo por la violencia que principalmente en los campos implementaban “ Los Chulavitas”. Por eso ya no querían a Laureano Gómez que estaba en el poder y los partidos políticos se inventaron en junio de 1953 un gobierno militar. Rojas Pinilla, nacido en Tunja, no había imaginado nunca llegar a la presidencia. Lo llevó a la presidencia la clase política, la misma que lo tumbó 4 años después. Empezó haciendo obras como la calle 26, el aeropuerto el Dorado, creó el Sena, le dio estatus a Bogotá de Distrito Especial. A finales del 53 la gente había recobrado algo de confianza, hasta que empezó a coartar la libertad de prensa: censuró un libro del joven periodistas García Márquez, y ahí se empezó lo peor de la dictadura.
El 8 de junio de 1954 los estudiantes de la Nacional hicieron una protesta, marcharon al centro de la ciudad y el ejército asesinó 12 estudiantes. El día anterior habían matado al estudiante Uriel Gutiérrez. Desde ese momento el gobierno implementó medidas contra la libertad de prensa, se inició persecución a los opositores políticos, hubo torturas. En el libro de la periodista Santandereana Silvia Galvis, “ El Jefe Supremo “, narra en uno de sus capítulos lo que fue el episodio en la plaza de toros en 1957 que por aquellas épocas era el escenario donde se tomaba el pulso político de la gente y del país, en donde “La Capitana”, como se le conocía a la hija del general, la mamá de Samuel e Iván, fue a la corrida en momentos en que ya la popularidad de Alberto Lleras era notoria, y las rechiflas a ella y al gobierno fueron la nota predominante. Contrariamente los aplausos al líder liberal fueron aplastantes.
A los 8 días se organiza una nueva corrida, y policías disfrazados de civil asesinan a golpes a varios de los asistentes. La torpeza y brutalidad de los dictadores, como ahora sucede aquí al lado, y que en nuestro caso significó la caída del Jefe Supremo, Excelentísimo Señor Presidente, como se hacía llamar Rojas en esos momentos. El sacerdote de la iglesia “ La Porciúncula” en el sermón del domingo se fue lanza en ristre contra el gobierno. Es la caída de la dictadura y el comienzo de un gobierno de transición con una junta militar y después el comienzo del frente nacional. Un momento de nuestra historia qué cumplió 60 años.
