Varios de los estudiantes de la UFPSO que se forman como comunicadores, comienzan a demostrar sus aptitudes periodísticas, tanto en los medios impresos como en los radiofónicos.
Los universitarios que empiezan a desarrollar su talento en el complejo, complicado, pero atractivo universo de las comunicaciones, emocionan con su buena redacción y argumentación, lo mismo que con su apropiada locución.
Aparte de las condiciones anteriores, los muchachos y muchachas, denotan el olfato periodístico, a través de la perseverancia y los sacrificios, que se inician con las investigaciones y que concluyen con la redacción de artículos profundos y analíticos, además de la grabación y edición de crónicas y reportajes, que poco se escuchan en las emisoras del país.
Los futuros articulistas , toman como punto de partida la lectura de los textos que publican cada ocho días algunos de los columnistas más connotados del país, como por ejemplo, Héctor Abad Faciolince, Daniel Coronell, María Jimena Duzzán, Cecilia Orozco Tascón, Daniel Samper Ospina y Alfredo Molano Bravo.
En las producciones de los jóvenes prospectos, además de cumplir con la normatividad gramatical y sintáctica, se disfruta de la creatividad y claridad como argumentan y analizan las situaciones de sus regiones de origen, en las que se observa el “picante” que le imprimen los que provienen de los departamentos costeños.
Los trabajos escritos por los estudiantes, aquellos que presentan el mejor nivel, se han publicado en la mayoría de los semanarios locales, de manera especial en Ocaña Siete Dias, gracias a la deferencia de su geranta, la colega Sugey Montaguth.
En lo que respecta a los futuros radialistas, aunque son pocos, desde ya se les nota el tesón y el amor por el medio masivo de comunicación, vocación que exteriorizan desde que se inicia el curso de radio.
Además de la formación teórica, los estudiantes desarrollan destrezas frente al micrófono, redacción y edición de noticias, entrevistas, dramatizados, crónicas y reportajes, con temáticas regionales, procurando rescatar y difundir los valores culturales del país.
De manera infortunada e inexplicable, las labores desarrolladas como examen final, por muy buenas que sean, se depositan en los anaqueles de la universidad, para que el tiempo las desactualice, porque no ha existido voluntad en quienes dirigen la emisora institucional, para publicarlas.
Gracias a la generosidad del gerente de Rumba Estéreo Ocaña, Aliro Angarita Torres, desde el viernes pasado, en el magazín “A casa con Rumba”, que se emite de seis de la tarde a siete de la noche, los futuros comunicadores comenzaron a disfrutar de la oportunidad de mostrar sus trabajos, como “La dinastía no nace en una universidad, se lleva en la sangre”, una crónica muy interesante que realizaron dos jóvenes valduparenses sobre la dinastía de los Zuleta, una gran y extensa familia que ha cultivado desde hace muchos años la música vallenata tradicional.
Hay una lista extensa de otros trabajos, acumulados desde varios semestres, que serán difundidos por la emisora local de la cadena RCN, y que podrán despertar buenos comentarios entre los oyentes, por el carácter serio y profesional como fueron asumidos y realizados.