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¡¡Uff!!
Es difícil hoy saber si la mayoría de la U (sin Armando Barreras) se irá con Duque, con Vargas Lleras o se dividirán.
Viernes, 23 de Marzo de 2018

El partido de la U, que nació como el partido de U(ribe) y que después de la traición de Santos a Uribe se volvió de U(nidad nacional), y hoy, después de la caída en la elección de Congreso, está como en la literatura, buscando un autor.

La mayoría de los electos quieren U(nirse) a Duque, un número menor quiere U(ntarse) de Vargas Lleras, y la dupla salvaje Roy Barreras – Armando Benedetti quieren U(na) alianza con Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, que Roy Barreras, siempre tan ocurrente, llama “Sergio de la Calle”.

El problema es que Sergio no quiere saber nada ni del partido liberal, ni de la U; Sergio de la Calle no existe. A menos que Armando Barreras (sale bien la combinación, conociendo a los dos personajes), busque U(nidad) de acción con el ala serpo-samperista del partido liberal, que también buscan lograr un “Sergio de la Calle”, siguiendo ideas tan creativas como la de Antanas Mockus que propuso elegir el candidato de esa alianza, haciendo que Fajardo y de la Calle se pararan en una esquina de una calle (no indicó la calle, tal vez para no sesgarse hacia de la Calle) y que un niño decidiera cual.

A mí realmente me ha costado entender los símbolos de Mockus, pero aquí si la sacó del estadio. Fajardo tampoco lo entendió, ni le causó gracia.

No sabemos si un camaleón como Roy Barreras ha querido acercarse a sus antiguos compañeros del Vargas-llerismo o del Uribismo, si se acercó y lo sacaron a perder, o lo piensa hacer después de primera vuelta, pues cuesta mucho trabajo imaginárselo fuera del poder por cuatro años, en el asfalto de la oposición. No nació para eso; le gusta el poder.

Es difícil hoy saber si la mayoría de la U (sin Armando Barreras) se irá con Duque, con Vargas Lleras o se dividirán; obviamente aquí no hay ningún principio en discusión, hay solo tácticas electorales, buscando jugar a ganador y maximizar la “ganancia”, aunque son los menos confiables de todos los elegidos.

Lo que es cierto es que el partido de la U está en vías de extinción; ya no es el de Uribe, ni el de la Unidad Nacional, y parece que, a diferencia de los poquemones, ya no les quedan más evoluciones, solo les queda U(ndirse; no aplica la h). Ese partido existió siempre para ejercer el poder; no está U(ngido) para un modelo gobierno-oposición.

Es el partido insignia del modelo político actual. Claro que, para ser justos, no son los únicos. 

Algo que hay que entender es que la votación que un partido obtiene en elecciones de Congreso no es necesariamente replicable en una presidencial. La elección de Congreso es la de las maquinarias, que solo operan a full potencia ese día. Lo que los candidatos al parlamento gastan ese día, no hay manera de replicarlo dos meses después. Entre más “electorero” es un partido, menos puede garantizar que la votación de Congreso pase a Presidencial; es decir, lo electorero es inversamente proporcional al voto de opinión.

Y la U es el líder en ese sentido, por lo que decir que cuentan con casi un millón novecientos mil votos no es cierto. Esa es la razón por la que los candidatos con posibilidades presidenciales buscan des(U)nirse de esas alianzas, porque en las elecciones para elegir presidente, pesa bastante el voto de opinión.

Las votaciones que se ven más sólidas, para transferir los votos de las parlamentarias a la presidencial, son las que más se han comportado como bancadas en el Congreso que termina el próximo 20 de julio: el Centro Democrático y el Partido Verde. Por eso la gran incógnita de la primera vuelta es Sergio Fajardo, quien debe ser el más cuidadoso con sus alianzas, pues sus seguidores son muy sensibles a “errores”. No hay que olvidar los 6 millones de votos que Mockus desperdició entre primera y segunda vuelta en la primera elección de Santos.

Uff, es el símbolo del gran esfuerzo que tendrán que hacer los hoy integrantes del partido de la U, para posicionarse en el próximo gobierno. Y no se le olvide, ciudadano, las elecciones es el único momento en que U-STED decide. Ejerza esa decisión conscientemente.

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