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Solo para “Primíparos”
El procurador y el fiscal general estuvieron tentados de ir a la  CPI a denunciar a Maduro.
Miércoles, 11 de Noviembre de 2015

A veces en los diseños curriculares de las escuelas de Derecho, se cometen incongruencias infinitas. No  entiende uno como asignaturas que deben estar en los grados más avanzados se colocan al inicio de la carrera. Es el caso de la Ciencia Política o el estudio del poder, que debería estar después que los estudiantes se obsesionen con la Teoría General del Estado y del Derecho Constitucional Colombiano,  se empapen del Derecho Administrativo General, del colombiano y del Procesal.

Lo mismo sucede con el Derecho Internacional Público y el Privado, que debiera ser una asignatura de cuarto y quinto año de carrera o de los cuatro últimos semestres. Pero bueno, es una herencia traumática que viene de las escuelas de Derecho francesas desde el siglo XVII, a la cual nos hemos adaptado y por ello ocurren “osos”, errores imperdonables en las cortes internacionales, torpeza en el manejo de los temas y de los procesos, consecuencias imperdonables por ineptitud, negociación de tratados en desventaja y politización de la carrera diplomática, que en los estados modernos es absolutamente calificada.

Aquí en la región, me consta porque me apasiona el tema del Derecho Internacional Público, que la Universidad Libre tienen maestros dedicados a esa cátedra desde tiempos inmemoriales, algunos de ellos con Obras Pedagógicas publicadas por la Universidad, como en el caso de los doctores Sabas Carvajal Paipa y Mario Shonewolf, que agotan la temática desde el Origen. Las fuentes, los sujetos del derecho Internacional, los sujetos atípicos, los modos de adquirir el territorio, Los espacios marinos y submarinos, los fondos marítimos y la plataforma continental, el espacio aéreo y el ultraterrestre,  la órbita geoestacionaria, nuestro dominio territorial y nuestros límites, la responsabilidad internacional del Estado, el derecho de Asilo, las  relaciones internacionales y los instrumentos pacíficos, nuestro régimen jurídico, la ONU y sus organismos especializados, el sistema Interamericano, la OEA, la solución de las Controversias Internacionales, los conflictos y el derecho Internacional Humanitario.

Escribo esta nota, ante la andanada que por la red, me dieron los aduladores del señor alcalde Ramírez Lobo, porque lo llamé el nuevo canciller colombiano, que anduvo de gira por Washington y La Haya, sin competencia para representar a Colombia. Porque  hay dos cosas que infunden pánico; el Santo Temor de Dios y hacer el ridículo.

El señor procurador Ordóñez y el fiscal general Montealegre, estuvieron tentados de ir a la  Corte Penal Internacional de La Haya a denunciar a Maduro por la deportación de colombianos. Pero recordaron sus lecciones aprendidas en materia de Derecho Internacional Público, que no repasó Donamaris y se abstuvieron de hacerlo. Lo costos de credibilidad de Colombia en la comunidad internacional se quedarían en efectos simbólicos. Una  denuncia tenía una base  jurídica débil. Un Estado está  representado por el Ejecutivo, no por el procurador, ni por el fiscal, mucho menos por un alcalde provinciano.

Además, los hechos denunciados, no son crímenes de la competencia de la CPI, de pronto el traslado o deportación forzosa de la población. Pero como no se da el caso de conflicto armado entre  los dos países, que es un requisito indispensable de los crímenes de guerra, para valorarlo conforme al Art.71 del Estatuto de la CPI, pus no conducía a nada. Es también difícil ver una deportación en el sentido penal del concepto, pues se requiere que la población esté legítimamente asentada en el territorio del denunciado, lo que resultó difícil de  demostrar. Por lo demás, no resultó posible alegar “persecución” como crimen de lesa humanidad, pues este delito exige un elemento subjetivo y una motivación especial que difícilmente se puede demostrar en estos casos.

Recordemos, que en el régimen de Uribe Vélez, ya se había intentado una denuncia, en la época del “inolvidable” Chávez Frías, por la supuesta protección a las Farc y no fue bien vista esa instrumentalización de la CPI por nuestras contradicciones internas. Que bueno que el exalumno Ramírez Lobo, repase el libro del doctor Sabas Carvajal Paipa, su profesor de Internacional Público.

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