Cada vez que se presenta una emergencia económica en la ciudad, a la administración y al concejo municipal, lo único que se les ocurre, es exonerar de impuestos a las empresas que se instalen en la ciudad, ganga que la extienden entre cinco a diez años.

Lo cierto y tangible es que una vez más estamos haciendo el papel de los bobos, puesto que por unos pocos empleos, facilitamos el enriquecimiento de empresarios que sí saben para qué son las oportunidades.

Trataré un caso en particular. La Tiendas D1 – De Todos, hace presencia en varios barrios de la ciudad, aun cuando en su página web, ni siquiera aparece nuestro departamento dentro de su expansión. 

Llama la atención, es lo que anotan en su link rotulado SOSTENIBILIDAD. “En Tiendas D1 apoyamos a la industria colombiana, pues privilegiamos la compra de productos a proveedores locales y la promoción de emprendedores con quienes establecemos alianzas a largo plazo, que nos permiten ofrecer productos de excelente calidad”.

Para nadie es un secreto que Cúcuta pasó de ser la cenicienta económica a la joya de la corona financiera, por cuanto a raíz de la problemática de nuestros vecinos, presumo que sus ventas no son comparables con las de otras ciudades, porque son muy superiores, habida cuenta que son millones de compradores extranjeros, que por necesidad, llegan a nuestra ciudad y de lógica, tratan de comprar en aquellos sitios donde puedan rendir su dinero.

Tengo infinidad de inquietudes, pero las resumiré en unas pocas. 

Según el link, la empresa ofrece compra de productos a proveedores locales, sin embargo, el 99% de los productos nacionales en exhibición, son de otras ciudades. (Véanse las marcas del arroz, café, pollos, etc.).

¿Desconoce la empresa Tiendas D1 – De Todos, que en Norte de Santander, se producen millones de toneladas de arroz y cebolla? 

En alguna Tienda D1- De Todos, ¿los clientes han tenido la oportunidad de adquirir la maravillosa gama de cafés que ofrece nuestro departamento? ¿En alguna de las tiendas, ha podido evidenciar personal con reducidas limitaciones físicas y cognitivas?

Creo que las respuestas serían vagas, mientras tanto, el número de empleos es insignificante frente a la presión que pueden tener unos pocos que tienen múltiples tareas, que van desde el surtido de mercancías, hasta el manejo de las cajas registradoras.  

Además de lo anterior, la indiferencia de tan gigante empresa, frente al compromiso social, es probable que lo cumplan, pero en otra ciudad, toda vez que en el Área Metropolitana de Cúcuta, no se evidencia absolutamente nada de inversión social.

Es hora que tanto la administración como el concejo, unifiquen criterios en cuanto a exoneraciones se refiere, porque si hay alguien que merece esos estímulos, no son lo que llegan sino los que se han sostenido por décadas y aún los maltratan.

En conclusión, el caso de la Tiendas D1, Justo & Bueno y otros, es mínimo lo que dejan en la ciudad, y si la exoneración continúa, extinguirán el esfuerzo regional, el cual merece todo el reconocimiento estatal.