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Se necesitan excelentes carpinteros
El carpintero se marchó con cara de satisfacción y la asamblea reanudó su liberación.
Sábado, 15 de Mayo de 2021

Por considerar que este mensaje se ajusta a nuestro tiempo y a nuestro país, he considerado importante recordar el famoso cuento: Asamblea en la Carpintería. 

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar pues hacía demasiado ruido. Además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo pues había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija pues según su apreciación era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, pero a condición que expulsaran al metro que se la pasaba midiendo a los demás según su medida como si fuera el único perfecto. 

En eso entró sonriente el carpintero y empezó a trabajar utilizando el martillo, el tornillo, la lija y el metro. Con su sabiduría y conocimiento convirtió la tosca madera inicial en un lindo y fino mueble.

El carpintero se marchó con cara de satisfacción y la asamblea reanudó su liberación. El serrucho tomó la palabra y dijo: el carpintero solo utiliza nuestras cualidades sin importarle nuestros defectos. ¿Por qué seguir pensando en nuestros puntos malos en lugar de concentrarnos en nuestras fortalezas?

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija afinaba y limaba asperezas y el metro era preciso y exacto. Al serrucho también se le encontró utilidad. Entonces los miembros de la asamblea se sintieron orgullosos de sus fortalezas y se unieron para producir muebles de calidad. 

Si aplicamos esta fábula a nuestro medio encontraremos que tenemos herramientas buenas de sobra, seguramente unas más finas que otras, buena madera y alta demanda de muebles finos. Pero nos faltan buenos carpinteros.

Esos delicados carpinteros son los líderes que Colombia necesita en estos momentos, que sepan manejar las herramientas para lograr el éxito esperado en un país lleno de tan buena madera. Solo así podremos salir de esta critica situación económica y social.
 

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